CAPÍTULO 5
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La cosa fue así, el día en que se pusieron cariñositos, ese día se estaba celebrando una de las muchas fiestas a favor de industrias Stark, de eses a las que Betty nunca asistía por culpa de su fobia social pero a la cual la habían arrastrado ya que su madre se lo había exigido. Por lo que después de vestirse con un vestido que según ella hacia imaginar mucho a cualquiera, paso toda la dichosa velada en la esquina más recóndita asintiendo con la cabeza y con una sonrisa forzada he incomoda como respuesta a todo saludo o pregunta que le dirigían.
Como era de esperarse cuando las fiestas son muy elegantes y aburridas, Tony se fastidio de tanta etiqueta y decidió arrastras a Betty con él a su mansión donde se planteaban montarse su propia fiesta de dúo de amigos - que fiestesita, eh - y como resultado tuvieron el enredo problemático en el que ahora se encontraban. Eso y los vídeos de seguridad de la casa que los grabo corriendo ebrios por el jardín, bailando flamenco con Babas y por último a Tony fingiendo tener un romance intenso con una planta con todo y maceta mientras ella convulsionaba de lo ebria de risa sobre la alfombra.
Quizás hay comenzó la cosa, el cachondeo y lo de más. Aunque...
¡¿Pero qué mujer en su sano juicio se excita viendo a un hombre ebrio darle a una planta en su maceta?! Es que el alcohol era cosa serie y también ponía a pensar ¿Qué jodida marca de alcohol fue aquel que los embriagó de aquella forma?Bien ese no era el punto, el punto era que esa misma noche en la fiesta aburrida y sofocante de sociedad - aburrida para Tony, sofocante para Betty - El castaño había tenido una larga conversación telefónica con Pepper que apostaba por una reconciliación. De la cual tenemos el resultado actual de ella volviendo a sus vidas en el peor de los momentos.
Y Betty, como era predicho, explotó en pánico y salio de ahí dejando a la reconciliada pareja juntos, ignorando la mirada un tanto desesperada de Tony al verla irse.
Y ahora llevaba semanas sin verlo.
-Fracaso debió ser mi nombre - se quejó de ella misma echándose una quinta manta encima. Enrollada como estaba sobre el sofá, parecía lista para invernar y quedarse ahí por siempre.
Sino fuera por las ganas de comer chocolate que le invadieron de repente. Ese había sido su mayor antojo de embarazada, el chocolate. Cada que se acercaba un pedazo de aquella delicia a la boca sus caderas obesas gritaban de terror. Ahora comía doble, y no era que le molestara.
Levantándose con pereza, comenzó a caminar arrastrando las mantas a sus espaldas. Su redondo y gordo gato blanco, quien estaba sobre las mantas, protestó por el repentino movimiento de su dueña, pero ni se inmuto cuando comenzó a ser arrastrado en dirección a la cocina. Donde Betty sin deshacerse de las sabanas que la cubrían como Dementor metió medio cuerpo dentro de su refrigerador y saco lo que quedaba de un pastel de chocolate.
Estaba lista para ganar otro quilo cuando el timbre resonó por todo el departamento atrayendo su atención. Frunciendo el ceño y dejando la cuchara en medio camino hacia su boca, miró la hora en el reloj en la pared preguntándose quien llamaba a su puerta a las ocho pm.
Soltó las mantas sobre la alfombra sepultando al gato en estas, quien soltando un maullido de protesta solo se ánimo a sacar su blanca y peluda cabeza quedándose todo enrollado en las mantas. Asiendo una mueca hacia el flojo animal, puso los ojos en blanco y camino hacia la puerta, inhalando y exhalando tres veces antes de girar el pomo y abrir, encontrándose de lleno con una inesperada sorpresa que casi hace que se caiga hacia atrás.
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Betty's Problem - Tony Stark
AcakEste es el problema de Betty, una mujer penosa que no hablaba ni con su propia sombra pero que tenía un enorme secreto que decir.