Ernest seguía sin aparecer y eso me estaba causando mucha preocupación. No sabía a dónde podía haber ido, no contestaba cuando le llamaba, ni a Daniela le contestaba y eso era raro.
Mientras desayunaba mi celular sonó, Lauren lo tomó y contestó.
—No soy Kayla —Una pausa —Sí soy Lauren, aquí está ella —Otra pausa —Lo tomé porque soy su mejor amiga y me tiene confianza y porque quiero y puedo.
Levanté una ceja, no tenía idea de con quién hablaba.
—No, simplemente no me agradas del todo.
—Lauren ¿quién es? —Le pregunté.
Me hizo una seña con su dedo en señal de espera.
—No te la voy a pasar —Le dijo a quien quiera que hablaba.
—Lauren —Repetí.
Ella rodó los ojos.
—Está bien.
Me dio el celular, me aclaré la garganta y contesté.
—¿Hola?
—Hey Kayla —La gruesa voz de Harry se escuchó del otro lado. —Veo que tu amiga es muy amigable.
—Espera —Le dije.
Subí las escaleras hasta mi habitación dejando atrás el llamado de Lauren que murmuraba algo como ya va a encerrarse. Cuando llegué a mi habitación cerré la puerta.
—Listo —Dije —Siento lo de Lauren, ha estado muy rara últimamente.
—Está bien, sólo quería decirte que ya regresé a Cornwall y si quieres podemos salir por ahí.
—Oh, eso estaría bien.
—¿paso por ti a las seis?
—Sí y ¿a dónde iremos?
—Ya veremos a dónde.
—Bien.
—Nos vemos al rato
—Claro adiós.
Colgué y me fijé en el reloj, apenas eran las tres con treinta minutos. Baje a la cocina a terminar mi desayuno, no le dije nada a Lauren, ella estaba en su habitación hablando por teléfono con quién sabe quién. Busqué la ropa que me pondría, hoy hacía mucho calor en el condado, como era normalmente, así que me puse unos jeans, unas sandalias y una blusa color lila que tenía encaje en la parte de arriba.
Me fui a bañar y me cambié, me maquille un poco y luego bajé a la sala de estar para ver un poco de televisión, apenas eran las cinco con veinte.
Cuándo estaba bajando las escaleras escuché la voz de alguien más aparte de la de Lauren. Era la de un hombre pero no era Harry. Me quedé a mitad del camino para ver si escuchaba algo.
—Entonces, ¿qué es lo que está pasando exactamente?
—Pues es algo muy raro y difícil de explicar.
Terminé de bajar las escaleras y me encontré con Lauren y un hombre en la puerta, era alto, con uno o dos kilos de más, un poco fornido, tenía cabello claro, sus ojos no los pude ver porque tenía lentes de sol. Lucía mayor, al menos tendría treinta y cinco años.
—¿Qué pasa? —Pregunté.
—Oh, Kayla, él es el detective Loredo.
Frunci el ceño. ¿detective?
—Hola —Dije.
—Buenas tardes señorita Kayla, su amiga Lauren me ha llamado por un caso sospechoso, como ella ya lo dijo, mi nombre es Hugo Loredo y soy parte del departamento de investigación del FBI. — Habló el hombre con un fuerte acento alemán.
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Only mine (h.s)
Hayran Kurgu"Te amo, y no me importa si tengo que matar a cada ser vivo que se acerque a ti, con tal de tenerte sólo para mí, porque tú eres sólo mía" ¿Puede un sencillo y tranquilo día en la playa, cambiar tú vida para siempre? Nota: Puede del del contener...