Only mine (h.s)

Capítulo 11.

Viernes. Yo no quería que llegara el viernes. No quería saber si alguien más iba a ser víctima de un asesino serial, y si esa víctima iba a ser yo.

La noche en que vi Nemo con Harry, antes de que se fuera me dijo:

—No quiero que salgas el viernes por la noche, no creo que sea seguro, ¿me escuchaste?

Obviamente yo le respondí:

—No eres mi madre para mandarme.

Y se fue un poco molesto, pero tal vez aunque no fuera mi madre, no saldría, ni loca.

No me había hablado hasta el día de hoy, cuando un mensaje hizo que vibrara mi celular, este decía:

"Recuerda no salir en la noche preciosa, hoy iré al viaje de negocios, ¿salimos mañana?
Harry xx."

No le respondí.

Si quiere que salgamos de verdad, que venga él mañana  y me espere en la sala mientras yo me tardo dos horas arreglandome.

Y esque me molestaba que quisiera decirme que hacer. Tal vez se preocupaba por mí, y no podía culparlo por hacerlo, pero otra cosa es cómo me lo decía, como en forma autoritaria. Me molesta mucho.

Recibí también un mensaje de Ernest:

"No sé que pasará ahora, ¿me dejarás de hablar?"

No le respondí tampoco. Obvio no le iba a dejar de hablar, era mi mejor amigo. Pero también me incomoda el hecho de que me haya besado sin mi consentimiento (aunque yo le haya seguido) porque ni a Harry le di el permiso de hacerlo tampoco, aunque estuviera diciendo comentarios en doble sentido todo el tiempo, no había tratado de besarme.

Y eso de que Harry dijera lo que dijo, que estaban muy elaborados los asesinatos, ¿qué persona normal diría eso?

Estaba tumbada en mi cama tratando de arreglar mi mente confusa, cuando Lauren entró golpeando la puerta de mi habitación contra la pared. Caminó y se sentó en mi cama.

—¿Por qué demonios trajiste a Harry hace 5 días? — Me Preguntó — ¿Acaso estás loca?

—¿por qué estaría loca? ¿y por qué me lo preguntas cinco días después?

—Bueno, tal vez por lo que hizo hace una semana y te lo digo hasta ahora porque ya se me pasó la frustración y puedo preguntartelo más tranquila.

—Se disculpó Lauren, y se ha portado muy bien conmigo.

A excepción de que no me quería dejar que saliera de noche en viernes, pero eso no era tan malo, creo que la intención era buena porque no quería que me pasara nada, aunque me lo dijera de manera equivocada.

—Aún así, pienso que está mal de la cabeza, me puse a pensar ¿sabes? —Dijo —Creo que necesita ir a un psiquiatra.

—Harry no está loco, tal vez es impulsivo al igual que yo, ¿me dirás que estoy loca?

—Hablo de que — Hizo una pausa — Tu me contaste que tiene armas en su cuarto y luego viene a romper una pared y decir que los asesinatos están muy elaborados.

—¿Recuerdas lo que me dijiste hace poco? Sobre Antonio, el chico de la escuela que estaba traumado con la guerra y dijiste que tal vez Harry era as...

—¡Antonio no le daba golpes a la pared hasta romperla!

—Fui yo la que te dije que no me acercaría a Harry y me dijiste que debía conocerlo más, ahora que me estoy acercando más a él me dices que es un loco —Le grité molesta—¡Me molesta que todos me digan que hacer y que cambien de opinión y yo también tenga que cambiar la mía!

—Pero...

—¡Harry me gusta, y no pien...!

Oh no.

Yo no dije eso.

Lauren elevó sus cejas de manera sorprendida.

—¿De verdad te gusta? — Preguntó — Me refiero a que ¿no es simple atracción sexual?

Sentí mi sonrojo.

—Claro que no —Le dije indignada.

—Bien, si tu quieres yo no voy a interrumpir más en tus asuntos, pero cuando vengas a decirme que te puso una mano encima, ya sabrás mi respuesta.

Y con eso se levantó de mi cama y salió de mi habitación.

***

Tenía que ir a trabajar de tarde, así que no estaría en la calle por la noche y eso era bueno. Pero Ernest estaría trabajando también, y eso era malo.

Al entrar vi a Daniela sentada en el mostrador.

—Ernest no ha llegado ¿sabes por qué?

—No lo he visto.

Ella asintió.

—Iré a llamarle, quedate en la caja registradora.

Y así me quedé toda la tarde, atendiendo clientes sin Ernest a mi lado. Por una parte era mejor, porque no quería tenerlo conmigo pero por otra parte me preocupaba, el nunca faltaba al trabajo.

Una señora de la tercera edad se acercó al mostrador y me señaló.

—Te pareces mucho a una muchachita que yo conocía.

—Oh

—Mi nieta Rubí era hermosa, tu te pareces mucho, ella falleció hace dos semanas, pero ya está descansando allá con Dios.

La sangre de mi cabeza se enfrió.

—Yo pensé que ella es la que estaría en mi funeral —Río amargamente —Pero todo pasa por una razón.

—Lo siento —Fue lo que pude decir.

—Oh, no te preocupes —Dijo — Solo ten mucho cuidado muchacha,  no salgas sola.

Me dio una sonrisa y después pidió su orden y fue a sentarse.

Minutos más tarde, la televisión cambió de programación de manera instantánea.

"Interrumpimos la programación para informarles que ha habiado un asesinato más a las afueras de Cornwall, el cuerpo de la joven fallecida aún no ha sido reconocido, pero tiene los mismo rasgos que las jóvenes anteriores, al igual que la marca en la mano, se recomienda que no salgan de sus casas y que anden con cuidado"

Después se escuchó la canción de las noticias y volvió la programación normal.

Saliendo del trabajo iría a mi casa inmediatamente. Harry no se había equivocado, tenía razón.

No quería morir hoy.