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Matthew era un sujeto tranquilo. Abogado del pueblo, férreo defensor del más débil.

Era un muchacho ciego, sí. Era omega, sí. Estaba defectuoso, también.

Pero por sobre todo, él era Daredevil.
Llevaba años combatiendo el crimen de su ciudad y cuando se cambió a este nuevo lugar, se prometió a sí mismo acabar con el mal.

Es por eso que sus ojos estaban sobre Anthony Stark. Mejor conocido como Superior IronMan.
Sabía perfectamente de lo que ese sujeto era capaz y que sobretodo después de enterarse del nuevo "proyecto" del genio.
Sus contactos (más bien, algunos que le deben la vida) le informaron que Stark estaba haciendo algo grande y que sería muy peligroso y  altamente adictivo. Un suero capaz de curar cualquier tipo de enfermedad o malformación que el sujeto tuviera.
Era algo maravilloso, la cura definitiva a toda enfermedad del ser humano... Pero a un alto costo, muy alto.
Dicha "medicina" tendría un valor excesivo, ya que esta fórmula era de administración constante en dosis pequeñas. Así se sacaría mayor ganancia.

Investigando qué podría ser, ató cabos sobre lo que quería. Sus contactos le informaban de los pasos de Tony, sobre todo en el hecho de que muchos días se quedaba por horas admirando las creaciones de un pintor callejero. Averiguó los datos de ese chico y supo que se llamaba Steve Rogers.

Así cómo Stark, Murdock sabía dónde y cómo buscar. También tuvo acceso al historial médico del rubio.
Supo todas sus enfermedades y problemas.

Era el sujeto de pruebas perfecto para experimentar el suero en humanos.

Sabía que vivía sólo, que dependía de la venta de sus cuadros para subsistir.
También supo que el genio pagaba cantidades absurdas de dinero por las creaciones del artista... Hasta que un día se lo llevó a su mansión.

De ahí no supo nada más de Steve hasta que una de sus fuentes le dijo que estaba en la plaza de la ciudad.

Por fin ejecutaría su plan maestro: llegar a Stark, sin levantar sospecha alguna.

Y con el beso que le había dado al joven, las cosas se estaban encaminando maravillosamente.
Y sí, le gustaba Steve. Era un tipo limpio, sin presiones y con el cual podría incluso llegar a soñar con una vida ideal. Casa, hijos e incluso mascotas.
Sacudió su cabeza quitando esas ideas. Iría paso a paso hasta lograr todos sus objetivos.
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Tony gemía audiblemente. Estaba en pleno apogeo de su celo y Steve estaba sobre él, besando y recorriendo cada centímetro de la expuesta piel.

Ambos ya se encontraban desnudos sobre la cama del rubio y no hacían más que recorrerse mutuamente.

- Steve... Has... Has... Algo... - gimoteó el genio aparentando el trasero del contrario. Este acto hizo que su erección se pusiera aún más dura y la restregara contra la de su pareja.
- ¿Estás seguro de esto? - Steve preguntó mientras se acomodaba entre las piernas del castaño. Si bien seguía siendo más bajo que éste, la fuerza con la que contaba le superaba y podía hacer lo que quisiera con él cuerpo de Tony.
- Lo estoy... Sólo... Ayúdame - balbuceó el más alto.
Con mucho nerviosismo comenzó a adentrarse en el cuerpo. Se sentía incómodo ya que las veces anteriores usaban una gran cantidad de lubricante, dada la falta de lubricación natural del castaño. Pero esta vez fue diferente, su entrada estaba perfectamente lubricada y permitió que su miembro entrase sin problemas.

Se escuchó un largo quejido por parte del castaño, el cual encorvó su espalda ante la deliciosa intrusión.
Con movimientos lentos siguió entrando y saliendo del cálido lugar. Steve sentía que su fuego interno iba a consumirlo, por lo que apresuró los embistes para cubrir sus propias necesidades.

Los gritos plagaron el cuarto mientras que los cuerpos sudaban copiosamente. El pene del rubio entraba y salía a un ritmo potente, mientras que el castaño trataba de sobar el suyo con desesperación.
Steve besaba a destajo la boca, cara y cuello, dejando marcas rojas y visibles.
En un momento desaceleró sus movimientos para observar la imagen que tenía debajo de sí.

Veía la imagen de un cuerpo delgado pero firme, marcado por su boca en clavícula y cuello. Vio unos labios rojos e hinchados por los besos bruscos y deseosos que le había dado. Pero lo mejor de todo era la mirada suplicante del omega, la que le exigía seguir con el ritmo que llevaban antes.

Rogers no se hizo de rogar y continuó las estocadas a toda la intensidad que su cuerpo le daba, la cual era más que las veces anteriores que estuvo con el castaño. Sentía una fuerza renovada que le ayudaba a penetar a Tony tan fuerte que podía tocar su próstata con fuerza.

En un movimiento desesperado, Tony volteó la situación para luego quedar arriba de Steve y poder cabalgarlo a su antojo.
Se autopenetraba fuertemente mientras sentía como su interior era exquisitamente rellenado y que el orgasmo estaba llegando en su cuerpo.

El rubio tomó el pene de Stark y comenzó a masajearlo al ritmo de sus estocadas hasta que el castaño sintió su cuerpo arder ante el orgasmo y se derramó sobre el abdomen del que estaba abajo.

Steve aún no se corría, así que tomó las caderas de Tony y le ayudó a montarle fuerte y profundo. Éste, quien estaba intentando recuperarse del orgasmo, sentía que podía tener otro por la fuerza y el calor del rubio.
Finalmente Steve se vino dentro del omega y sin darse cuenta, anudó en el interior.

Quiso sacarlo cuando sintió el inicio del nudo, pero Tony se lo impidió

- Déjalo... Ya... Ya tomaré algo después... Ahora... Se siente tan bien - habló entrecortadamente.
- ¿Estás seguro? - preguntó exhausto Steve.
- Total... Totalmente... Lo necesito - y dicho esto se recostó sobre su contraparte para descansar.

Se quedaron así por varios minutos. No fue hasta que el nudo se deshizo, que Tony sacó el miembro de Steve y se acostó a su lado con una sonrisa satisfecha. Por fin, después de largas semanas, podía disfrutar de un excelente orgasmo.

- ¿Cómo fue que... - Rogers no alcanzó a terminar su idea ya que sintió como la mano de Stark estaba acariciando su miembro y éste estaba reaccionando a la caricia.
- Shhhhh,no hables. No digas nada - Tony besó con una lujuria renovada los labios del más pequeño, logrando sacar gruñidos evitados desde el interior de su pareja - Sólo disfruta de esto.

Terminó de decir para luego bajar su cabeza y meter todo el pene de Steve dentro de su boca.

Se venía una larga jornada de sexo entre ambos...

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Hola!
Ya! Por fin estos dos lograron su fondue!
Ya descubrimos las intenciones de Matt, ahora... ¿Qué más pasará?
Gracias infinitas por leer y comentar.
Les amo! 🖤🖤🖤
#JennStonner

Toxic Passion: Multiversos Stony Donde viven las historias. Descúbrelo ahora