¿Amor? [Chirú // Violentometro]

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「💛」

No cñores, acá no habrá violencia, acá habrá lo que a ustedes les gusta puerkxs.. Pero no dejare pasar esta fase.

El estado de humor del chileno no era el mejor luego de esa llamada, dejándole un agrio sabor de boca con tal solo saber quien podría venir a ver a su pareja, ¿Donde estaba en país que prometió cambiar con tan solo poder ver a su prometido feliz? Se esfumó tan rápido como había llegado, sus sentido de proteger a lo que era suyo nublaban sus sentidos, y la fuerza bruta era lo de menos.

Era obvio lo que quería lograr México, era tan claro como el agua sus verdaderas intenciones, siendo todo el mundo completamente idiotas al no notarlo: México quería alejarlo de el.

Pero eso no iba a pasar, claro que no, el se encargaría de eso.

Sus pensamientos fueron esfumaron con tan solo ver la figura del menor pasar por la puerta, ese bello país debería ver visto solo por el en todo su resplandor. El peruano sonrió con cansancio mientras mantenía una bolsa de hielo en la parte afectada, llenando el pecho del mayor de culpa, entre señas le indicó que se acomodara a su lado.

El bicolor acato lo pedido sin discusión alguna.

El chileno planto un pequeño beso en la frente del peruano, no quiso separarse, no podía, juntaron ambas frentes en un momento pequeño de silencio, siendo roto por el tricolor.

— Lo siento, ¿Si?.- Dijo el mayor casi en un susurro.

— N-No fue tu culpa, cariño.- Comento forzando una sonrisa, a pesar que ambos continuaron hasta el final, el peruano solo lo hizo por complacer al chileno.

— ¡Claro que lo es! Tan solo ver tu hermosa piel dañada es... Terrible.-

— S-Solo fue un error, puede seguir sucediendo, debemos ir más lento la próxima vez.- Dejo el hielo de cubría su mejilla a un lado, no le importo lo helada que se hallaba, tomo el rostro de su amado con ambas manos.

— Te amo, no te quise lastimar.- Se separo levemente para mirarlo a los ojos.- Nunca me dejaras, ¿Verdad?.

— Nunca lo haría, ¿Nunca me engañarías, verdad?.- Lo ultimo lo dijo tratando de bromear con el mayor, pero lo único que provocó Perú fue estremecerlo.

— Nunca lo haré, mi amor.-

Juntaron sus labios con ternura, tratando de demostrar en ese beso todo lo que ambos corazones no podían expresar con palabras. Era un beso tan cálido, sin apuros, solo un momento entre ambos que disfrutaban siempre.

La cercanía de ambos cuerpos, el calor contrario que era perfectamente conocidos por ellos, todo era perfecto a la hora de mostrar mostrar su cariño, sin necesidad de palabras y solo caricias.

Que aquel beso débil y cariñoso comenzó a tomar ferocidad gracias al mayor, quien con ese beso demostraba a su pareja lo que quería.

Y se lo iba a dar.