BatLantern: HIMYD

III. Una noticia para no decirse

{Chicos, recuerdan las palabras de Alfred? Las que siempre adora decirnos cuando algo malo siempre viene acompañado por las acciones que hacemos, la recuerdan? Pues es bueno que lo hagan ahora.}

Bruce tomaba de su cerveza tranquilamente mientras veía como Billy apenas podía tomar de ella. Soltó un suspiro.

— No dire nada, si eso es lo que piensas — agregó el pelinegro.

El castaño lo miró con una ceja alzada y rodó los ojos.

— Oliver vendrá aún así, lo sabes? Bruce, son sus amigos.

— Si — carraspeó —, pero yo me refería a lo que había dicho antes. En el sentido de la palabra "cariño".

— A Clark le dará un paro cardíaco, no — suspiró —. Pero en cierta parte...— mordió su labio —, Oliver lo hace de broma.

El Wayne lo miró y sonrió de lado, asintiendo aún así. Claro que el pequeño novio de su mejor amigo es la persona que menos piensa mal, pues él conoce demasiado a Oliver como saber que no es broma.

{— Espera — Damian interrumpió —, y cómo es que el tío Billy salía con el tío Oliver? Tt, es desperdicio de tiempo.

— No seas grosero, bolita de odio — rodó los ojos Tim —. El tío Oliver no está feo.

— Pero no es inteligente.

— Ah si — asintió Jason —. En eso concuerdo con Damian.

Chicos, silencio. Si quieren saber cómo ellos salían antes, déjenme terminar.

— ¿Esto que tiene que ver con papá?

Dick, todo tiene relación con tu padre pero si no te callas no entenderás.}

— Al menos no hubiéramos huido así — agregó el ojiazul —. Prefería que corrieras a Oliver a que nos corrieras a nosotros mismos.

— ¿Cómo es eso posible? — lo miró mal —. Pero era huir o morir ahí.

— Bueno...

— Bruce, mejor cállate.

{Les dije, su tío es un Gremlin.}

Cuando Bruce terminó su cerveza, se despidió del chico y salió del bar. Dejando solo a Billy, este hizo una mueca y miró el reloj. Era temprano, y no quería volver a la Pastelería para tal vez encontrarse al Queen.

Prefirió ir al departamento de Clark y Bruce para cocinar algo. Sólo que antes había llamado a alguien.

— Había mucho tráfico como no sabes — Diana se quitó su chamarra colgándola alado de la puerta —. ¿Billy?

— En la cocina! — contestó el ojiverde.

La pelinegra fue a dicho lugar encontrándose a su amigo cocinando.

— Huele bien — sonrió y se acercó para saludarlo de beso en la mejilla —. Hay algo especial para hoy?

— Nop — dejo a un lado aquel trapo y bajo el fuego de la estufa —. Pero no sabía que hacer, estoy algo...estresado, nervioso, no se — sonrió.