|IX|

431 54 0
                                    

Abril, 2018.

— ¿Puedes hacer un poco de silencio? Estoy tratando de concentrarme en este bendito acertijo de mierda.

— No te ha respondido, ¿verdad? —subió la mirada.

— ¿Responder qué?

— Sobre la propuesta que le hiciste, te he notado tenso todo el mes. —soltó una leve carcajada haciéndole rodar los ojos.

— No molestes Hyung, sabes que no le hice ninguna "propuesta" sólo le dije que me gustaba. —volvió a fijar la mirada en la laptop.

— Se asustó, más bien la espantaste. —volvió a reír—. No acabas de terminar bien una relación y ya estas detrás otra pobre niña.

— Oye. —Taehyung cerró de golpe la laptop y lo miró con el semblante serio—. No estoy para tus malas bromas Yoongi.

— ¿Yoongi? —se acomodó en el sillón—. Vamos, no me digas que te has enojado por tremenda estupidez. Estás muy sensible Tae.

— Ya sabes porqué. —se puso de pie y dejó la laptop donde estaba sentado.

— Ya hemos hablado de esto, no te alarmes. No seas paranoico.

— Déjame en paz. —dijo antes de salir de aquella habitación y subir a su habitación sintiéndose algo enojado.

Saliendo de aquella habitación Taehyung se encontró con su madre, quien le miró algo preocupada al ver la expresión que llevaba su hijo.

— Tae, ¿sucede algo?

— Nada. —dijo sin más mientras subía las escaleras.

— ¿Qué le hiciste a tu hermano? —entró a la habitación mientras Yoongi se ponía de pie.

— Nada mamá. —respiró profundo.

— Sabes lo que le sucede, no puedes estarlo angustiando Yoongi. —él resopló mientras le miraba.

— Mamá, no se está muriendo, no lo trataré como la flor más delicada del mundo. Se encuentra bien, ¿okay? —el rostro de su madre se frunció ante aquellas palabras—. Me gustaría que tú le dejaras un poco en paz, se siente sofocado con el tema, eso es todo. No lo hostigues tanto. —dijo antes de salir de la habitación.











— No puedo.

— ¿Por qué no?

— Me da vergüenza.

— Tania. —lo miré—. ¿Estás tonta? —fruncí el ceño.

— No. —él se acomodó delante de mi.

— ¿No era eso lo que querías? —lo pensé un poco antes de asentir—. Entonces, ¿cuál es tu problema?

— Yo... no lo sé. —me tiré hacia atrás en la cama.

— Mi consejo es que dejes de ignorarlo. Sean novios y tengan muchos hijos.

Sus palabras me llevaron a pensar en el consejo de la abuela, vivir mi juventud. ¿Por qué tenía miedo de hacerlo? Al principio tenía miedo al rechazo, pero ahora tengo miedo al final. De todos modos se va a acabar algún días, la clave está en disfrutarlo mientras dure, supongo.




Literalmente me están temblando las manos, no se qué se supone que haga cuando le vea. Debería de tomarme las cosas con un poco de calma, ¿no es así?

Acabo de entrar al aula y esta está completamente vacía, por suerte.
No ha sido hasta que me encuentro en mi asiento que me doy cuenta de el grado de nervios que me cargo.

Anoche no he podido dormir mucho que digamos y he llegado temprano así que supongo que a pesar de todos mis problemas emocionales no me hace daño una siesta, más tarde tendré suficiente tiempo para preocuparme por mi en ese aspecto.


— ¿Tania? —sentí mi cuerpo moverse ligeramente—. Tania, despierta.

Abrí los ojos asustada, mierda. Me quedé observando su rostro, era tan lindo.
Demonios, ¿Por qué me sigo haciendo las cosas más difíciles?

— Disculpa por despertarte pero están casi por comenzar las clases. —señaló el reloj en la pared.

— No, no hay ningún problema. Gracias. —asintió un poco brindándome una pequeña sonrisa.

Se dio la vuelta con la clara intención de volver a su asiento pero inmediatamente se volvió hacia mi.

— Necesitamos hablar más tarde, ¿está bien? —sin saber qué responder asentí.

Esta vez si se dirigió a su asiento, dejándome ver claramente las miradas atentas (gracias a Dios no tantas).


— ¿Por qué miras tanto por la ventana?  —di un brinco al sentirle a mi lado e intenté disimularlo encogiendo los hombro sin retenerme a mirarle mucho.

— Es bonita vista. —vi cómo asentía por el rabillo del ojo.

— ¿Podemos hablar ahora?

Su rostro es sumamente hermoso, se me hizo difícil apartar la mirada de él durante unos cuantos largos segundos.
¿De verdad le gusto?
¿Cómo es eso posible?

Me detuve frente al gran y familiar árbol, él hizo lo mismo a mis espaldas.

— Quiero disculparme. —comenzó, ¿Disculparse por qué?—. Lo que he dicho anteriormente a puesto bastante tensa nuestra relación, quiero disculparme por eso.

Me di la vuelta viéndole los hermosos ojos y me entraron unas ganas inmensas de decirle todo lo que siento, creo que me quedarían cortos los quince minutos de receso.

— Si quieres po-podemos hacer como que nunca pasó, si tanto te incomoda. Yo trataré de olvidarme del tema pero, por favor, deja de evadirme. —sus últimas palabras me hicieron sentir como la peor persona del mundo.

Tome cierta cantidad de aire y respiré profundo tratando de evitar las lágrimas pero no pude llegar a decir siquiera la primera palabra a causa de una risa sarcástica.

— ¿Ésta es? —ambos miramos en su dirección, él algo sorprendido y yo confundida—. ¿Por ésta me dejaste Kim Taehyung?

Through the Sky.  ||  K.THDonde viven las historias. Descúbrelo ahora