Capítulo 12

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   A la mañana siguiente desperté por el griterío de Jungkook. Al parecer Yoongi le contó lo de la salida con Jeongyeon. 

¿Y tú fuiste?— Reclamó el azabache.

Claro que fui, quería verla. — Dije algo adormilado mientras bebía un poco de jugo.

¿Olvidas lo que hizo? 

— Ya hablamos de esto Kook.  Es mi vida,  yo quise ir y fui. Planeo volver a hablar con ella otra vez, y tú deberías dejar de dramatizar lo que pasó hace años.

— Pero pasó.  Yoongi,  apóyame con esto.

Hazlo Jimin,  yo te apoyo. — Soltó aquel palido mientras se dirigía a mi cocina en busca de algo que comer.

¡Oye! 

— Escucha Jungkook,  debes de olvidar lo que pasó,  ¿si?  Yo ya lo hice y se supone que es a mí a quien lastimaron.  Pero a pesar de todo quiero hablar con ella.  Nosotros la conocemos desde que eramos unos niños.  Intenté olvidar pero no pude,  y ahora que volvió quiero acercarme a ella,  quiero por lo menos recuperar su amistad,  y para eso no necesito tu permiso.

Jimin sabe lo que hace,  deja que hable con Jeongyeon, al final ella no mató a nadie,  deja de llorar y aceptalo.

Si vuelves a llorar un mes entero por ella no digas que no te lo advertí.

Y realmente lo admito,  quizás fui yo el que creó un gran drama en aquel entonces,  pero también había aprendido cosas,  y sabía muy bien lo que hacía.

   Durante las próximas semanas comencé a salir más seguido con Rosé, y en consecuencia también con Nayeon.  Intentaba hablar también con ella. Al principio era difícil,  ella realmente me odiaba, pero al pasar el tiempo comencé a caerle bien,  supongo,  habían días buenos. 

   Aunque no era solamente Nayeon con la que me encontraba en aquellas salidas,  también era Jeongyeon.  En realidad el objetivo de esas salidas era verla,  ella realmente había cambiado. No podía evitar buscarla.  Supongo que estaba mal usar a Rosé para eso,  pero no me arrepentía,  nuestra relación poco a poco mejoraba.

   Al principio se me hacía incómodo quedarme a solas con ella,  puesto que no teníamos mucho de que hablar. Sin embargo fuimos amigos en el pasado por una razón,  y es que éramos muy parecidos,  lo que hizo que instantaneamente nuestras conversaciones se tornaran más fluidas.

   Volver a hablar con ella era realmente increíble. Estabamos avanzando.

Mon amour,  ¿querías que te buscara,  verdad? 

Pero aveces sentía que retrocedía.

Proyecto: Spring Day.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora