XVI

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El almuerzo lo pasamos juntos, y volvimos juntos a casa.

Son las seis de la tarde y hace media hora no hablamos, me dijo que tenía que hacer unas cuantas cosas con su hermano y que más tarde cuando llegara a casa hablaría con sus padres. Me puse de pie y me dirigí a la ventana, la suya estaba medio abierta dejando ver una parte de la pared al fondo, en la cual habían unas cuantas fotos más. Definitivamente había puesto más pero no lograba verlas bien, anteriormente ahí solo estaba la imagen que me sacó aquella mañana. Solté un suspiro y me di la vuelta volviendo hacia la cama, tomé asiento en esta y dejé que mi mente volara.

Me puse a analizar mi creciente situación, Taehyung, su familia y la mía... todo iba extrañamente rápido pero no podía asimilar que de una manera algo se me estaba yendo de las manos, algo que había tenido en cuenta al principio de todo, supongo.

Dejé caer mi cuerpo hacia atrás mientras fruncía el ceño, ese algo me está dejando un hueco en negro, es algo especial, ¿qué es?

El celular comenzó a vibrar sobre mi escritorio por lo que me puse de pie y fui a atender sonriendo al ver el nombre en pantalla.

— Bubu. —me reí mordiéndome el labio inferior, así comenzó a llamarme cuando veníamos de camino a casa—. ¿Cómo estás bubu?

— Bien, ¿y tú? —mi rostro estaba ardiendo, me gusta que me llame de esa manera.

— Bien, ¿comiste algo? Ricardo debe de tener hambre.

— No, Ricarda no tiene hambre. —intenté no reír frente a la situación que se avecinaba.

— Mmm, ya hablamos de esto, no es Ricarda, es Ricardo, ya verás. —soltamos una risa suave al unísono—. Aún no hemos llegado a casa, estoy ayudando a mi hermano en algunas cosas de su trabajo, me dijo que hablaría con su jefe para ver si encuentra algo para mi.

— ¿Si? Me alegro mucho. He estado pensando y yo quiero también hacer algo a medio tiempo, sabes, no tengo panza aún, solo algo temporal hasta cuando se empiece a notar. En una cafetería tal vez, no haría nada de riesgo. —dije apresuradamente antes de que pudiese negarse.

Le comenté a Namjoon y me dio el visto bueno como Doctor, con esa condición de que fuese solo hasta que se empezara a ver la panza.

— Bubu, no sé. Yo voy a trabajar, trataré de hacer todo lo posible por ganar y aceptar poco dinero, no creo que sea necesario, adem...

— Taehyung, igual me aburro cuando llego a casa, puedo trabajar de tarde hasta la noche. Es un buen horario y de camino he visto un lugar que no queda tan lejos. —un silencio inundó la linea—. ¿Tae?

— Bueno, está bien bebé. Hablaremos bien de eso cuando llegue a casa. —asentí—. Ah, eso sonó como si estuviésemos casados y cuando llegara a casa tú me estuvieses esperando. —reí y volví a morder mi labio inferior para no soltar un chillido.

— Es prácticamente lo mismo, te estaré esperando cuando llegues.

— Está bien, te quiero, hablamos al rato bubu, cuídate.

— Yo también te quiero, espero por ti bebé. —y antes de colgar pude escuchar como soltó un grito seguido de una pequeña carcajada.

Me volví a lanzar en la cama, risueña. La primera vez que le dije bebé fue cuando tuvimos intimidad y me dijo que le gustó pero me ha dado vergüenza llamarle así desde ese entonces porque me recuerda el momento.

Mi emoción y euforia se fueron desvaneciendo cuando vagamente recordé el día que Taehyung estuvo en casa y me pidió que básicamente no nos viéramos más. Aún hay muchas cosas que no tengo claro pero también hay mucho tiempo para aclararlas, ¿verdad?




La puerta fue tocada un par de veces mientras yo bajaba las escaleras. Al llegar a la sala miré hacia la entrada con algo de curiosidad llevándome una gran sorpresa, ¿qué hacen los Kim en mi casa?

Vamos Tania, no preguntes lo obvio, tómalo con calma.

Mi corazón comenzó un alterado golpeteo que me puso a temblar. Dios, necesito respirar profundo pero.. ¿y si vienen en un mal plan? ¿qué pasa si no aceptan lo que está pasando? Supongo que tendría que aceptarlo yo pero no quiero que se lleven una mala imagen de mi, no soy una chica fácil y esto no lo hice adrede o para hacerle daño a Taehyung.

Agh, ¿qué estoy diciendo?

— Pasen por favor. —la voz de mi madre me sacó de la nube negra en la que me encontraba.

Estaba inerte en el último escalón hasta que le vi entrar detrás de su madre. Taehyung. Tenía una imagen fresca que me invitaba a ir corriendo hacia sus brazos.

El verle me llenó de emoción y un repentino valor, avancé en un paso poco apresurado

— ¿Cómo estás? —preguntó al verme, sin responderle me acerqué a abrazarlo, sus brazos son los mejores. Oh. —dijo mientras me correspondía el repentino abrazo, luego de separarme me fijé algo avergonzada en los tres pares de ojos adultos que nos miraban detenidamente.

— Disculpen, bienvenidos señor y señora Kim. -dije mientras les hacía una reverencia, la mamá de Taehyung alzó una ceja mientras su esposo me miraba con cierta gracia, Taehyung se parecía mucho a este.

— Taehyung, ¿por qué no me presentaste antes a tu novia? —le preguntó de repente ella con un tono algo ofendido.

— Mamá..

— Si Taehyung, es muy bonita nuestra nuera. —me sonrojé al escuchar lo último, había leído y escuchado siempre que así se le llama a la esposa del hijo, no a la novia. Aunque es prácticamente lo mismo pero aún no llegamos a ese nivel.

— Pueden pasar a tomar asiento. —interrumpió mi madre con cierto notable nerviosismo.

Tomamos asiento y Tae tomó mi mano tratando de apaciguar la ya no tan tensa situación.

Through the Sky.  ||  K.THDonde viven las historias. Descúbrelo ahora