MUTUAL (S.M)

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-Me está diciendo que no le contestas-Dice Alessia obvia. La miró confundido.-Mi amiga, la pianista, dah-Blanquea los ojos con obviedad. -Dijo que te mandó un mensaje y que le dejaste el visto ¿Qué pasa contigo?

No respondí porque no puedo concentrarme en ella en estos momentos. No contigo en este estado y sospechando lo que pasará a continuación.

-Vamos, llámala. Sé que te gusta y te confieso que tú también le gustas a ella. Esto es perfecto. Jamás creí que fueran a corresponderse. Charlie dijo que jamás pasaría en especial después de lo que hicieron, pero mira, es verdad que el amor se toma su tiempo. Llámala.

-Mañana.

-Ahora.

-Debe estar durmiendo, casi son las dos.

-Se está arreglando para venir aquí.

No puedo lidiar con esto ahora. No puedo hacerlo cuando ya no te veo a ti, linda, ya no estás en la sala. No estás en el patio. Temo que estés en el baño con alguien. Temo que estés cometiendo otro error como siempre lo haces. Temo que ellos estén cometiéndolo como es habitual.

-Lo siento, me tengo que ir-Declaro antes de darme media vuelta para alejarme de ella. La oigo decir que soy un idiota. Alessia nunca me había llamado así con intención de herirme pero aun así no lo logra porque no me interesa. No tengo tiempo para esto.

No te veo, linda. No estás aquí, no estás en el baño. Abro un armario para buscarte pero no hay más que una aspiradora descompuesta (sé que está en ese estado porque Brian y yo una vez quisimos usarla de cañón y terminamos haciéndola explotar).

Siento una mano posarse en mi espalda baja. Me empuja al interior del lugar y cierra la puerta para encerrarnos. Me giro al instante pensando que me acorralaron para hacerme una broma pesada pero me encuentro con unos ojos.

No, no los tuyos sino los de Camila.

Parece triste, no, de hecho, parece arrepentida y muy nerviosa. Creo que quiere confesar algo, lo sé porque se rasca las manos frenéticamente y eso siempre lo hace cuando se siente culpable.

-Hicimos algo malo.

Cierro mis ojos no necesitando más explicaciones. Se muerde el labio conteniendo su voz que tembló llena de nervios y tristeza. Yo la miro sabiendo a lo que se refiere. A la pastilla.

-Hicimos algo terrible-Aclara como si eso fuera a hacerme entender la situación con más claridad cuando sé exactamente lo que está pasando. Ella baja la vista y tiembla horrorizada. Luego empieza a llorar.

-Hicimos algo horrible, de verdad horrible-Llora cubriendo su rostro afligida.

No sé qué hacer, no sé qué quiere de mí pero la abrazo para consolarla. Sé lo que hicieron, sé que ya no los veo como antes, recién me percato de que a quienes llamo mis amigos, son unos imbéciles. Sé que yo soy uno de ellos. Sé que no los veía hace tanto tiempo que terminé olvidando que en la escuela me gustaban mis momentos de aislamiento porque no tenía que estar con ellos. Los mentirosos e hipócritas. Los inadaptados que usan a los débiles.

Personas como yo.

La oigo sorber su nariz. Se limpia la mejilla y toma mis antebrazos para llamar mi atención.

-Yo quise pararlos. De verdad que quise-Llora desconsoladamente. Mi silencio parece hacerla entender que no sé lo que pasa ahora mismo pero en realidad sí que lo sé. Ella presiona para llamar mi atención. -De verdad que lo intenté. Por favor, no quería hacerle daño. Me dijeron que sería divertido... Me dijeron que nadie saldría herido. No creí que él fuera a llegar tan lejos esta vez.

Sé lo que pusieron en tu vaso, linda.

Algo malo que hace a la gente hacer cosas horribles. Lo sé porque he estado en tu lugar antes. En el tuyo y el de él.

Y créeme, es de lo que más me arrepiento.