Una llamada inesperada.

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Ya han pasado tres días desde aquella fiesta siendo las 12:30 P.M, almorzando en el centro de la ciudad junto a Laia pues los dos cumplimos las mismas horas laborales.

-Si que te gusta el puré de papa.- Digo mordiendo un pedazo de costilla de cerdo.

-Y a ti la carne pequeño salvaje.- Responde ella untando un poco pure en mi nariz.

Los televisores de la zona dejaron de funcionar dejando así un partido de fútbol a medias (Deporte que nunca me llamo la atención)

-¿Hm?-

-¿Que pasa?- Pregunto viendo el teléfono con estática.

Los teléfonos celulares tanto de ella como mío sonaron a la par.

Mi teléfono celular resuena con un nombre "Anderson."

-¿Si?-

-Julian te necesito aquí ahora, en la estación de contraataque ¡ahora! Debo irme.- Dice Anderson contando imprudentemente

-¿cari...?- Digo levantando la mirada para notar como los ojos de ella se volvían cada vez más rojos. -Tenemos que irnos...- Digo abrazandole y dandole un beso rápido. -Recuerda eres la mejor en lo que haces y nos volveremos a ver.- Digo tomando mi abrigo y subiendo a un taxi.

Tardando 10 minutos en llegar a la estación principal.

-¿Que sucede?- Pregunto.

-Atravezaron el muro al oeste, no me sorprende ese lugar es más cálido, sus infectados son más activos. Vámonos hay que llegar a la estación del oeste lo más rápido posible.- Dice Anderson abriendo la puerta dejando ver un vehículo blindado.

Es extraño solo estoy yo y él ¿el resto ya estará allá?

-Los demás fueron solicitados hace 30 minutos, creo que hay problemas.- Dice Anderson revisando un revólver y su munición.

Afortunadamente llegamos sin problemas alguno.

-Rapido ve a por equipo y reúnete con tu escuadrón.- Dice Anderson apuntando a la armería.

¿MI ESCUADRÓN?

Tomando mi equipo que consiste en: Una stery AUG, una glock 18 y un par de sables que llevo en cada pierna de 90 cm de largo cada uno.

-¡Julián del cuerpo de Contraataque!.- Grita un soldado de asalto. - Camarote 5 ya.-

Sin pensarlo voy rápido es extraño yo no puedo estar al mando de un escuadrón y efectivamente yo no era al mando.

Él que solicitó mi presencia no era ni más ni menos que Fabián.

-Fabián.- Digo cruzando la puerta.

-No hay tiempo de saludos, conoce al equipo ¿verdad?- Dice señalando. -Jhon del cuerpo de defensa, Yo del cuerpo de ataque, Winter del cuerpo de asalto, Catalina del cuerpo de medicina y Julián del cuerpo de contraataque.-

-¿Donde esta Laia?- pregunto rápidamente.

-Fue solicitada en otro escuadrón, en el de Andrés y Jean. Esta en buenas manos joven Julen.- Dice Jhon tranquilo.

En eso la puerta se abre de golpe dejando ver una señora de traje ejecutivo y dos hombres altos y muy bien entrenados.

-¿¡Donde esta Sti!?- Dice ella muy histérica.

- Señora no tiene permiso para estar aquí.- Digo intentando la hacer retroceder.

-No me toque jovencito.- responde con un gesto de desagrado. -Vine por mi hijo, no dejare que muera en este lugar.-

-¡No es tu decisión madre!- Grita Stik caminando molesto hacia ella. -Cuando decidí entrar y dejar atrás el clan, tus rivalidades, tus venganzas y tu estupido sentido de competencia lo hice para tener un futuro que yo mismo pueda crear.-

-Pero no es decisión tuya, sabemos que estuviste con esa chica.- le responde rápidamente.

-¿Quien?- Pregunta winter.

-Ella, la de cabello rizado. Saliste con el enemigo ¡Estuviste con la competencia y no la eliminaste!- Le grita en la cara.

-Dije que no seguiría las ideas del clan nunca más, debemos prosperar juntos en equipo no atacando familias por dinero ¡No más!- Dice Stik dando media vuelta.

-Si no lo haces tu lo hará alguien más. - Dice ella dando media vuelta y sus guardaespaldas cerrando la puerta.

-Que acaba de suceder.- Digo muy confuso.

-Los clanes toda esa mierda, 4 familias dirigen este lugar, este nuevo y repugnante mundo. Las 4 familias han estado en una estupida guerra que ni ellas recuerdan... me usaron de soldadito de plomo para sus estupideces pero ya no más si usaré mis habilidades de tiro será para cuidar a los nuestros ¡para cuidarlos a todos ustedes!- Dice Stik abriendo un armario sacando de ahí su rifle de francotirador.

The infectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora