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Narra Raymond

Llegó a mi edificio cansado dejando mi saco en el sofá camino a mi habitación para darme una ducha y cambiarme por una pijama, salgo listo para recostarme pero una llamada me hace buscar el celular.

Dolor de cabeza JD.

Raymond: Ayala (respondo la llamada)
Jade: Ray, ¿Estas en tu casa?
Raymond: acabó de llegar, ¿Sucede algo?
Jade: estoy afuera, necesito entregarte unos documentos.
Raymond: ahora voy.
Jade: apúrate.
Raymond: tranquila loca, vienes a interrumpir mi paz y todavía comienzas de mandona.
Jade: deja de joder.

Fin de la llamada.

Camino a la entrada del penthouse, allí estaba aquella rubia que más dolor de cabeza me ha dado en mi vida.

Raymond: pasa.
Jade: gracias. (Entra a la casa)
Raymond: ¿A qué vienes?
Jade: ¿Tienes visita? (Enmarca una ceja)
Raymond: no, por el momento.
Jade: vengo a entregarte unos documentos.
Raymond: oye rubia.
Jade: dime idiota.
Raymond: ¿Me prestaría una amiga?
Jade: ¿Qué? (Me mira confundida)
Raymond: si, una amiga.

La veo parpadear muchas veces con su cara de confundida.

Jade: ¿Para qué quieres una amiga?
Raymond: toma asiento y te explico, ¿Algo de beber?
Jade: ¿Tienes vino?
Raymond: ahora voy por el.

De la cocina tomo uno de los mejores vinos junto a dos copas, regreso a la sala donde la rubia está cómodamente sentada, sirvo el vino sentándome a su lado.

Jade: ¿Me explicarás?
Raymond: digamos que mi familia ya me está presionando.
Jade: ¿Matrimonio? (Toma su copa)
Raymond: ¿Cómo lo sabes?
Jade: Ray, tienes 27 años y aún no te has casado ni siquiera tienes novia formal.
Raymond: eso lo sé.
Jade: ¿Te lo dijo tu padre?
Raymond: esta tarde, si no perderé la empresa.
Jade: te entiendo.
Raymond: entonces, ¿Si lo harás?
Jade: por supuesto que no, ellas ya tienen parejas.
Raymond: ¿Alguna conocida?
Jade: no Ray, no venderé a mis amigas como si fuese un objeto.

Narra Jade

El sonido de un celular se hace presente, tomo mi móvil respondiendo la llamada del abogado.

En la llamada

Jade: buenas noches Lauro, ¿En qué puedo ayudarte?
Lauro: tenemos problemas Jade.
Jade: ¿Qué sucede?
Lauro: me acaba de llegar un comunicado, la otra familia está empezando a demandar, quieren la empresa.
Jade: eso no puede ser Lauro, dime qué no es cierto.
Lauro: Jade, tenemos el tiempo en nuestra contra.
Jade: carajo, ¿De dónde mierda quieres que saqué un jodido esposo?
Lauro: no lo se Jade, te seguiré informando.
Jade: está bien.

Fin de la llamada

Raymond: ¿Qué sucede?
Jade: tengo problemas.
Raymond: ¿Qué tipo de problemas?
Jade: mi padre tenía otra familia (mis ojos se llenan de lágrimas) dejo un hijo varón de 19 años, todos sabemos perfectamente que en los negocios los hombres siempre llevan el cargo del legado familiar.
Raymond: ¿Qué sucede con esa familia?
Jade: quieren quitarme todo, me quieren dejar sin nada.
Raymond: Jade (me mira) se que nos odiamos pero, ¿Y si nos casamos? Ambos obtendríamos lo que queremos luego de tener todo nos divorciamos.
Jade: ese es el problema Ray, si me caso será para siempre no puedo correr el riesgo de quedarme sin nada.
Raymond: estoy dispuesto a eso, tal vez en un tiempo logremos llevarnos bien.
Jade: Ray, somos agua y aceite no podremos vivir juntos, no quiero ser el encabezado de revistas de chismes diciendo ser la esposa con los cuernos más grandes del Caribe.
Raymond: eso no sucederá (se encoje de hombros) lo haré sin que nadie se de cuenta.
Jade: maldito mujeriego.
Raymond: podemos hacer tratos.
Jade: no estoy segura.
Raymond: ambos tenemos el tiempo en contra, ¿Aceptas?
Jade: está bien, trato hecho.
Raymond: haremos un contrato.
Jade: ambos pondremos nuestras propias cláusulas.
Raymond: iré por la laptop.
Jade: está bien.

(...)

Raymond: tú empiezas.
Jade: no habrán amantes.
Raymond: ¿Qué? (Abre los ojos como platos)
Jade: cómo lo escuchaste.
Raymond: ¿Y cómo significa que voy a satisfacer mis necesidades?
Jade: pues con tu mano y porno (me encojo de hombros)
Raymond: así no puedo vivir toda mi vida, habrá sexo (me mira)
Jade: no (hago una mueca) que asco.
Raymond: entonces abran amantes.
Jade: dos veces a la semana.
Raymond: dos veces al día en toda la semana (me mira)
Jade: pero (me interrumpe)
Raymond: tómalo o me quedo con las amantes.
Jade: está bien (rodeo los ojos) debes acompañarme de compras.
Raymond: no (gruñe)
Jade: entonces no cocino para ti todas las noches.
Raymond: ¿Incluye masaje?
Jade: puede.
Raymond: acepto.
Jade: bueno, sigamos.

Seguimos con los acuerdos justos por ambas partes, mañana tendríamos una junta con la prensa y anunciaremos la relación.

Raymond: debemos levantar sospechas, ¿No crees?
Jade: ¿Un post en instagram?
Raymond: dale, ¿Que foto subimos?
Jade: ya se, subiremos dos fotos en tu perfil.
Raymond: ¿Y en el tuyo?
Jade: está bien, una foto en cada perfil.
Raymond: me parece justo.

Maldito Magnate ||Borrador||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora