XXXIX

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— ¿Cuántas fotos más de tu cara tienes pensado enviarme antes de llegar? —me reí mientras giraba en una esquina.

— Las que sean necesarias hasta que te sienta tocar la puerta. —bufé.

— Estás de buen humor hoy.

— No sabes nada. —comenzó a reír—. Bueno, termina de llegar.

Guardé el celular, estaba nublado y ya había comenzado a lloviznar, no llevaba paraguas así que si no quería bañarme de agua tenía que apurarme.

— ¿Qué me trajiste?

Puse la funda encima de la mesa en lo que este volvía a cerrar la puerta, vacié todo el contenido de esta sobre la madera.

— ¿Y todo ese dulce? —me miró raro mientras se acercaba—. ¿Quieres matarme?

— No es para ti, es para mi. —lo escuché suspirar mientras se giraba hacia la cocina.

— Oh, no de nuevo por favor.

— Te callas. Una queja más y no te doy la leche de banana. —sacó la cabeza por el marco de la puerta en un abrir y cerrar de ojos.

— ¿Me trajiste leche de banana? —su sonrisa se ensanchó como la de el gato de Alicia en el país de las maravillas—. Me amas, es indudable. —volvió a desaparecer.

— Solo te las traje porque me acordé cuando las vi.

— Pff, hazte la tonta.

Hoy es día de pijamada y voy a aprovechar para torturar a Jungkook con mis problemas emocionales. Subí y me puse mi pijama en el cuarto de invitados, que antes era su habitación. Salí y me dirigí al primer piso encontrándolo en pleno acto.

— ¡Ajá! —dio un salto del susto y comenzó a toser mientras yo no podía aguantar la risa.

— Mierd.. —tosía como loco, parece que se está ahogando—. Joder, no.. no vuelvas a hacer eso. —me senté encima de la mesa mientras seguí burlándome de él.

— ¿Qué hacías comiéndote mi helado? —me miró mal.

— Quería probarlo, pero casi me matas, por poco y me ahogo. —pasó la mano por su cuello.

— Eres tan dramático. —me bajé de la mesa y caminé hacia la cocina—. Camina, necesito empezar a torturarte en cuanto antes. —lo escuché quejarse en voz alta mientras yo buscaba cuencos para las palomitas que iba a hacer.



— ¿Cuándo?

— Hacen cinco días.

— ¡¿Qué, y no me dijiste nada antes?! —me tiró una palomita.

— Estaba esperando hasta hoy, no iba a arruinar la semana con eso.

— ¿En serio? Eres tonta. —asentí—. Que bueno que lo sabes.

Metí la cuchara en el bote de helado.

— ¿Y qué? ¿no han vuelto a hablar?

— Me escribe todos los días, pero no le respondo. —no me dijo nada al instante por lo que me volteé a verle, su cara estaba descompuesta en una rara expresión que no supe cómo identificar.

— ¡¿Y entonces?! —gritó.

— Ay. —lo miré mal—. No me grites ogro. —rodó los ojos—. Nada.

— ¿Cuál es tu problema?

— No sé.

— A ver, organicémonos. Me estás diciendo que por primera vez se sinceró contigo sobre todo lo que pasó entre ambos y que prácticamente te dijo que aún te quería. —asentí mientras llevaba más helado a mi boca—. ¿Y entonces? —fruncí el ceño—. ¿Qué? ¿eso no te hace feliz? Es lo que has estado esperando. —dijo con un tono obvio y yo fruncí mi ceño aún más.

— Ese es el problema. No sé qué hacer. No quiero que todo vuelva a la "normalidad" de hace años pero, lo extraño.

Y era totalmente cierto, lo extrañaba mucho.

Volví a ver a Jungkook gracias a su silencio y este simplemente me miraba. Soltó una suave risa mientras apartaba la mirada y luego volvió a hablar.

— Bueno, en todo caso si no quieres volver con él, me tienes a mi. —me guiñó un ojo, yo me las arreglé para con el bote de helado en las manos darle un golpe.

— No jodas.

— Y bueno, entiendo tu punto de vista. Quieres que él te vuelva a conquistar. —¿eh?. Es normal.

— ¿Qué dices?

— ¿No es eso? Es lo más lógico, el sentimiento sigue ahí, lo único que se cansó de esperar y se durmió, hay que despertarlo. —terminado de decir esto me dio una sonrisa abierta y me quitó el bote de helado para comenzar a comer.

¿Es eso?





— ¿Qué haces? Son las una de la madrugada Tania. —creo que la luz de mi celular lo despertó.

— No tengo sueño.

— Pues yo si, apaga eso.

— Voltéate y ya.

— No, no te quiero dar la espalda. —estaba recostada del espaldar, giré el rostro para verle y este tenía los ojos cerrados.

— ¿Por qué no tienes novia?

— Porque tú no me quieres. —dijo en casi un susurro, yo me reí.

— Ya basta con eso.

— Es en serio, no soy correspondido, por eso no tengo novia.

Iba a responder retándole, pero su tono de voz a parte de adormilado era serio, no quería hacerle sentir mal.
Creí que eso ya había quedado en el pasado.

— Sabes, tú y yo somos iguales. —abrió los ojos y me miró aunque yo estaba sentada y él acostado—. Seguimos amando el pasado, la diferencia es que tú amas una historia que viviste y yo anhelo una que nunca tuve.

Volví a acostarme dejando el celular en la mesa de noche y no lo pensé mucho al darle un abrazo, me abrazó de vuelta.

— Lo siento. —le dije en un susurro.

— Está bien. —me apretó entre sus brazos—. Bien, funcionó el que me tomaras pena, mira como viniste a abrazarme.

— Eres un idiota.

— Soy muy inteligente. —nos reímos—. A ver si te imaginas que es Taehyung quien te está abrazando y te duermes. —solté una carcajada.

— No seas tonto. —seguimos riendo—. Taehyung es blandito como un colchón, tú eres tan duro como el piso.

— Auch. No te basta con rechazarme eh, también tienes que insultarme. —volvimos a reír.

— Es broma, solamente tienes que bajarle algo al entrenamiento.

— Nunca.

— Bueno, ahí te ves pedazo de piso.

Through the Sky.  ||  K.THDonde viven las historias. Descúbrelo ahora