Mafioso Diciembre - Soukoku OneShots

Día 4 - Luces.

Mira a las estrellas sabiendo que está mal pero con el teléfono en la mano solo piensa en esa persona a la que no desea ponerle nombre. Pero ha llegado su turno de dar asique las mira brillar por él.

Pega a sus labios el aparato negándose a hacerlo, sintiéndose débil y hasta perdido. Solitario pero lleno. Observa en ellas la luz de los miles faros que reflejan las calles y lucecillas tintineando de colores contra las piedras. En tantas noches juntos que hasta ahora piensa y que dejó olvidar por el dolor.

En el cielo siente su suave piel pero en la tierra admira su fuerza y solo rememora que le ha dejadó perder por demasiado tiempo.

Que ha huido demasiado.

Su aroma como el borbón que bebe por las noches. Los cabellos rojos que brillan como las luces de Diciembre.

En el balcón observa su tiempo morir.

Retractándose como muchas veces piensa que es demasiado.

Se levanta y toca con las manos desnudas el escarchado barandal que le muestra el amanecer aun repleto de estrellas.

Ahora él está dejando el abrigo negro contra las aspas del perchero y el sombrero se separa de sus cabellos dejándole sentir su frio hogar que lo aísla de los soplantes aires congelados.

Está cansado y las botas dejan sus pies con pesadez. La sombría habitación le llama abrazándolo con su soledad.

De pie admirándola escucha la puerta sonar.

Tomó la perilla y gira transmitiéndole el calor de su palma en cuero.

Alza la mirada.

Entonces lo mira con esos ojos castaños brillando a la oscuridad, iluminando su ser.

Conectan, entremezclan y electrocutan sin rosar sus pieles.