La Malla

Sabrina

Sabrina ama los rituales, los cotidianos, los que la hacen sentir que está dentro de un paisaje conocido. Éste era el último de la semana, el más esperado.

Se pone las ojotas y busca la correa.

—Roquito, mi amor —dice estirando las palabras. Rocco, un Bulldog Francés negro, levanta la cabeza y las cuatras patas en un movimiento robótico de dos tiempos. Apunta las orejas en dirección hacia donde viene la voz—. Roqui... —escucha otra vez y corre para donde está Sabrina. Le pone la correa, salen del departamento. En el ascensor lo alza.

—Así las viejas no se quejan —Lo mira por el espejo—. Qué linda pareja que hacemos. —Le acerca la nariz, Rocco la lame.

Salen a la calle, prende un cigarrillo y arrastra los pies hasta la heladería. Saca número. Mira la cartelera como si realmente fuese a elegir algo, se asegura de que siga ahí, siente que se está perdiendo un montón de cosas, pero no se anima.

El chico que atiende le agarra el papelito, garabatea algo y se lo devuelve. La mira y pregunta:

—¿Todo super dulce de leche?

—Sí —responde ella ruborizada.

Cuando se va, piensa en que el pibe le tira onda, que quizá un día si se lo pide, la pueda dejar pasar al otro lado del mostrador y probar todos los gustos que quiera. Pero él no le gusta.

Al llegar al departamento busca una cuchara y va para la habitación, Rocco la sigue. Se saca el short y con una pierna lo tira al rincón. Acomoda dos almohadas en el respaldo de la cama y se sienta. Prende el televisor. Rocco la mira desde la alfombra.

—Vení, Roqui, subí. —Acompaña la frase con unas palmadas en la cama—. Si te portás bien te podés quedar acá al lado mío. —Rocco salta y se acomoda. Sabrina abre el pote de helado y apoya la tapa manchada hacia arriba. Rocco mira la tapa, la observa a ella y lame el helado. Sabrina sonríe, le pone un poco más—. Despacito, Roquito ¿eh?

Tiene predilección por las películas que ya conoce, pero mira unos minutos y cambia, siente que se puede estar perdiendo de algo. Intenta recordar los canales interesantes pero enseguida se olvida. '50 sombras'. Él le parece un boludo, igual sigue mirando. La ata a Anastasia a una camilla, a ella sí la queremos, la recorre con los labios y le besa su sexo. Sabrina toma helado, Rocco la mira con la cabeza inclinada, ella carga la cuchara y le deja un poco más en la tapa, se le caen unas gotas en la pierna, se fastidia, se pasa el dedo y se lo chupa, qué pelotuda.

Deja el control remoto a un costado y desliza la mano por debajo de su ropa interior. Se acaricia. Aunque él no le gusta tiene buen cuerpo, se imagina que es Anastasia, o mejor aún que está ahí con los dos. Los acaricia, los besa, la desnudan. La acuestan en la camilla, ella le besa los senos, él la entrepierna. Se acaricia con intensidad. Siente cosquillas, una lengua tibia y áspera. Confundida, abre los ojos: Rocco le lame la pierna.

—Pará, Roco ¿qué hacés? ¡Salí de acá! —Señala la puerta, Rocco obedece. Mira la tele y la escena de sexo ya terminó. Resopla, agarra el celular. Juega a unir caramelos del mismo color, es tonto pero adictivo.