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-Kouki entiéndelo de una vez, tienes que desposarte con una mujer antes de tus 25 o te quedaras solo por el resto de tu vida.

-Sabes muy bien que no estoy interesado en esas cosas madre.

-No puedes seguir andando por ahí como lo hacías de niño. Es momento de que tomes las riendas de tu vida, que te cases, consigas un buen trabajo para mantener a tu familia y me des buenos nietos como lo ha hecho tu hermano.

-Si llego a tomar decisiones en mi vida será las que yo quiera no las que tú decidas.

-Furihata-san por favor hable con su hijo hágalo recapacitar.

-Déjalo que haga lo que quiera mujer, suficiente tiene con lo que soporta aquí en la casa.

-Quien te va a cuidar cuando yo muera Kouki, de que sobrevivirás cuando muera tu padre.

Harto de todos los disparates que decía su madre se levantó de la mesa disculpándose con su padre yendo a buscar su pequeño bolso al estudio de su padre.

-Vuelve aquí Kouki.

Ya con su bolso se encamino a la salida ignorando los gritos de su madre reclamando que nadie en esa casa le hacía caso siendo que por ella lograban salir adelante en la sociedad.

-Saldré a caminar, volveré más tarde

Se encamino hacia un pequeño lago que había cerca de donde vivía, estaba entre su casa y el pueblo y le encantaba ir ahí a dibujar. El reflejo que se creaba en el agua por el sol era simplemente hermoso. Se acomodó contra el tronco de un árbol que había ahí dejando su bolso a un lado sacando una pequeña libreta junto a unos crayones de carbón que le había regalado su padre.

-Furihata-san –levanto la mirada encontrándose con unos ojos celestes que los miraban emocionados.

-Shiota-san –respondió el saludo con una amable sonrisa

-¿Cómo ha estado Furihata-san? –pregunto mientras se sentaba a un costado de él

Iba a responderle pero se encontró con otra mirada solo que esta era de color cobre, no se había fijado en él hasta que levanto la mirada para responder la pregunta.

-Oh disculpe, él es mi prometido –dijo señalándolo con una sonrisa- Akabane-kun te presento a Furihata-san es un amigo.

-Mucho gusto –hizo una pequeña reverencia con la cabeza.

-Igualmente Furihata-san.

Furihata por respeto a la conversación que mantenía cerró su cuaderno guardándolo junto a los crayones, el día avanzaba llegando con este el atardecer y el momento de irse a su casa.

-Furihata-san ¿le gustaría acompañarnos a tomar el té?

-Si a su prometido no le molesta, me encantaría –contesto de forma educada.

-Por mí no hay problema.

Se encaminaron con una amena conversación, al llegar fue buen recibido por los padres de Shiota pues estos se conocían de pequeños y había ido en otras ocasiones.

-Akabane-kun llego tu primo hace un momento, se fue a descansar pero pidió que lo despertaras cuando llegases.

-Muchas gracias Shiota-san, vuelvo en un momento.

Fui guiado hasta el salón donde se encontraba el señor de la casa leyendo un libro ya algo viejo, una conversación algo incómoda para él se había iniciado ya que le preguntaban cuando se comprometería y que estaban emocionados de conocer a su futura esposa, gracias a que llego Akabane-san junto a su primo el tema se dio por terminado.

-Furihata-san le presento a mi primo Akashi.

-Un placer conocerlo Akashi-san

-Igualmente Furihata-san 

Drabbles AkaFuriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora