Filofobia ||GoChi||

«Capítulo Cinco»

Hasta el destino nos quiere ver juntos, lastima que seamos tan tontos como para no darnos cuenta.

°¿Comprometidos?°

~ChiChi~

- Señorita ChiChi, tus abuelos la están llamando. - me dice una de las criadas que trabajaban sirviendo a mis abuelos.

Dentro de la mansión de mis abuelos había una biblioteca gigantesca, tan grande como la que la Bestia le dio a Bella. Pasaba la mayor parte del tiempo en ella cuando estaba en casa, leyendo y releyendo una y otra vez las múltiples obras que me llamaban la atención.

Miró hacia atrás, observando a Vanesa que cierra la gran puerta de la biblioteca y se acerca a mí. - ¿Qué está leyendo ahora, señorita ChiChi? - pregunta con curiosidad.

Vanesa tenía tanto interés y pasión por la lectura como yo. En días lluviosos, ayudaba a Vanesa con las tareas del hogar para que pudiera terminar más rápido.
Lográbamos terminar un trabajo de un día completo en una mañana y luego pasábamos la tarde leyendo juntas en la biblioteca.

Leímos tantos que incluso podríamos decir que hemos leído todos los libros de esa gigantesca biblioteca.

- Es un libro que traje de la escuela llamado "Dulce Realidad".- los ojos de Vanesa se iluminaron al descubrir un libro jamás leído por ella. Yo me reí de su expresión.

- ¿Puedo leer después de que termines? - pregunta, evidentemente emocionada.

- Por supuesto que sí. - le sonreí. - Puedes leerlo ahora si quieres, necesito ver qué quieren mis abuelos. - me levanté y le entregué el libro a Vanesa. - ¿Dónde están?

- En la sala. - responde. - Espero que no te hayan llamado solo para regañarte de nuevo. - Agrega. - ¡Un día pagarán por ser tan crueles con su propia nieta! - exclama Vanesa enojada, abrazando al libro.

No dije nada, simplemente salí de la biblioteca y caminé hacia la sala de estar.

- ¡Finalmente apareció! - exclama mi abuela con fastidio en su voz.

- Pensé que además de ser estúpida, ¡También era sorda! - agrega mi abuelo.

- ¿Qué quieren? - pregunto sin rodeos.

- ¡Tengas más educación niña traviesa! ¡Esta no es forma de hablar con tus abuelos!

- Perdón. - me inclino, haciendo una referencia. - ¿Qué quieren de mí, mis queridos abuelos? - pregunto de nuevo.

- Así está mejor. - dice mi abuelo, cruzando los brazos y asintiendo afirmativamente con la cabeza. - Necesitamos hablar contigo sobre un tema muy importante.

- ¿Estás enamorado de alguien? - pregunta mi abuela de repente.

- ¿A qué viene esa pregunta?

- ¡Solo responde!

Paso la lengua sobre mis labios y cruzo los brazos. - No, no lo estoy. - respondo con franqueza.

Ella se lleva la taza a los labios y toma un sorbo de té. - Bueno, me alegra escuchar eso, porque acabamos de comprometerte. - dice con una sonrisa maliciosa en sus labios.

Abro los ojos, sorprendida.

- Es con el hijo de uno de mis nuevos socios. - dice mi abuelo ahora. - Después de la muerte de su esposa, su negocio fue de mal a peor y ahora está a punto de se acabar. - toma un sorbo de té y luego continua hablando. - Le ofrecí mi apoyo económico a cambio de aceptar comprometer a uno de sus hijos contigo. Se casarán más adelante este año cuando se gradúen en la escuela secundaria.