Lluvia

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Caminaba lentamente entre los epitafios, hasta ahora no se había atrevido, a visitar ese lugar. Por qué estaba allí? Pues por la petición de la única persona en el mundo con quien se sentía que tenía una deuda por el resto de su vida, y lo peor de todo es que no había forma alguna de poder pagarla.
Al fin llega y está igual que hace poco más de un año, la última vez q estuvo allí, lúgubre. Delante de la tumba un señor de pelo largo con un sobretodo negro. Se hacerca y detiene su caminar.

_ Llegaste, tardaste un poco.- dice el hombre con voz soberbia.

_ Lo lamento, no pude salir antes del trabajo.

_ Siempre con tus justificaciones Uzumaki.- regañó el viejo- qué tal la empresa?- pregunta.

_ Todo bien.- responde el rubio.

Un silencio incómodo de más de cinco minutos llenó el lugar, solo para hacer aquel sementerio más deprimente, si era q se podía. Naruto miraba la tumba.

" Una persona tan pura y especial, no pertenece a este mundo"
Descansa en paz Hyuuga Hinata

Tragó saliva, y sintió como las lágrimas asomaban, pero las reprimió.

_ Era tan hermosa mi hija!- se lamentaba el hombre- no es verdad Naruto?

_...- Naruto hace un verdadero esfuerzo por no tirarse de rodillas sobre aquella lápida- Si- responde secamente, solo podía dejar escapar esa solitaria palabra.

Pero para él Hinata había sido mas que simplemente hermosa. La había amado con todo su corazón. Ella lo había ayudado a encontrar su rumbo, y perseguir sus sueños, el vacío que sentía sin ella a su lado era tan grande, que nunca iba a poder ser llenado con nada. Su corazón estaba deshecho. Y encontrarse en ese lugar donde estaba su cuerpo, era sofocante. "Solo debe ser huesos", ese inevitable pensamiento lo consumió y ya no pudo reprimirse más. Dió media vuelta e hizo ademán de marcharse pero...

_ Ya te vaz? Acaso no tienes decencia?- preguntó enojado el viejo- matas a mi preciosa hija y nisiquiera tienes el valor de hacer frente a su cuerpo muerto?

_ Yo no la maté!- gritó Naruto.

_ De quién es la culpa que esté aquí enterrada?

_...

_Quien iba conduciendo el maldito auto?

Naruto queda pasmado, una sensación de absoluto vacío se alojaba en su interior. Los recuerdos de aquella noche fatídica inundaron de nuevo su mente en forma cruel. Cae de rodillas al suelo impotente.

_ Todo lo que sufras es poco comparado a lo que ella sufrió. Deberías ser tú el que está allí y no ella- dijo cruelmente el viejo señalando para la tumba que tenía al frente.

Da media vuelta y se marcha dejando a Naruto en un mar de lágrimas y rabia contenida.

Pasa más de una hora allí arrodillado, recordando todo por lo que había pasado. Se sentía tan hundido, tan desconsolado, quería estar solo como se había mantenido todo el tiempo desde que ella murió, encerrado en su habitación, apartado del mundo y de todo lo que pudiera hacerlo feliz, porque en el fondo sentía que no lo merecía.
La lluvia comenzó a caer, para empeorar las cosas, " esa noche también estaba lloviendo", pensó.
Que podía hacerlo sentir peor de lo que estaba? La respuesta era simple, absolutamente nada.
Pero como si alguien le arrojara un salvavidas, a su mente llegó la imagen de otra persona.
Saca su teléfono del bolsillo y hace una llamada.

ELMISMO CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora