〘 O 2 〙

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Después de aquel problema, ambos lo arreglaron como una pareja segura de sí misma lo sabe hacer, sin inseguridades y sin malos entendidos de por medio, sin nadie a su alrededor que pudiera juzgarlos, un pequeño problema no es el fin de la relación, si lo quieres, solo lucha por el.

El bicolor despertaba después de una gran noche de amor con su pareja, aún se encontraba cansado y las ganas de querer hacer algo no estaban ahora en su lista, sino que quería los mimos de su novio para relajarse completamente y luego volver a su horario natural.

Lo que pasaba ahora era que el chileno no se encontraba a su lado, confundido pero debía estar ocupado, agradeció que lo dejara descansar lo suficiente, ahora se enfocaría en hacer el almuerzo.

¿A dónde pudo haber ido? Ya se lo explicaría después.

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— Cariño, regrese, Santiago y Lima te envían saludos.-

El peruano se encontraba en la cocina, obviamente escucho cuando Chile ingreso y mencionó el nombre de su menor, raro.

— ¿Lima se encontraba en casa de Santiago? Pensé que se odiaban.- Dijo confundido, Lima no le había comentado nada de una buena relación con el hijo de su pareja.

— A mi tampoco me menciono algo mi propio hijo, conversamos frecuentemente, es algo raro. Aunque tu hijo se encontraba algo cansado y sonrojado, protegiendo su cuello con sus manos.-

Perú solo escuchaba atentamente mientras seguía calentando la cena del recién llegado, ambos no eran idiotas, sabían lo que pasaba allí. Después hablaría con su capital, no quería que estuviera ocultándole cosas importantes.

— Ya tienen la edad suficiente. Ven a cenar.- El chileno no protesto y simplemente comenzó a degustar la delicia hecha por su novio.

El bicolor estaba a un paso de acompañar a su pareja, pero una llamada interpuso el momento. No se extrañó demasiado al ver el número de su hermano en la pantalla, lo llamaba muy frecuentemente para acordar cosas o preguntar sobre su bienestar.

— Un momento.- Dijo caminando hacia un lado de la habitación para poder charlar.

Perú no demoro demasiado, solo fueron un pequeño intercambio de palabras donde se escuchaban claramente los gritos de algún país al teléfono, algo extraño para ser tan tarde.

Regreso entre suspiros, notando la mirada de su pareja en él, necesitaba una explicación acerca sobre la conversación y los gritos que había escuchado.

— Saldré un momento, amor. Bolivia acaba de fracturarse tratando de ayudar a Argentina y México a mover algunas cosas.- Dijo colocándose lo más rápido las zapatillas.

El peruano ya estaba a un paso de cruzar la puerta e irse a ver el estado de su hermano, rogando que no pasara algo peor.

Pero..

Antes que cruzara esa puerta, una mano tomo su brazo evitando su salida, una mueca de confusión se colocó en el rostro del peruano pues quien estaba sosteniéndolo con fuerza era su misma pareja, ¿Qué demonios…?

— ¡Estoy ocupado! ¿Qué pasa?.- Alzo un poco la voz, quería ver a su hermano menor y saber su estado.

El chileno no soltó ni una palabra de su boca, su expresión con el peruano era seria, llegando al punto de incomodar al peruano con la escena que estaba montando el de parche, estaba impaciente. El mayor jaló bruscamente y sin cuidado alguno al peruano hacia los sofás que había en la sala, colocándose encima de él haciendo que no pueda huir.

Comenzó a juntar sus labios y los de su pareja en una leve danza, besándolo cuidadosamente, pero el menor solo estaba confundido con las actitudes de su pareja, ¿Acaso no lo escucho bien…? Solo estaba concentrado de dar ese beso que el peruano no estaba disfrutando como otras veces, en serio estaba asustándose.

Con fuerza en sus manos aparto al mayor, con la respiración agitada, vocifero la pregunta del momento.

— ¿¡Que te ocurre!?.-

— Quiero hacerlo.- Contesto sin más, sonrojando al contrario.

— ¿Qué? Necesito ver mi hermano, no estoy para tus juegos.- Trato de zafarse, pero era imposible.- Suéltame ahora.

— ¿Ahora soy un juego? ¿No valgo nada para ti? Entonces, ¿No irás a ver a Bolivia? ¿Irás a ver a otro jodido país?.- Comenzó a exaltarse, esto no se veía bien.

— Deja de hablar estupideces y muévete, tengo cosas que hacer.-

Chile tomó ambos brazos al ver los intentos de Perú al querer escapar, se estaba estresando por esta actitud de niño del mayor, no tenía sentido su petición tan rara ahora, quería estar al lado con su hermano menor.

— Q-Quiero sentirte, Perú. Por favor, solo esta vez cambia a tu hermano por mí.- Susurró en su oreja con una deliciosa voz ronca que atrapaba al peruano, la odiaba pero le encantaba.

— Chile, no pued--...

— Por favor.-

Perú pensó un poco las cosas, la situación le decía que corriera buscando el vuelo más rápido hacia el territorio de su hermano, pero su corazón -y quizás calentura- hacían dudar sus pensamientos.

Bolivia puede que no este tan mal y Argentina estaba exagerando, ya que había sido el blanquiazul quien lo recibió al otro lado de la línea entre gritos de ayuda. Podía verlo luego, si, no había nada de malo. Para responder al chileno, se acercó a sus labios besándolos suavemente, llamando la atención de su pareja rápidamente y comenzando con la "fiesta".

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— ¿¡Donde esta!? ¡Debió estar aquí hace 1 hora!.- Dijo un asustado Argentina colocando vendas a las vendas en un acto de tratar de parar el sangrado de la pierna.

— No seas un idiota, debes quitar las otras vendas antes, o si no contaminarás las nuevas.- México ayudo a Argentina, también era su culpa.

— P-Perú.- Susurró con una mueca de dolor el boliviano.

— Chile tampoco contesta, ¿Qué estarán haciendo esos dos?

No falto respuesta, solo un silencio incómodo para conectar sus pensamientos al mismo tiempo, llevando una mano a la cabeza para tratar de correr esos pervertidos pensamientos.

— Dejemos que la pasen bien, ya hablaremos con Perú.-

— Que momento eligió.- Dijo el argentino tratando de desinfectar con cuidado la herida que tenía a la vista.

- Dijo el argentino tratando de desinfectar con cuidado la herida que tenía a la vista

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¡Gracias por leer!

_KaliMayx

¿Amor? [Chirú // Violentometro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora