El Dolor de una sacerdotiza

Capítulo 10 - El fin de Kagura

-¿A dónde vamos exactamente?

-Estaremos allí al anochecer.

-No te pregunté eso idiota. Dije dónde está este lugar al que vamos a ir.

-Oh, es un lugar escondido. Tienes que saber dónde está o nunca podrías encontrarlo.

-Eso hace mucho desde entonces ¿Por qué estaría oculto?

-A Lady Morshio le gusta su privacidad, supongo.

-¿Cómo sabes dónde está Bankotsu?

-Un miembro de la familia me lo mostró cuando era pequeño. Pero es un lugar que nunca olvidaré.

-¿No debería esta señora estar muerta entonces?

-Ella no es humana. Es una youkai.

-Si haces otra pregunta, Shippou, te estrangularé.

-Hiciste una pregunta.

-Sí, pero el mío tenía un punto.

-¿Podrían venir, chicos?

-Feh, vendré cuando esté bien y listo ... lo que sucede ahora.

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"Con su detector de fragmentos desaparecido, Inuyasha se desesperará. Debo actuar rápidamente."

-¿Me llamaste Naraku?

-Sí, Kagura lo hice. Quiero que te deshagas de Inuyasha y Bankotsu.

-Pero no pensé que importarían si Kagome está fuera de sus vidas.

-¿Me estás cuestionando?

-No, no lo estoy. ¿Qué pasa con la visón y el asesino?

-Déjalos por ahora.

-Bien.

Kagura hizo una pequeña reverencia y dejó a Naraku.

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Inuyasha se detuvo de repente. Bankotsu siguió corriendo unos metros y luego se dio cuenta de que estaba solo. Inuyasha lo alcanzó pero agarró el brazo de Bankotsu cuando intentó correr de nuevo.

-¿Por qué te detienes?

-Creo que puedo responder eso por ti...

Bankotsu levantó la vista. El fuego y el odio llenaron sus ojos cuando Kagura aterrizó frente a ellos. -¿Qué demonios quieres?

-No vine aquí para hablar de lo que quiero. Vine aquí para matarlos a los dos.

Inuyasha y Bankotsu se prepararon para pelear.

-Espera, si ambos mueren, ¿cómo vamos a traer de vuelta a Kagome?- pregunta Shippou.

-Puedo explicarte el camino, Inuyasha, y ustedes dos pueden irse.

-No hay manera de ir. Tu sabes el camino. Lleva a Shippou contigo.

-Qué lindo, ustedes dos tratando de salvarse el uno al otro.

-Cállate mujer...Te comerás tus palabras-. Bankotsu recogió a Shippou y comenzó a correr dejando atrás a Inuyasha.

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-¿Crees que realmente deberíamos haberlo dejado?

-Shh, ya casi llegamos.- Bankotsu corrió lo más rápido que pudo durante cinco minutos más y luego se detuvo. Puso a Shippou en el suelo rocoso.

-No hay nada más que una gran montaña aquí. No puedo oler nada.

Bankotsu agarró el hueso y con una punta afilada se cortó la mano. Se acercó a una parte plana de la montaña y untó su sangre sobre ella. Esperó un momento y luego la pared se movió revelando una pequeña abertura.

-Quédate aquí y espera a Inuyasha.

Luego entró y desapareció en la pared que se cerró detrás de él.

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Kagura e Inuyasha estaban encerrados en la batalla. Ambos esquivando sus ataques.

-Tal vez no eres tan débil como pensaba. Pero aún eres demasiado débil para derrotarme.

-Sigue diciéndote eso.- Volaron el uno al otro de nuevo. Inuyasha apuntó mal y Kagura le cortó el estómago. Cayó al suelo sobre sus pies agarrándose el estómago.

-No tengo que decirme lo obvio.

Inuyasha sabía que la herida era mala, pero también sabía que podía usarla para su ventaja. Se cayó de bruces. Kagura se acercó a él y vio que no estaba respirando. Ella lo pateó y no hubo movimiento. Ella se arrodilló delante de él. Inuyasha se movió rápido. Él le cortó la cabeza de los hombros.

-Tal vez deberías asegurarte de que estoy muerto primero.

Se puso lentamente de pie. La herida ya estaba cicatrizando, pero aún caminaba con una leve cojera. Captó el aroma de Shippou y comenzó a seguirlo.

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El pasillo era pequeño y oscuro. Podía ver el fuego más adelante. Bankotsu se sentó a unos centímetros y esperó. Escuchó pasos y luego vio a una mujer sentarse en el lado opuesto del fuego.

-¿Tienes lo que necesito Bankotsu?

-Sí.- Le entregó el hueso.

-Bien, entonces podemos comenzar.

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Shippou podía oler sangre en el aire. Lo reconoció como el de Inuyasha y Kagura. Podía oler a los dos que se le acercaban.

"Espero que sea Inuyasha.... y no Kagura con la sangre de Inuyasha sobre ella". Viajaba a un ritmo lento. -Debe estar herido.

El ritmo se aceleró cuando se acercó. Shippou cerró los ojos. "Al menos Bankotsu está fuera de peligro. Nunca le diré a Kagura cómo entrar". Abrió los ojos y se dio la vuelta. De pie allí sosteniendo su estómago estaba Inuyasha.

-¿Dónde diablos está Bankotsu? ¿Te acaba de abandonar?

-No, él está ahí dentro.

-¿Qué?

-Saldrá pronto. Me alegro de que seas tú y no Kagura.

-Sí, porque tienes miedo

-No, no lo tengo.

-Feh- Inuyasha se sentó y se apoyó contra un árbol. Cerró los ojos y se durmió.

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-Mi Señor, ¿hueles eso?

-Sí, huelo la sangre de mi medio hermano.

-¿Vamos a seguirlo?

-Sí, creo que lo haremos

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Otra vez capi corto lo sé...
Próximo cap Resurgimiento

Nos leemos en el siguiente..
Kisses 😉