ELMISMO CORAZÓN

Vida? Para qué?

Llasia pálida, inerte, como muñeca de porcelana, en aquella cama llena de instrumentos, su cara estaba rota pero eso no disminuía ni un ápice de su belleza, parecía q dormía.

" Lo siento, ya no pudimos hacer nada, es demaciado tarde"

Dijo una voz, q fingía afligida, pero a lo mejor talvez fue su impresión, talvez estaba acostumbrada a dar la noticia o talvez, no quería impregnarse de dolor solo para tranquilizar, q por supuesto era en vano.

El gritaba, apretaba su pecho con rabia, con impotencia.

" Porqué ella, por qué no yo"

Repetía una y otra vez en su cabeza, dirigiéndose a quien sabe quién, las lágrimas ya no salían, había llorado demasiado, solo sentía vacío, culpa, y su corazón volviéndose hielo.

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Abre la puerta sin permiso...

_ Naruto, levántate ya!, cuanto tiempo más piensas seguir acostado?- preguntó una voz masculina- Pero q diablos es ese olor?

_ Lárgate!, ya dije q no quiero ver a nadie- refunfuñó contra la almohada.

_ Mierda Naruto, no soporto verte más así, ya ha pasado un año.

_ Y?, Qué diferencia hace? dime! ...Qué sabrás tú de como me...?.

_ ...- la voz no dijo nada.

_ L...lo siento padre, no pretendía...

_ No importa- lo cortó- solo quiero q rehagas tu vida, recuerda q yo también sufro por ti Naruto, ver a mi hijo hecho un vegetal en una cama, siendo solo piel y huesos y sin ganas de vivir, es... asfixiante- terminó diciendo.

_ Después de...- retuvo un sollozo con un nudo en la garganta- todo me da igual padre, no tengo deseos, ni animo para continuar con mi vida, para qué?.

_ Poco a poco encontrarás en que apoyarte de nuevo, lo sé- dijo el padre con mirada de angustia, como recordando- Reanuda tus labores cotidianas y tu trabajo, veraz como poco a poco será fácil continuar.

El joven no dijo nada, sopesaba las palabras q había escuchado,  

" No vale la pena"

_ Ella lo hubiera querido así Naruto- terminó diciendo el mayor.

_ Duele...padre es como...

_ Dejarla ir?- terminó la frase.

_ Sí

_ Estoy seguro de q estaría muy triste si te viera en el estado en q te encuentras.

" Pero ya no puede verme"

_ Iré a trabajar padre- dijo resuelto.

_ Bien- sonrió- te esperaré entonces en  mi oficina más tarde para ponerte al día- se retiró de la habitación.

Su cuerpo se sentía tan pesado como el plomo, pero aún así logró levantarse. Había pasado todo un año encerrado en ese cuarto, el ama de llaves le llevaba los alimentos, pero según sus órdenes dejaba la bandeja en la puerta. No quiso ver a nadie, y las personas que lo visitaban poco a poco desistieron de querer verlo. Su día consistia en " lamento" " recuerdo" " remordimiento" " dolor" y algún juego online cuando se cansaba de estar acostado.

Se miraba en el espejo del baño, apenas se conocía, su pelo rubio largo hasta los hombros, estaba mucho más delgado, su piel era pálida y en sus ojos azules una mirada tan...apagada.
Sí, eso era, su vida se había apagado aquel fatídico día, ya nada tenía sentido ni propósito.
Se hubiera quitado la vida si no sintiera q ella lo estaba observando con decepsión cada vez q la macabra idea pasaba por su cabeza.

" Ella lo hubiera querido así".

Tenía q comenzar de nuevo, por ella, por si mismo, la rueda del tiempo no para y no podía pasar el resto de su vida tirado en esa cama.

" Mi padre sufre por mi"

Ese era el pensamiento q ocupaba su mente ahora.

Se mete a la ducha y se da un largo baño, sale envuelto en una toalla, se pone un traje negro y una corbata naranja, seca su pelo y lo amarra en una coleta y sale de la habitación, por primera vez en todo un año.

_ Joven!- dijo una señora mayor visiblemente emocionada- q alegría me tan grande verlo.

_ Hola Oba-chan, estás más vieja- bromeó el rubio.

_ Y usted tan flaco, mira esa cara!- le apretó las mejillas con fuerza.

_ Auch!- dijo él quejándose del dolor.

_ Irá a la empresa?- pregunta la mujer.

_ Sí, mi padre me espera, pero primero quisiera comer algo si no es molestia- se rascaba la nuca.

_ Por supuesto joven, tiene q recuperar todo el peso q perdió- sonreía mientras se encaminada hacía la enorme cocina- el señor Minato estará muy contento cuando regrese hoy en la noche!- se decía para si misma.

Después de desayunar Naruto salió de la casa, caminaba con paso firme hacia el garage para buscar su auto.
Allí estaba, "nuevo" para su sorpresa.
Sube y pone sus manos en el volante.

" Parece q comenzará a llover"

Apretaba fuerte las manos.

" Espero q no nos arruine el día"

Respiraba con dificultad.

" Aunque me gusta la lluvia en cierto modo, todo se ve tan vivo cuendo escampa!"

Mira el asiento del acompañante.

Sangre

Con un movimiento rápido abrió la puerta y salió a gatas, quedó en el suelo sentado hiperventilando y con los ojos habiertos como platos.

_ Parece q va a ser más difícil de lo q pense- dice para si.

Llama a un taxi.

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La compañía Uzumaki era la mayor fabricante de electrodomésticos en todo el Japón. Tenía subsedes en Australia, Rusia y Estados Unidos, en los últimos años sus ventas se habían disparado y por ende Minato el presidente y su hijo Naruto eran asquerosamente ricos. Pero en contraste con las otras personas que también pertenecían a esta clasificación ellos destacaban por su sencillez, muchas veces criticada.

Caminaba por el lobby ignorando las miradas de solpresa del personal.

" Mira, mira q no es...?"

Codazos y cabezas volteadas sin ninguma discreción.

_ Padre, ya estoy aquí!

_ No sabes la alegría q me das- le dijo Minato dándole un abrazo a su hijo cómo recibimiento.

_ Papá!!!- se quejó el rubio menor- pero si me viste en la mañana.

_ Si es verdad, pero hace tiempo q no te abrazo- dijo apretándolo mas aún- Ven! Sientate- le indicó una silla- Ya mandé a colocar en tu oficina un resumen de producción en los últimos dos años para q te pongas al día, pero necesito más tu ayuda en el área de relaciones públicas, así q trabajarás allí.

_ No hay problema- dijo Naruto, tenía las piernas cruzadas y su rostro apoyado en una mano.

_ El encargado de éste sector es resien contratado así q pueden ayudarse entre los dos para ponerse al día ya que tú también serás nuevo en este trabajo- hablaba Minato mientras sonreía, estaba visiblemente entusiasmado de que su hijo haya decidido al fin continuar con su vida. Tocó un botón en el teléfono a su lado y contestó una voz de mujer.

_ Señor Minato?!.

_ Izumi, informa al vicepresidente de relaciones públicas que lo necesito con urgencia en mi oficina.

Continuará..............