Capítulo 21.

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Seguí mirando por unos segundos como yacía el cuerpo inconsciente de Harry en el suelo. Miré a Lauren.

—Estoy segura de que no volverás a hacer eso en tu vida —Le dije y ella se encogió de hombros.

El timbre sonó asustandonos.

¡El detective Loredo! —Exclamó saliéndose de mi habitación.

—¿Sí lo llamaste? —Le pregunté yendo detrás de ella.

Ella asintió y fuimos hasta la puerta, Lauren abrió y el Detective se sorprendió al ver como lo abrazamos desesperadamente. Lauren y yo comenzamos a hablar al mismo tiempo.

—¡Tranquilas chicas! — Dijo él — ¿Qué ha pasado?

Dejé que Lauren hablara y le explicara todo lo sucedido. Yo aún estaba en shock. Harry era un asesino serial, un humano sin sentimientos. Me había mentido. Lauren le dijo hasta el más mínimo detalle y el Detective escuchaba con atención. Pero nunca quitó sus ojos de mi. Tenía una expresión sombría. Una expresión letal. Y entonces comprendí todo.

¡Había sido una estúpida! Harry trató de decírmelo pero había estado tan convencida de que era él que no puse atención.

—Harry me lo dijo pero no le hize caso, usted me distrajo —Le dije.

—¿Hize un buen trabajo? —Preguntó.

El detective sonrió y Lauren se separó confusa.

—Ese chico es muy listo —Dijo él — Ibas a ser la número diez pero tal vez sea bueno adelantarlo.

—¿Qué? —Dijo Lauren totalmente confundida.

Pero antes de que ella se diera cuenta el hombre la tomó por el brazo y sacó un cuchillo de su bolsillo para después ponerlo cerca de la garganta de Lauren, ella comenzó a sollozar y el detective sonrió ante eso. Enfermo.

—Dejala ir —Le dije.

—Fueron unas ingenuas, tu amiga fue gentil al reportar a tu novio, sin su ayuda yo no estaría aquí, pero mirenlo por el lado bueno, salvaron muchas vidas de otras chicas, eso es bueno ¿no? —Dijo él.

—Lo siento mucho, Kayla —Dijo ella llorando.

—No tienes que disculparte, Lauren —Le dije — También atacaste a Ernest.

—Tu eres muy inteligente también, Kayla —Dijo él confirmandolo.

—Dejala ir —Repetí.

—¿Crees que lo haré?

—No es a ella a quien quieres, dejala ir —Le dije.

—Eso es verdad, no queremos que ella se pierda la diversión —Dijo él.

Mi cuerpo tembló y me acerqué hacia ellos para tratar de golpearlo, él soltó a Lauren y quiso acuchillarme pero lo esquive y entonces él me tomó de los brazo por atrás impidiendo que me moviera, trate de golpearlo y él sólo se rió de mi inútil intento. Volví a intentar golpeandolo con el codo en las costillas y ésta vez acerté, el se separó quejándose y trató de agarrarme de nuevo pero corrí rápidamente hacia la cocina. Él vino detrás de mi olvidándose de Lauren. Maldeci al recordar a Harry inconsciente, seguro ya no me hablaría pero rogaba que despertara y llamara a la policia.

Corrí rodeando la mesa pero el hombre fue más rápido tomándome del pie, me caí golpeando mi cabeza con una silla, la parte afectada comenzó a arder pero traté de neutralizar el dolor, no era un momento oportuno para desmayarme.

Traté de tomar un cuchillo, si tuviera el brazo medio metro más largo podría tomarlo con facilidad. Todo el esfuerzo que hacía por neutralizar el dolor se esfumo al momento en que sentí un fuerte pinchazo en el estomago. El despiadado hombre había encajado su cuchillo en mi vientre.

Traté de luchar pero lo único que podía hacer era agonizar y retorcerme de dolor.

—Eso es Kayla, grita para mi, el sonido de tus gritos de dolor es música para mis oídos —Susurró en mi oído.

Hize un esfuerzo sobrenatural y alcanze por fin el cuchillo clavandolo en cualquier parte del cuerpo del hombre. Él soltó un fuerte quejido cuando sintió el dolor en su pierna. Eso no lo mataría pero seguro dolía como mil demonios. Traté de acuchillar varias veces.

—¡Siente eso si te gusta tanto el dolor, maldito psicópata! —Le grité.

Y al parecer no le gustó que le llamara así porque tomó otro cuchillo de mi cocina encajandolo justo al lado del otro en mi estómago. Comenzaba a perder el conocimiento pero luché para no desmayarme. El hombre se puso encima de mi para que no pudiera moverme.

—Di tus últimas palabras, querida —Dijo— ¡No, ya sé! tengo planes más divertidos para nosotros.

Una sonrisa depravada se asomó en su rostro. Oh, yo prefería morir antes de que me tocara. Prefería desmayarme para no vivir eso.

Un grito de agonía se escuchó al mismo tiempo que el crujido del cráneo del hombre. Lauren estaba detrás de él con un sarten manchado de sangre en la mano. Luego se acercó a nosotros y quitó el cuerpo del hombre de encima de mi, luego trató de levantarme pero le fue imposible.

—¡Aguanta un poco más, Kayla! —Dijo ella— ¡Ya he llamado a los policías!

Minutos después muchos policías entraron a mi casa invadiendo el lugar, inspeccionando cada centímetro y levantando el cuerpo del hombre. Unos paramédicos llegaron también instalando todo para poder atenderme. Sentí como alguien me levantó y me llevó hacia afuera en donde hacía mucho frío, sentí cómo otras dos personas ayudaron a recostarme sobre una camilla.

—Abriguenla —Escuché una demandante voz que no reconocí hasta que me topé con su dura mirada.

La expresión de Harry era casi solemne. Hize lo imposible por llamarlo, quería disculparme, pero la mascara que me ayudaba a respirar me impedía hablar. Dejé de hacer el intento, él se veía como si no quisiera hablarme nunca más y no lo culpaba. Seguramente no me hablaría nunca en mi vida. Luché por no desmayarme pero finalmente me sumergí en la oscuridad.

Only mine (h.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora