Sabes que te amo, ¿verdad?

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Ya el verano había llegado y habían pasado dos meses desde que Stiles y Peter se habían enamorado por primera vez. Eran una pareja hermosa. Peter era tan masculino tipo de pecho plano y ancho, mientras que Stiles era el chico tímido e inteligente lleno de sarcasmo y de hormonas calentonas gobernando su cuerpo y Peter había instado a Stiles a vivir con él en su habitación en el Loft de Derek, quien no dudo en refunfuñar al principio.

Le había tomado un par de semanas con tal de persuadir la idea de Peter, pero Stiles termino por mudarse junto a su pareja a inicios de febrero.

Peter le había agradecido por días después de eso, mientras Derek se quejó.

Una de las cosas que más sorprendió a Peter, fue lo aventurero y experimental que era Stiles en la cama. Siempre estaba sugiriendo cosas nuevas para intentarlas, o pidiéndole a Peter empujar sus límites aún más de lo que él podía. Parecía que el paliducho, le ganaba en resistencia al Mayor de ambos. Tenían sexo sin parar en las noches, en donde acababan bañados de sudor y a la mañana siguiente el que cojeaba era Peter mientras Stiles se apresuraba a hacerle el desayuno a su amado y a Derek, quien esperaba impaciente en el comedor..

La resistencia de Stiles en la cama, había inspirado la idea perfecta para hacer el regalo perfecto en el Día de San Valentín. No podía esperar a ver la reacción de Stiles. Él sabía que le iba a encantar, y que solo debía esperar el momento perfecto para poner el plan en marcha.

─Hey, amor, ¿Qué piensas?─ Preguntó Stiles, golpeando a Peter con el codo. Peter sacudió la cabeza, volviendo a la realidad. Movió sus ojos hacia abajo para mirar al chico sonriente que estaba apoyado contra él. Estaban sentados juntos en el sofá viendo la televisión. O al menos Peter lo estaba haciendo, hasta que se dejó llevar por sus pensamientos.

─Nada─ respondió Peter, envolviendo sus brazos alrededor del pecho de Stiles y acercándolo más.

─Pareces muy distraído últimamente. ¿Tienes algo importante en mente?─ Stiles persistió. Peter se rió y movió la cabeza para empezar a colocar besos con boca abierta al cuello y la mandíbula de Stiles.

─En ti. Estaba pensando en lo perfecto que eres y en lo mucho que te amo─ Peter murmuró contra la piel de Stiles. Dejó que su aliento rozara los labios de su amante para luego fundirse en un húmedo beso.

Stiles suspiró feliz en el beso, sus dedos se movieron hacia arriba para tirar del cabello de Peter. Stiles se aferraba a los labios de Peter ya doraba inmensamente la sensación de sus vellos contra su suaves labios de seda. Se retiró después de un minuto por falta de aire, encendiendo una sonrisa brillante en su rostro. ─Te amo también─ murmuró. Stiles saco su lengua hasta posarla sobre el labio inferior de Peter, quien dejó escapar un gruñido suave y rápidamente cerró la distancia entre ellos.

Besó a Stiles más fuerte esta vez, asegurándose de que Stiles supiera que estaba a cargo. El menor desafío a Peter, metiendo su mano directamente dentro del boxer de Peter y sintió la calentura de su miembro semi erecto. Esto pareció satisfacer a Peter, porque lo que mordisqueó Stiles en los labios y movió sus manos hacia abajo para darle al trasero de Stiles un apretón.

Stiles dejó escapar un gemido desesperado, como pidiendo más, boqueando en la boca de Peter.

─Stiles...─ jadeó el mayor, apretando su agarre en el cabello de su novio.

Peter tenía que apretar aún más sus ojos cerrados con el fin de controlarse a sí mismo. Tiro ligeramente de Stiles hacia atrás quien abrió los ojos para maravillarse ante la visión de la gloria de su amante. El menor se inundó de amor, toda su conducta que expresa su desesperación por más.

Peter hizo chasquear la lengua, moviendo la cabeza en broma. ─Uh, uh, uh, mi vida. Vas a tener que esperar hasta mañana, 14 de Febrero.

En ese momento, Stiles dejó escapar el ruido más triste que Peter había oído en su vida y que casi hace que Peter cambie de opinión; casi lo lleva a donde Stiles quería llegar. Tomando una respiración profunda y analizando la situación, decidió a permanecer firme con su decisión.

─Lo siento, mi príncipe, pero quiero que el día de mañana sea especial─, dijo Peter, con los ojos brillantes. Stiles resopló por lo que se apartó de Peter con molestia fingida.

Peter se rió de Stiles y tiró de él hacia sus brazos y se presentó voluntariamente, dejando que su novio le mantenga cerca.

─Sabes que te amo, ¿verdad? Más que nada ─ Peter murmuró al oído de Stiles, quien se estremeció ante el aliento de Peter contra su cien mientras lentamente ponía su mano en su cintura acariciándola suavemente.

─Lo sé. Te amo, también─, respondió Stiles. Suspirando, se instaló de nuevo en los cálidos y fuertes brazos de Peter. ─Todavía no me gusta que me caliente y luego me dejes en la nada─ se quejó.

Peter se rió de nuevo logrando hacer reír a Stiles también. ─ ¿Quieres hacer eso mañana? Sería divertido hacerlo hoy, pero arruinaría la sorpresa de mañana─ defendió Peter.

─Me coges cada noche Peter ─ Stiles disparó de nuevo, con una sonrisa en los labios. Peter no pudo resistirse a la tentación de inclinarse hacia adelante y besar la sonrisa de Stiles.

─Eso es porque eres tan bueno para mí cada día, bebé. ¿Cómo no puedo darte todo lo que quieres cuando estás tan bueno?─ respondió Peter.

─Si soy tan bueno para ti, ¿por qué no me quieres coger esta noche?─ Stiles bromeó de nuevo, moviendo su mano hacia el muslo de Peter. El mayor se estremeció ante su vacilante voluntad.

─No estás siendo un buen novio en este momento, vas en contra de lo que acabo de decir─ dijo Peter, bajando la voz sin darse cuenta. 

SÉ MI VALENTÍNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora