Capítulo de larga duración. Más de 6000 palabras. Todos avisados
....................Matt estaba asentado en una cabaña en los suburbios de la ciudad... Y miraba su reflejo a diario. Habían pasado 2 semanas desde que el maldito de Stark le había inyectado con ese veneno y gracias a ello podía volver a ver su cara, su cuerpo, sus manos, sus extremidades y su torso.
El conjunto completo de su cuerpo era admirado por sus orbes.
Había desarrollado una rutina de entrenar frente al espejo. A diario se paraba frente a éste y se movía con una gracia felina, como tratando de seducir a su propia imagen.
- Parece que quieres atraer a un alfa con ese baile de apareamiento - dijo una voz desde el ventanal de la sala.
- Pensé que las ratas te habían comido la lengua... Aún puedo sentir tus pulsaciones, eso no ha cambiado - respondió Matt sin dejar de moverse.El extraño entró con confianza en aquella vivienda y se acomodó sobre una de las escasas sillas del lugar.
- Ese alfa no quiere nada contigo... Te lo ha demostrado. Y yo te lo dije la vez anterior que nos vimos... - dijo el sujeto, sacando un cigarrillo y encendiéndolo para luego expulsar una copiosa nube de humo.
- Te he dicho que no fumes dentro de mi casa - dijo el ex ciego mirando de mala forma al otro.
- No dices eso después del sexo, Murdock - sentenció el fumador.Matt se acercó al otro hombre y le quitó el cigarrillo para darle una calada. El sujeto lo miró con fascinación y algo de lujuria.
- Fueron 3 veces las que tuvimos sexo y no fumaste en ninguna - pronunció mientras exhalaba el blanquecino humo - ¿Cómo me ubicaste? - preguntó
- No has salido a patrullar y eso es raro en ti. Además de que puedo encontrarte... dónde sea - respondió alzándose de hombros y continuando su tarea de fumar - ¿Por qué no aceptas que soy tu alfa y te dejas de perseguir a Stark? Sabes que nosotros somos uno y te seguiré donde quiera que vallas.
- Frank, ya lo hemos hablado. No quiero amarres con ningún alfa.
- Pero sí querías al que Stark se estaba follando, ¿Tienes idea de cómo me hace sentir eso? - preguntó Castle exaltado.
- No tienes derechos sobre mí, Frank. Ninguno. Sólo somos personas que bajo la dinámica de alfa / omega tienen sexo en algunos de sus celos. Tal como ocurrió en 3 ocasiones. No tenemos nada más.Matt se alejó de Frank para seguir con su ritual de movimientos frente al espejo. Castle estaba frustrado. Sabía que no podía hacerlo, pero sentía por Matt algo más que simple atracción sexual. Había algo más dentro de esa dinámica que le hacía imposible joder con otro que no sea el pelirrojo. Por eso, si algún celo se presentaba de forma inesperada, prefería drogarse con inhibidores de alta potencia antes de saciar su sed sexual con otro omega.
Frank había ido a visitar a Murdock al día siguiente de que Superior le había inyectado el suero. Ahí se percató de que él podía ver. El primer comentario de Matt fue "Pareces un pushingball... Tú cara está tan magullada" acompañando lo dicho con una suave caricia en la mejilla izquierda del castigador.
Frank se sintió tan en confianza que le abrazó por largo rato. Sabía que el poder ver el mundo era una tortura para el pelirrojo y por eso desplegó su esencia de alfa, una mezcla entre olor a sangre y tabaco, para poder calmar al otro.Matt seguía ensimismado en sus movimientos frente al reflejo de su imagen.
Frank se puso de pie, abandonando su cigarrillo en el piso para tomar por la cintura bruscamente a Matt y besarlo con toda la frustración e ira que sentía.
Matt, quien sentía cómo el corazón del otro hombre latía desbocado, se rindió ante el tacto desesperado de su acompañante y se dejó llevar entre besos y caricias.Lentamente, Castle lo guiaba hacia el dormitorio. Cuando Matt se dio cuenta, le detuvo.
- Ninguno de los dos está en celo...
- No me importa rojo. Por esta vez que no importe nada - dijo el moreno mientras besaba el cuello y la mandíbula de Matt - Sólo por hoy déjame disfrutar de esto que no existe...
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Toxic Passion: Multiversos Stony
FanfictionUn invisible, delgaducho y pobre pintor callejero llamado Steve Rogers es convencido por un apuesto hombre, Anthony Stark, para que le pinte cuadros de forma exclusiva. Lo que no sabía el delgado artista es lo que se escondía detrás de toda esa gran...