¿Amor? [Chirú // Violentometro]

〘 2 O 〙

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Al llegar a la casa del venezolano, se dispuso a descansar, a encerrarse en la habitación que le preparó Venezuela, no quiso entablar una conversación con México por mucho que estuviera viéndolo, solo demostraba en su rostro el dolor que sentía en su alma, él necesitaba estar a solas y pensar en todo lo que paso hace unas horas.

La noche estaba realmente hermosa, la perfecta luna mostraba su belleza con su brillo fugaz, presenciando en primera fila la llegada de dos países a territorio venezolano, fueron recibidos por el tercer país que se hallaba dentro de esa casa.

El mexicano observaba la situación con aires de preocupación, no era normal ver al carismático Perú con un humor tan bajo como el de este momento, miro a Venezuela exigiendo respuestas ante el comportamiento del menor, solo soltó un suspiro, obviamente iba a explicarle lo que ocurría.

Aun así, el ambiente no dejaba de ser triste, Venezuela no tendría al peruano demasiado tiempo por su estado de salud, iría con México después de que el mismo les informara que se sintiera mejor y poder asegurarse que todo vaya bien. La seguridad del menor de ambos era primordial, ningún rasguño más en la piel del bicolor, tampoco dolores, merece una vida que todo país merece y ellos se encargarían de que aquello pasara, así les tome un tiempo, eso no importaba ahora.

Ellos no podían resolver el problema del peruano, pero si podían evitar una tragedia.

¿Si podían evitar que algo pasara, verdad?

「❤」

3 semanas después..

— ¡N-No lo entiendo! ¡Esto es estúpido!.- Se quejaba el chileno mientras era escuchado por cierto amante.

— Tienes que admitir que fue tu culpa.- Dijo Colombiano con una sonrisa, daba una pequeña sesión de masajes para bajar la tensión que el de estrella tenia en sus hombros.

— Y lo admito, sé que no debí hacer eso, pero tan solo verlo con ese estúpido mexicano, no supe como controlarme...- Contesto con sinceridad mientras las lágrimas se posaban en sus ojos.- Lo extraño.

— Eres un imbécil.- Dijo el tricolor sin borrar su sonrisa ni pausar sus actos.

— Gracias por tu ayuda, pero te llame para que me ayudes, no me insultes.-

El rostro serio de Chile hizo soltar una carcajada al colombiano, quien tomo el cuello del contrario y moviéndolo a un lado para hacerlo crujir levemente, obviamente el de parche de estrella soltó un quejido.

— Creo que solo me llamaste porque Venezuela es mi hermano, ¿Cierto?.- Exclamó acomodándose en el sillón frente al chileno, el mayor asintió.- ¿Y qué podría hacer?.

— ¡No lo sé! No tengo ni la menor idea, no sé que debería hacer, solo sé que no quiero perderlo.- Su voz sonó triste, aunque a Colombia no le importó, sabía que el tricolor de estrella era un estúpido.