VII

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► QUIERO DECIDIRLO ◄


       ◊ Admiraba cada papel que pasaba entre sus manos, abandonándolas en un orden que solo él era capaz de encontrar en su desorden, ahora centrándose en reemplazar las cifras que aún estaban depositados en la computadora, actualizando a lo que se consideraba la recta final de ese año, notando que hubo un incremento considerable de ganancias, lo cual será una gran noticia para todos los trabajadores que empezaban a pensar sobre los regalos pendientes. Suspiró frustrado, la escena volvía a su mente en más de una ocasión, logrando que su rostro se coloreara a un tono rojizo, avergonzándose por los deseos, esas sensaciones que habían crecido al tener tal acercamiento con el albino.


⸺ Sal de mi cabeza... ⸺ Gruñó, intentando centrarse nuevamente en los números que parecían lejanos, a cualquier pensamiento que estuviera creando en la mente, cosa que lo frustraba bastante, quería terminar aquello e irse del lugar lo más pronto posible, quería seguir manteniendo distancia mientras aclaraba sus pensamientos.


Sencillamente no iba a ser así, no tenía control de algo que no es él. La puerta de su despacho se abrió, dejando entrar a una chica de cabellos castaños, quien acomodó sus lentes que parecían resbalarse. Timba solo le miró extrañado, con el ceño levemente fruncido al recordar que pidió que nadie entrara.


⸺ Lamento interrumpirlo, pero el señor Rius insiste en verlo. Lleva ya media hora esperándolo. ⸺ Comentó la chica un tanto preocupada, porque era consciente de cómo es su jefe, alegre, siempre escapando del trabajo, a veces lo pillaba dormido en el escritorio, pero con todo terminado, los malos chistes que últimamente compartía con el antes mencionado.


Timba no dijo nada, quedándose en blanco por un momento al escuchar que Rius quería verlo, podría solo mantenerse firme y ordenar nuevamente que no deseaba ver a nadie, sin embargo, no fue capaz de ello. Así que solo le indicó en silencio que lo dejara pasar. La chica sonrió para así obedecer.

Al cabo de unos segundos la chica salió, acto seguido el albino entró a la oficina, quién estaba sonriendo de lado. Este saludó al más alto mientras se sentaba frente del escritorio, el de cabellos celeste solo dejó todo papel frente a él, intentando evitar la mirada del contrario, sintiendo como sus pómulos se calentaban.


⸺ Timba... Tenemos que hablar sobre... Sobre lo nuestro. ⸺ Comenzó a hablar el albino, llamando la atención del mencionado, quién solo atinó a negar con la cabeza, aún con el rostro caliente, agradeciendo siempre usar lentes de Sol sin importar el lugar o tiempo.

⸺ ¡No! No hay un lo "nuestro", Rius. ⸺ Contestó de manera inmediata, pasando sus manos por las hebras de su cabello fantasía, dejando a ver los nervios e inseguridades que habían almacenándose desde la noche anterior.

⸺ ... Si lo hay, y lo has visto. No es algo que podamos controlar, lo sabes. ⸺ Respondió Rius con el ceño levemente fruncido, sintiéndose algo desanimado por la negación que daba el contrario.

⸺ ¡Sé que no puedo! Estoy consciente de ello, pero... ¡Quiero decidirlo! ⸺ Gritó Timba, golpeando el escritorio con la palma de sus manos, moviendo y tirando algunas de las hojas que antes posaban ahí, Rius solo saltó en el momento que lo escuchó golpear el mueble.


Ambos se miraron, aunque Rius tenía dificultad para hacerlo debido a las gafas del contrario, sintiendo como su corazón estaba acelerado, su mente se volvía un enredo mientras que el mayor se levantó, desafiando al de mayor altura, acercándose a pesar de todo. Tomó el rostro de este, quién parecía asustado, deseando moverse sin hacerlo.

La distancia desapareció. Sus labios se habían encontrado, dando un pequeño beso que simplemente no duró más de dos segundos quietos.


⸺ Yo también quiero decidirlo... Y decido intentar. ⸺ Habló en un susurró el albino, sonriendo al contrario de manera tímida, sin dejar de sostener el rostro de su destinado. Tenía la esperanza de que su decisión fuera la que deseaba.


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El castaño estaba ansioso, solo miraba a la gente pasar a su lado mientras seguía avanzando entre ellos, resonando en el espacioso lugar cada paso que daba. Arrastraba la maleta detrás de él, saliendo del lugar en busca de un taxi, lo cual no fue una tarea difícil, siempre había varios a la entrada del recinto. Indicó el destino a llegar y simplemente se relajó, miraba a través de la ventana el paisaje de edificios a su alrededor, ya quería verlo, abrazarlo.


⸺ Hemos llegado. ⸺ Anunció el conductor, indicando el montón a pagar, una vez pagado bajó junto con la maleta, entrando a aquel edificio, caminando directamente al departamento correspondiente.


Saludó al recepcionista, quien le sonrió tan solo verlo, hace un año que no iba y aún lo recordaba aquel simpático anciano, quién inició una especie de interrogatorio cuando se dio la oportunidad. Entre preguntas y risas se despidió, dispuesto a ir a descansar antes de ir a buscarlo. Entró al lugar y se sorprendió, varios objetos tirados por el departamento, más de una cosa estaba rota, dejó la maleta sintiendo algo de miedo al encontrarse el lugar así. Caminó con cuidado hacia la habitación principal, quién estaba en igual condiciones que la sala de estar, tomó su celular, buscando entre sus contactos un número en específico.


⸺ Contesta, contesta... ⸺ Murmuraba ansioso, esperaba que solo fuera un ataque de ira por parte del dueño para dejar el lugar así, y no algo malo como lo estaba pensando. Caminaba de un lado a otro, escuchando los molestos timbres hasta que por fin había respondido su llamada.

⸺ ¿Hola? ⸺ La voz al otro lado de la línea logró calmarlo, al menos no estaba en peligro si él había respondido, sonrió por un instante para luego volver a fruncir el ceño, cuestionándose el motivo por el cual se habría molestado el contrario para dejar el lugar así.

⸺ ¿Hola? ¡¿Es lo único que vas a decir?! ¡Llegó al departamento y está hecho un desastre total! ¡Pensé lo peor! ¡¿Dónde estás?! ⸺ Gritó entre nervios y molestia, escuchando como el otro se quejaba al otro lado por haber gritado tan repentinamente, pero se lo merecía por asustarlo de tal manera.

⸺ Cálmate... Espera, ¿Estás en el departamento? ¿Por qué estás ahí? Se supone que volvías en 3 semanas con suerte. Olvídalo, voy para allá. ⸺ No dio momento a contestar, la línea se cortó y solo atinó a suspirar mientras sonreía.

⸺ Al menos no tendré que ir yo a buscarte, Timba... Ya quiero verte. ⸺ 

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