CAPÍTULO 4

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Ella le sonrió nuevamente.

Emilia: Pues muchas gracias por todo Fernando.

Él se acercó al taxi y le abrió la puerta.

Fernando: Espero volver a vernos.

Emilia: Igualmente.

Y entró al auto. Él se acercó a la ventana.

Fernando: Hasta luego Emilia.

Sonrió y se alejó. Ella asintió, le dijo su dirección al chofer y partieron. El taxista la dejó frente a su edificio. Ingresó sus llaves para después sentarse en el sofá. Se sentía feliz, mucho.

Emilia: Pero qué agradable mañana. (suspira) Fernando... Fue muy caballeroso de su parte ayudarme. Sin duda me llevé una gran impresión de él. Es un chico muy amable, cortés y atento.

Sonrió observando el suelo.

Emilia: Bueno, me iré a preparar algo, tengo hambre (Se levanta).

Fue a la cocina, empezó a cocinar, estuvo delicioso. Decidió tomar una siesta, estaba algo cansada así que fue a su cama. Después de un par de horas despertó. Abrió sus párpados paulatinamente cuando escucha tocar el timbre.

Emilia: (sentándose) (¿Pero quién será? ¡Qué raro!)

Se levantó, fue hacia la puerta, y cuando la abrió para ver quién era, se llevó una sorpresa.

Emilia: ¡Christina!

Christina: ¡Emilia! (La abraza)

Emilia: ¡Pero pasa!

Christina: (Entra) Emilia dime dónde dejo esto.

Emilia: En la cocina (señalando) ¿Y qué son esas bolsas que traes?

Christina: Pues he venido a preparar la cena contigo y en eso que conversamos.

Emilia: (sonriendo) Me parece una buena idea.

Christina: ¿Y qué esperamos?

Emilia: ¿Ahora? Pero aún es muy temprano.

Christina: ¿Temprano? Emilia ya son las seis. Mientras que cocinamos ya será de noche.

Emilia: (exaltada) ¿Las seis?

Christina: Sí.

Emilia: (Mirando hacia otro lado) Tanto he dormido, sí que me quede profunda.

Christina: ¡Andando Emilia! Hay que empezar.

Emilia: Está bien, vamos a cocinar.

A la vez que preparaban los alimentos iban conversando de muchas cosas. Se divertían mucho, bromeaban y reían. Pasó el tiempo y la comida ya estaba lista. Christina se dirigió a la olla y probó el estofado.

Christina: ¡Esto sabe muy bien! Ten prueba.

Le alcanzó la luchara y le hizo probar. Saboreó con su boca.

Emilia: ¡Wow, esto sabe muy rico! (sonríe) Iré a poner los cubiertos a la mesa.

Christina: Está bien yo iré sirviendo.

Después ambas se sentaron.

Emilia: (probando) Uhmmm... Sí que nos salió muy bien.

Christina: Sí. Y dime Emilia, ¡qué tal tu primer día en la universidad acá en Italia!

Emilia: Bueno... más o menos.

Christina: ¿Qué, por qué?

Emilia: Bueno me encontré con alguien que no me esperaba.

In the Name of LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora