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No sabría decir si se podría considerar como algún fetiche o filia lo que yo tenía, trate de buscar información en internet que me guiara un poco sobre esos temas pero no encontré nada.

Aunque no sé si se pueda catalogar como alguna de ellas pues solo me pasaba con Seijūrō, se me hacía inevitable no hacerlo en esos momentos, el solo ver su espalda me daban ganas de acariciarla u arañarla.

Me causaba tanta satisfacción hacerlo y después ver las marcas que le quedaban era her.mo.so. Cuando íbamos a la playa o la piscina la situación se me hacía desesperante, el no poder hacer lo que anhelaba provocaba que me lastimara a mí mismo.

Sin embargo me estaba causando problemas, me sentía mal al verlo sufrir cuando le curaba las pequeñas heridas por los arañazos, llegaba a llorar cuando le pedía disculpas y el sin embargo me perdonaba. Trataba de hablar con alguien pero al llegar el momento me avergonzaba y me trababa, ni con Seijūrō lograba hablarlo por temor a lo que pensara y me dejara.

Lástima que me descubrió de la forma más vergonzosa posible, encontró miles de fotos de su espalda en mi celular, habría pasado normal siendo algunas solamente pero era una carpeta dedicada a eso. Avergonzado se lo dije pues no tenía alguna excusa que se oyera creíble, lo bueno es que me entendió, algo, y ahora cuando estamos solos se pasea por la casa sin camisa. 

Drabbles AkaFuriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora