CAPÍTULO 5

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Sostenía su nuca, mirándolo alarmada. Él abrió un poco sus ojos y con voz débil le dijo:

Haziel: ¿Emilia...?

Volvió a cerrar sus ojos. Eso la alertó más.

Emilia: ¡Haziel!

Tocó su frente.

Emilia: Estás ardiendo.

Miró a su alrededor para después observarlo.

Emilia: (Voy a llamar a un taxi, te llevaré al hospital).

Llamó en seguida a un taxi, le dijo donde se encontraba y que llegara lo más rápido posible.

Emilia: (Mirándolo) Haziel solo aguanta un poco más, ya van a venir. Te pondrás mejor.

Empezó a mirar a su alrededor, pendiente del tiempo e impaciente. En eso escuchó una bocina, era el taxi. Le pidió ayuda al señor para que lo levantara, entre los dos ayudaban a Haziel. El conductor le llevó rápido, conduciendo con prisa. Llegaron al hospital. Ya ahí atendieron a Haziel. Ella solo esperaba sentada a que el doctor viniera y le diera información, quería respuestas. Estaba muy preocupada por él.

Emilia: (¿Pero qué te sucede Haziel? ¿Por qué estuviste jugando bajo la lluvia? ¡Eres un tonto por hacer eso!).

Levantó la vista del suelo, y vio al doctor acercárcele, se levantó.

Emilia: Doctor qué es lo que le sucede, ¿por qué se puso así? ¿se encuentra bien?

Doctor: (Mirando su libreta) El paciente... Haziel, él se encuentra bien.

Sintió un alivio al escuchar eso.

Emilia: ¿Por qué se puso así? ¿Por qué se desmayó?

Doctor: Él ha estado bajo mucho estrés y tensión. También exigió mucho a su cuerpo y por eso terminó así.

Emilia: ¿Y a causa de por qué estaría así?

Doctor: Puede ser por varias razones. Pero lo bueno es que está estable. Ahora se encuentra descansando. Puede ir a verlo si lo desea.

Emilia: Sí, lo iré a ver. Pero, ¿doctor?

Doctor: ¿Sí?

Emilia: ¿Cuándo podrá salir del hospital?

Doctor: Mañana por la mañana, con los medicamentos que le hemos administrado, él dormirá acá en el hospital y no se va a levantar hasta mañana.

Emilia: Ya veo, entonces mañana saldrá de aquí.

Doctor: Sí señorita. Ahora si me disculpa, me retiro que hay otros pacientes que necesitan de mi ayuda.

Emilia: Oh sí claro. Gracias por todo doctor.

Doctor: De nada.

Le dio un asentimiento de cabeza y se retiró. Ella caminó y entró a la habitación. Lo vio descansando en la camilla. Se sentó en un sillón que había en su costado.

Emilia: (¿Cuáles serían tus razones para terminar así? Me alegra que estés bien).

Sonrió. Tocó su frente.

Emilia: La calentura ha bajado.

Ahora presto atención en su rostro. Se permitió observarlo detalladamente, recorriendo con su mirada sus facciones. Unos ojos que escondían la noche misma, esa nariz respingada, labios serios, un mentón pronunciado y afilado. Ese cabello oscuro, de ligeras ondas negras. Se le veía tan distinto... Alguien diferente... Alguien... Una persona de ensueño, muy apuesto aquel hombre que veía reposando en la camilla. Esa faceta tranquila y hasta angelical, era todo lo opuesto a cómo era.

In the Name of LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora