Pese la noticia de los capitanes solo resta aguardar una nueva orden o en este caso volver a casa. La misión tomo un 2 días en completarse.
No tengo noticias de Laia, creo que ya esta en la gran ciudad junto a varios encargados ¿habrá hecho bien su trabajo? Solo espero que este bien al igual que Jean, Andrés dijo que sufrió un gran desgaste en la lucha...
-Es hora de irnos.- Me dice Jhon.
-Pero Laia...-
-Ella esta bien, sabe cuidarse y estuvo en muy buenas manos durante la misión.-
-Eso espero.- Digo tomando mis cosas y yendo a por un transporte.
Son las 11 de la mañana, no hay noticias aparente de los demas poco a poco todos comienzan a ir se no hay menciones de honor, no hay una despedida y tampoco hay un mensaje de ánimo por parte de los superiores.
Al llegar a casa no noto a Laia no ha llegado son las 12:35 P.M -(Debe de estar almorzando.)- pienso mientras tomo el directorio y busco un buen restaurante para comer.
Siendo la 1:40 P.M habiendo terminado de almorzar tomo mi abrigo y reviso de nuevo los pedazos de tela...
-Como cayeron tan rápido...- Digo en voz baja para después volver a guardarlos en el abrigo.
A las 4 en punto la puerta se abre, es ella luce agotada y con su cabello recogido entrando.
- ¿Día difícil?-
-Si...- Responde con poco entusiasmo. -Ire a dormir un poco...- Dice mientras se va quitando por el camino su ropa hasta acabar en su ropa interior.
-Tendre que recojer esto.- murmuró mientras me agacho y comienzo a recojer sus ropas para llevarlos a la lavadora. -Dormir no es mala idea...-
En la habitación me quito mi ropa dejándome únicamente mi ropa interior para luego levantar con cuidado el tendido grisáceo entrando en este como un capullo. Laia duerme profundamente que apenas se percata de que ya estoy rodeando con mis brazos su cuerpo, cerrando mis ojos y comenzando a respirar más despacio dejando entrar el aroma de su cabello a mis pulmones... en poco tiempo los dos caímos en un profundo sueño del cual no despertaríamos si no hasta la otra mañana.
-¿Cuanto dormir?-Dice con su cabello desaliñado.
-Casi un día, son las 6 de la mañana.- Digo revisando mi celular.
-Debo ir a trabajar.- Dice dandome un beso rápido escuchando ese sonido particular de la succión de los labios.
Entrando rápidamente al baño con una toalla y volviendo a salir de este comienza a cambiarse frente de mi.
-Eres un miron.- Dice sonriendo pervertidamente.
-Puede ser... puede ser.- Digo lanzandole una mirada pícara.
-Jajajaja, para la próxima sera debo trabajar.- Dice tomandome de los hombros y dando un leve beso.
Terminado ella de alistarse para salir de casa dejando oir únicamente sus llaves y la puerta la cerrarse con prisa...
-(Debe de estar ocupada en el hospital.)-
A los pocos minutos de ella haberse ido llamaron a la puerta, no era ni más ni menos que el Capitán Anderson.
-Sé lo de los capitanes, yo debí haber ido en su lugar...- Dice viendo al suelo.
-Pero no fue así.-
-Ya. Fue un error mío ahora nos hacen falta 4 capitanes... Tenemos que rellenar rápidamente esos espacios...-
-Aun no creo que hayan hombres listos para esa labor.-
-Eso es lo usted piensa.-
-¿A que se refiere?-
-Todo a su tiempo, todo a su tiempo.-
-Necesitamos recuperarnos... prepa.- Antes de poder continuar Anderson me interrumpe.
-Se realizara una expedición... dentro de 3 días se realizará una expedición a las afueras de los muros... Tenemos planeado ir 24 kilómetros en línea recta, sorteando obstáculos y lugares... Con la esperanza de hallar respuestas... hallar vidas y sobre todo hallar una cura.- Dice viéndome fijamente a los ojos. -Prepara tu equipo...- Dice dando media vuelta.
-Tres... días.-
Cierro la puerta pensando en lo ocurrido para luego buscar una libreta con todos los números de mi escuadrón, arrancando la hoja y llevándola a la habitación junto a una libreta y un bolígrafo comenzaría a marcar numero por número hasta completar la secuenciación.
-Stik... Tenemos tres días.- Digo dando un suspiro para continuar. -Necesito que se preparen y estén listos.-
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The infection
Science FictionAparentemente el mundo ha cambiado, pero grandes mentes surgieron de la oscuridad, llevando consigo las mas grandes de las dichas la supervivencia de su especie y la libertad se toman de la mano en esta pequeña obra.