XXIV

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Junio 20, 2018.

Caminábamos despacio tomados de la mano, hoy miércoles fue un día tranquilo, tomamos nuestro último examen hace un par de horas y desde que salimos andábamos caminando en este parque. Taehyung llevaba de la mano una sombrilla que trajo de casa ya que estaba algo nublado, mientras me tomaba de una mano con la otra sostenía de esta, íbamos en silencio sintiendo la brisa. Yo estaba algo calmada el día de hoy, diría que más calmada de lo normal y en cierta forma me atormenta.

Mi mes de embarazo ha sido un poco caótico por lo que se me hace algo extraño no tener náuseas como el día de hoy.

— ¿Qué tanto piensas? —subí la mirada cuando este me habló, no tenía nada qué responderle y ciertamente tampoco quería hablar así que simplemente negué, este asintió.

Caminamos hacia una banca y tomamos asiento en esta mientras seguíamos sintiendo la cálida brisa chocar nuestra piel, era un día bonito. Yo parecía ver brillos por doquier.

— ¿Mañana te toca trabajar? —negué lentamente. Hoseok iba a tener la cafetería cerrada toda la semana a causa de mantenimiento.

— ¿Y tú, irás a trabajar mañana? —negó lentamente antes de dirigir su mirada hacia mi y sugerir lo siguiente con una sonrisa.

— Vamos al cine. —no pude evitar sonreír devuelta.

— Solo si comemos otra cosa que no sea palomitas. —hice una mueca de asco y él una de sorpresa.

— ¿Bebé no quiere palomitas? —puso la mano en mi estómago y acercó el oído a este, yo solté una carcajada en respuesta.

— ¿De qué hablas? es que estoy hastiada de las palomitas, quiero cosas dulces. —le hice un puchero y este acaricio mi estómago aún en su lugar.

— Bebé, ¿estás sobornando a mami para que te de cosas dulces, eh? —tuve que morderme el labio para no seguir riéndome ante su ternura—. Está bien, está bien, entiendo. Si quieres dulces entonces dulces tendrás, ¿si? —seguía pegado a mi estómago, fingiendo una conversación con el feto, es un tonto tan lindo.

Mi corazón se detuvo al mirar a mi derecha, mi risa dejó de fluir y hasta dejé de respirar por unos segundos. Hyeji estaba de pie mirando hacia nosotros con furia, Taehyung seguía pegado a mi abdomen mientras hablaba y yo no pude moverme.

— T-Tae. ¿Por qué mejor no nos vamos? —pregunté cuando desvié la mirada rápidamente.

— ¿Por qué, quieres algo dulce? —se incorporó y miró alrededor, al parecer no la vio porque se puso de pie y antes de que yo le dijera algo volvió a hablar—. Lo tengo, te voy a traer un helado.

— Tae, va a llover. —le tomé la mano tratando de que no se fuera y cuando me iba a poner de pie este me volvió a sentar con delicadeza.

— No importa la lluvia, puede estar nevando pero si mi bebé quiere algo dulce se lo voy a traer. ¿Vez allá? —señaló un vendedor de helados andante que caminaba a paso lento—. Te voy a traer uno, espera aquí.

— Pero Taehy..

— ¡Espera, se está alejando, ya vuelvo! —gritó antes de que yo pudiese detenerlo.

Me sentía algo angustiada, no pude quitarle la mirada mientras este corría con el paraguas en mano, estaba tan enfocada en no perderlo de vista que me espanté cuando una silueta se metió en medio cubriendo el camino por donde Taehyung se había ido. Me puse de pie rápidamente levantando la guardia.

— ¿Se te perdió algo? —le pregunté con indiferencia luego de ponerme de pie, volví mi mirada al camino pero Tae ya no estaba visible, seguro giró en algún lado.

— Tengo una duda. —se acercó hacia mí con su aura amenazante, yo me mantuve todo lo firme posible ante su mirada cargada de odio—. He visto una escena algo graciosa. —soltó una carcajada desganada cuando estuvo lo suficientemente cerca de mi, y cuando menos lo esperé me pegó en el estómago, haciéndome dar un par de pasos hacia atrás. Maldita sea, dolió.

— ¿Qué demonios te pasa, estás desquiciada? —le pregunté como pude ya que me había sacado un poco el aire con el golpe, tampoco fue mortal pero tengo que tener cuidado con esta psicópata.

— ¿Qué es lo que estaba haciendo Taehyung? ¿te hacía mimos? ¿por qué? —ella avanzaba y yo retrocedía con mi mano en el estómago en forma de protección, tengo que cuidarme, esta trae cada vez peores intenciones.

— No es de tu incumbencia, ve a casa y busca qué hacer con tu vida.

— ¡Maldita golfa, no lo puedo creer! —abrió los ojos y su rostro denotó sorpresa cuando se detuvo—. ¡Le saliste preñada al mal nacido! —soltó una risa—. ¡No puedo creerlo! Llegaste hasta eso, ¿en serio? —mi ceño se frunció y comencé a sentir el cólera crecer dentro de mi—. Esto es increíble, ¿por eso ha estado faltando a clases? ¿para trabajar y ahorrar para mantenerte a ti y al mocoso? —volvió a acercarse, esta vez no retrocedí. Como vuelva a decir otra estupidez le pego en la cara.

— ¿Te molesta? —su sonrisa sarcástica se borró.

— ¿Crees que ganaste algo?

— Al parecer la lotería porque no dejas de joder.

— Pues déjame recordarte lo miserable que eres. Seguro que se metió contigo porque sus padres lo obligaron, míralo bien, simplemente se ha acostumbrado de mala manera. Le has arruinado el futuro. —no me contuve y estampé mi mano derecha en su cara, esta volvió la cara para dirigirme una mirada que ya había visto—. Te vas a arrepentir de haber nacido.

— Hablas mucho. —le tomé el pelo entre las manos, ya me tenía harta, nunca he sido una persona pasiva, ni problemática pero también tenía mis límites.

Nos jalábamos el pelo con fuerza mientras nos gritábamos groserías, en un momento de descuido le aruñé la cara y esta gritó de dolor. Pero me sacó el aire, por la cercanía pudo darme una patada en el abdomen que me debilitó por completo, no duré mucho en caer al piso mientras esta seguía tomándome del pelo.

— Te dije que te iba hacer arrepentirte de haber nacido. —jaló de mi cabello mientras yo aruñaba su mano tratando de que me soltase, me jaló tan fuerte que llegó a arrastrarme.

Me dolía como un demonio y por si no fuese poco me propinó otra patada bien fuerte, el bebé. Traté de ponerme de pie entre lágrimas, quería proteger a mi bebé, tenía que protegerlo pero no pude porque esta me volvió a dar otra fuerte patada la cual me hizo gritar de dolor.

Ya no tenía fuerzas para moverme.

— ¡Me has arruinado, también tienes que saber lo que se siente! —no lo pude creer cuando otra patada me hizo caer sin más al piso.

Sentí pequeñas gotas de agua golpearme y comencé a llorar de dolor.

Taehyung, te dije que iba a llover.

Through the Sky.  ||  K.THDonde viven las historias. Descúbrelo ahora