Maldito Magnate ||Borrador||

26

Narra Jade

Salgo del baño con un vestido un poco más corto del mismo diseño que el anterior, Ray está sentado en nuestra mesa lo saludo y voy a la pista a bailar con mis amigas.

Danna: te vez hermosa (chocamos palmas)
Jade: lo sé, hora de perrear esposita.
Danna: vamos esposita (toma mi mano)
Jade: hasta el suelo baby.
Danna: por algo he traído sandalias (se ríe)
Jade: ¿Traes las mías?
Danna: por supuesto.

Comenzamos a bailar al ritmo de la música, nuestro ambiente era perfecto, nuestro perreo era demasiado que todas nos cambiamos unas sandalias, siento unas manos en mi cintura y un cuerpo abrazarme dejando que ese olor me haga dar un suspiro.

Jade: te habías tardado mucho (sonrió)
Raymond: ya vi bailar mucho tiempo a mi mujer sola (me sonríe)
Jade: ¿Bailas conmigo? (Me volteo en sus brazos)
Raymond: solamente si prometes que seré el único hombre con el que bailaras esta noche (me mira)
Jade: lo prometo (le sonrió con ternura)
Raymond: veo que ya no tienes tacones.
Jade: a veces debes perder el glamour por seguir bailando (me río)
Raymond: te sigues viendo hermosa.
Jade: y tú muy guapo (beso sus labios)
Raymond: ¿A qué hora nos vamos?
Jade: tendremos toda una vida para estar solitos (acarició su mejilla)
Raymond: tienes razón pequeña, esto lo haremos cuando renovemos votos (me sonríe)
Jade: ¿Quieres hacerlo?
Raymond: contigo quiero hacer todo lo que alguna vez dije que era cursi e idiota.
Jade: no me equivoqué al aceptarte (beso sus labios)

Seguimos bailando con nuestros cuerpos muy pegados hasta el amanecer, todos estaban ebrios y adormilados, nos despedimos de todos a pesar de ya estar algunos dormidos montando la camioneta para irnos al aeropuerto.

Raymond: ¿Estás lista para dormir un poco?
Jade: lo necesito mucho (bostezo)
Raymond: ¿Estás cómoda?
Jade: me cambiaré en el jet.
Raymond: está bien pequeña (besa mis labios)
Jade: no sabes lo mucho que te extrañe anoche.
Raymond: yo aún más (acaricia mi mano) me acostumbré a dormir con mi pequeña encima de mi.
Jade: yo extrañe quien me este manoseando (me río)
Raymond: eso fue lo que también extrañe mucho (besa mi cuello) tu olor, tus ojitos, tu sonrisa, simplemente tú.
Jade: yo extrañe todo esto (beso sus labios) y no sabes cuánto.
Raymond: ¿En verdad piensas mudarte a mi empresa?
Jade: ¿Quieres que lo haga?
Raymond: por mí te tendría en mi oficina todo el tiempo.
Jade: entonces, me iré contigo.
Raymond: es una perfecta idea.

Llegamos al aeropuerto para subirnos al jet nuestras maletas ya estaban dentro, tomamos asiento para que el jet despegará, cuando estuvimos estables nos fuimos a la habitación donde dormiriamos un buen rato.

Raymond: ¿Te ayudo a quitarte el vestido?
Jade: por favor (sonrió)
Raymond: ¿Qué tramas?
Jade: te tengo un regalo de bodas.
Raymond: muero por verlo.
Jade: está debajo del vestido.
Raymond: solo por qué amas tu vestido si no lo haría en mi pedazos.
Jade: si haces eso te mato.
Raymond: ya entendí.

Narra Raymond

Quito con desespero los botones del vestido que cada vez se me hacen infinitos, sus pequeñas manos me empujan haciendo que caiga sentado en la orilla de la cama con sensualidad comienza a quitar el vestido dejando cada vez al descubierto una sexi lencería blanca de encaje.

La observo tan sensual en esa lencería y su mirada llena de lujuria me hace desearla más, se acerca a mi acariciando mi pecho quitando el saco quitando los botones de mi camisa sin despegar nuestras miradas, acaricia mi pecho dejando pequeños besos en mis tatuajes que cubren un poco más de mi hombro mis manos inmediatamente buscan con desespero su cuerpo acariciando su trasero apretando y amasando a mi manera.

Cuando me tiene en ropa interior me deja caer en la cama montándose encima de mí besando mis labios y sus manos acariciando mi pecho dejando que las mías busquen el broche de su sostén cuando lo he encontrado lo desabrochó se separa de mi dejando que caiga viendo sus senos en su completa desnudez.

Raymond: gracias a Dios eres mi esposa mamita (le sonrió)
Jade: solo tuya (gime bajo)
Raymond: solo mía (amasó sus senos)
Jade: Ray (suspira pesado)
Raymond: ¿Qué es lo que quieres pequeña?
Jade: tenerte otra vez (gime fuerte)
Raymond: no tengas pena mi amor (le doy un azote) solo somos tu y yo.

La recuesto en la cama quitando el liguero junto a sus bragas, retirando lentamente las medias hasta dejarla en completa desnudez, me quito mi ropa interior que era lo único que imponía el contacto de nuestras pieles.

Mis labios hacen un camino de besos desde su cuello hasta sus muslos dejando que sus labios dejen salir gemidos bajos, mi boca le da atención a uno de sus senos mientras dos dedos entran en su intimidad haciendo que exija aún más, tres, cuatro dedos y mi pulgar estimulando su clítoris la hacen remover de placer cuando está por tener su primer orgasmo saco mis dedos penetrando lentamente su interior sintiendo como sus paredes envolvían mi sexo.

Nuestro vaivén es lentamente y poco a poco se vuelve más rápido haciendo que nuestros gemidos sean altos y el sonido de nuestras pieles chocar sean muy perceptibles, perlas de sudor recorren nuestros cuerpos, un gemido alto diciendo mi nombre los hace a ambos llegar a nuestro orgasmo.

Jade: eres el mejor (dice agitada)
Raymond: tú también mi amor.

Caigo rendido a su lado con la respiración agitada intentado recuperar fuerzas, cuando hemos estabilizado nuestras respiraciones la veo conectando su mirada verdosa.

Jade: así pasaremos las mejores horas del vuelo.
Raymond: ya me di cuenta (me río)
Jade: te vez sexi así (me mira coqueta)
Raymond: deberías verte encima de mi (le guiño el ojo)
Jade: y tú encima de mi (muerde su labio)
Raymond: deja de calentarme.
Jade: nuestra luna de miel apenas inicia (se ríe)
Raymond: espero y tengas muchas fuerzas.
Jade: demasiadas.