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► MALDICIÓN ◄

       ◊ Soulmate o alma gemela. Lo habrás escuchado en alguna ocasión, en una idea, una conversación, o una historia. Se cree que existe alguien ideal para cada uno, que en el momento de encontrarse se sentirán completos. Solo basta con estar cerca de esa persona, y sabrás que es a quién buscabas sin hacerlo. El amor de tu vida estará a tu lado. Y que sería una bendición encontrarlo.

"Pero en realidad es una maldición".


» Soulmate «


La cálida sensación que cubría su cuerpo era sencillamente deliciosa, sentirse rodeado entre las ligeras sábanas de tonos amarillo pastel, aferrándose sin deseos de despertar a la almohada en búsqueda del sueño que escapa de entre sus dedos.

El tono de la alarma era un enemigo en esos momentos, frunciendo el ceño por verse interrumpido en la búsqueda sin éxito, obligándolo a ir abriendo los párpados para localizar el origen de tal melodía, extendiendo el brazo sintiendo en el camino la madera de la mesita de noche, y sobre la misma vibraba el celular del dueño adormilado. La luz del objeto fue como un golpe en el rostro, obligándose a acostumbrarse antes de tan siquiera pensar en parar la alarma. Suspirado por tan agotadora misión de todos los días.

Los minutos pasaron en la ardua tarea de mantenerse despierto a pesar de estar rodeado de almohadas y sábanas, sacando fuerza de voluntad para salir de entre estas e iniciar un nuevo día de trabajo. Estando frente al espejo del baño se analizaba sin hacerlo, buscando imperfecciones que deba lavar o solo mojarse para despertarse de una buena vez. Paseando la yema de sus dedos contra la piel rasposa de su mentón, debido a la barba que amenazaba con aparecer, pero que por ese día dejaría estar.

Bajó la mirada a su torso notando como, a la altura del pecho a la izquierda, una pequeña marca destacaba en su piel bronceada. Una pequeña rosa en llamas de tonos grises, parecía un tatuaje si no fuera por el tamaño y el hecho de que este odiaba las agujas. La miraba cansado, recordando que desde siempre ha estado ahí, una especie de marca de nacimiento. Por unos segundos, por solo un par de segundos, imaginó una marca similar a la suya, pero en otra parte del cuerpo.

Una nueva melodía lo despertó de su ensoñación, saliendo del cuarto del baño en busca de su celular que había dejado en la cama, al tomarlo miró la pantalla para ver que se trataba de una llamada, específicamente de "El Rey".


⸺ ¿Diga...? ⸺ Cuestionó el de cabello celestes, rascándose la nuca en el proceso, para luego encogerse ligeramente mientras apartaba el celular de su oído, para evitar que se quedara sordo en el proceso.

⸺ ¡Timba! ¿Dónde estás? Te necesitamos en el trabajo desde hace media hora. ⸺ La voz nasal al otro lado de la llamada salió entre gritos, y pequeños insultos inofensivos, mientras esperaba una respuesta por parte del chico de cabellos fantasía.

⸺ Trollino, ¿De qué hablas? Apenas son las 6:38 y la junta es a las 11:45. Ayer en la noche mandaron la corrección del horario por culpa de su estúpido avión. ⸺ Respondió a regañadientes, casi bufando la aclaración que le relataba, al contrario.

⸺ ¡Eso ya lo sé! Pero hoy también acordamos de recibir a mi pareja en el aeropuerto, en una hora. Mi coche está en mantenimiento y ofreciste el tuyo. ⸺ Recalcó ahora el de cabellos oscuros, sintiendo la desesperación y nervios de no haberle recordado aquel trato al aire con su amigo.


Timba reaccionó, sintiendo como toda pereza en su cuerpo se había esfumado al recordar el compromiso que el mismo se había metido. No sabía por qué lo había hecho, pero ahora tenía que hacerse responsable de su propia palabra, además Trollino ya estaba en posición de arrancarle la cabeza.


⸺ ¡Lo siento! Ya voy para allá, dame 10 minutos. ⸺ Ahora él era el alterado, ni siquiera le dio la oportunidad al contrario de aceptar, simplemente colgó para poder vestirse con cualquier camisa y un pantalón de mezclilla.

Mojó su cabello para poder aplacarlo, aunque sea un poco, pasándose entre estos los dedos, y tomando sus características gafas de Sol. Tomó las llaves, billetera y celular, saliendo lo más rápido que pudo, asegurándose de cerrar el departamento claro está, y fue en búsqueda de Trollino a su casa.


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El constante golpeteo de la suela de los zapatos de su compañero lo comenzaba a irritar, hace un par de minutos habían conseguido llegar a tiempo para recibir a la pareja de Trollino, teniendo como sorpresa que tenía un pequeño retrasó debido a unas turbulencias que está experimentando el vuelo, pero asegurando que no había nada de lo que preocuparse. Eso claramente no tranquilizaba al joven de cabellos oscuros.


⸺ Cálmate, rey, llegará bien. Si sigues dándole vueltas a la situación simplemente te golpeará por preocuparte de más. ⸺ Comentó el mayor mientras dejaba escapar un suspiro de frustración, sintiendo la necesidad de darle un par de cachetadas al rostro del contrario para que quedara quieto.

⸺ Ya sé, ya sé, es solo que... ⸺ Antes de siquiera poder terminar de hablar, en el altavoz se dio el comunicado que el vuelvo que esperábamos ya estaba aterrizando. Provocando que este saltará de su asiento para ir a esperarle a la entrada.


Al cabo de otro par de minutos esperando, entre la multitud, encontraron a su pareja que como había predicho el mayor, le regañó por preocuparse de más por algo tan común como unas pequeñas turbulencias, más en esa época del año. El pelinegro lo aceptó para luego abrazar a la chica.


⸺ Lo siento, Ela. Intentaré no hacer tan seguido. ⸺ Contestó entre pequeñas risas, tomando entre sus manos el rostro de la ajena, depositando un pequeño beso en los labios de su novia de hace ya un par de años.

⸺ Ah, no coman delante de los pobres. ⸺ Bromeó el más alto, llamando la atención de sus amigos quienes rieron por la pequeña tontería de Timba, quien recibió un abrazo por parte de la chica.


Timba había conocido a ambos cuando estos apenas comenzaron a salir, Trollino era un compañero de su trabajo, que a pesar de ser más joven que él era su superior. La mayoría de los empleados odian al de cabellos oscuros, pero Timba siempre bromeó con él y sorprendentemente era quien entendía sus ideas al momento de elaborar algún proyecto de venta. Ela, la había conocido solo entre conversaciones con el menor, hasta que un día Trollino lo invitó a cenar a su casa a petición de su novia, ambos son bastantes bromistas y no podían no llevarse mal si compartían un cariño por los malos chistes. Los tres son grandes amigos.

El mayor mientras caminaba a la par de los dos azabaches, sintió una pequeña punzada en su vista, notando como una pequeña mancha estaba posada en la mejilla de su amigo y compañero, siendo una especie de rosa de tonos amarillos. Agitó levemente la cabeza, mirando ahora hacia el frente, donde por alguna razón, en una persona desconocida, tenía otra rosa similar a la anteriormente vista, pero de tonos anaranjados.


⸺ Timba, ¿Estás bien? ⸺ La voz de la chica llamó su atención, provocando que la observará, ambos le miraban extrañados, Ela un poco más preocupada. Este solo asintió con una sonrisa ladina.

⸺ Si, todo está bien... ⸺

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