Capítulo 4: Disconnected

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"I just want to live my life sedated 'cause I love driving myself away. Despite you know you say you don't give a damn. I can't comprehend what I understand", Lindsay Lohan

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"¿Y? ¿Cómo estuvo tu primer día completo con la banda" Ya era de noche cuando Guille llamó a Valentina para saber cómo le había ido. La castaña había pasado casi todo el día encerrada en su habitación, intentando descifrar que podía escribir para sorprender a Juliana al día siguiente en su primer jornada de trabajo juntas. Pero no se le había ocurrido mucho, por no decir nada. "Mejor de lo que esperaba, aunque me hubiera gustado que me contaras el pasado de los chicos, Guille. Fue demasiada información de repente" Val todavía se sentía abrumada por el pasado de su ahora compañeros de casa.

"No quería que sintieras pena por ellos, sé que eso no les gustaría" Val sonrió ante las palabras de su hermano. No conocía a John, Daisy y Juliana demasiado, pero era evidente que ellos no se tenían pena a sí mismos, así que mucho menos querrían que alguien más lo hiciera. "Lo entiendo, pero creeme, no es eso lo que siento. Por el contrario, los admiro mucho por todo lo que han conseguido y que a pesar de todo sean tan positivos... Bueno, al menos John y Daisy" Pudo sentir como Guille se reía ante eso último. "Juliana va a sorprenderte Val, confía en mi. Puede que sea dura al principio, pero si ya conoces algo de su historia, es razonable que lo sea, ¿no crees?".

Val suspiró, y tras un pequeño silencio, finalmente se atrevió a preguntar lo que estaba dando vueltas en su cabeza. "Oye, ¿quién es esa tal Alex?" Guille se mantuvo sin decir nada por unos cuantos segundos, aumentando todavía más la ansiedad de su hermana. "Ese es un asunto complicado, Vale. Creo que lo mejor será que esperes a que ellos quieran contarte. Especialmente Juliana, ¿si? Debo irme ahora, Andy y yo pasaremos en unos días por allí, antes de regresar a Los Ángeles. Descansa hermanita".

"Tú igual" Respondió resignada antes de terminar la llamada. Se recostó sobre la cama, intentando una vez más pensar en lo que Juliana le había pedido, pero se quedó dormida mucho antes de poder siquiera escribir algo productivo.

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Una vez más, insistentes golpes a su puerta la despertaron de un profundo sueño. Definitivamente, aún si no conseguía marcharse de allí con un increíble álbum en sus manos, al menos se iría habiendo dormido como no lo hacía desde hacía mucho tiempo. Abrió sus párpados delicadamente, sus ojos azules sumidos en la aún oscura habitación. Se puso de pie y, como había sucedido el día anterior, se encontró a un sonriente John del otro lado de la puerta.

"Buenos días, bella durmiente" Valentina no podía entender como el chico podía estar de tan buen humor tan temprano en la mañana. "¿Ustedes no duermen aquí o qué?" Preguntó girando sus ojos. "Somos muy responsables y madrugadores. Daisy y yo ya nos vamos a trabajar, vendremos para el almuerzo y traeremos comida, porque no creo que Juls cocine si tiene que trabajar contigo. El desayuno está servido, y nuestra prodigio musical ya te está esperando en el estudio. Así que si yo fuera tu, me apresuraría" La castaña suspiró, preparándose mentalmente para el humor de la morena.

Una media hora más tarde, Valentina abría la puerta del sótano para bajar hacia el estudio con un café en la mano, más dormida que despierta, vistiendo todavía su pijama con una sudadera encima. No había alcanzado a bajar ni dos peldaños cuando la voz de Juliana resonó por todo el lugar. "No puedes traer café aquí, o nada que se pueda derramar. Ya sabes, hay equipo sensible y muy caro" La joven Carvajal gruñó en voz baja frustrada, la otra chica apenas si había levantado la vista para verla y ni siquiera la había saludado, y ya le estaba reprochando cosas. Mordió su labio inferior evitando decir algo, se dio la vuelta y salió de la habitación, regresando segundos después sin la taza. Juliana seguía sentada en el sofá que se encontraba detrás del micrófono en la parte central del estudio, con una guitarra sobre sus piernas que estaban nuevamente descubiertas. Seguramente llevaba algo debajo de la enorme camiseta de Joy Division que estaba usando, pero Valentina no podía asegurarlo.

Perfectly out of keyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora