Charlie se ríe al verte acariciar tu muslo y frotarte. Muerdes tu labio cuando él te lo ordena. Te das vuelta para darle la espalda a la cámara mientras que intentas torpemente alcanzar el broche de tu sostén.
Dices mi nombre para que me acerque. Yo miro a Charlie que alza sus cejas divertido y conecta nuestras miradas con una sonrisa curvada en los labios.
-Creo que es justo que seas tú esta vez, tú me cediste a la tuya. -Aclara agachándose de hombros.
No quiero hacerlo. ¿Por qué? Porque estás alucinando, estás drogada, estás desesperada por amor. Pero él es mi amigo. No, no es mi amigo sino que es mi jefe, tiene poder sobre mí. Él sabe las cosas que he hecho. Él es con quien arderé en el infierno por el resto de mi vida y por eso sabe que tengo que obedecer.
Me veo obligado a detenerme frente a ti. Estoy de pie a un lado de la cama, tú te sientas en ella mientras que llevas tus manos a mi cintura y tus piernas rodean las mías. Tus dedos bajan mi cremallera. Te detengo, tomo tus muñecas para dejarte quieta. Tornas el rostro y lames tus labios provocativamente.
-Por favor-Suplicas-Me está llamando, por favor. Dice que quiere sentirme.
-Deja de grabar-Demando mirando a Charlie.
-Ella quiere hacerlo, sólo déjala.
-No.
-Sólo déjala hacerlo, deja de ser un maricón.
-Corta el video.
-No, la función tiene que continuar.
-Dije que dejes de grabar.
-No, tenemos que tener cada detalle-Aclara. Te mira a ti con atención-Corazón, él no quiere esto.
-Por favor-Suplicas nuevamente mirándome a los ojos. Aparto mi vista y niego. Te veo temblar, apartas tus manos de mí y antes de que pueda reaccionar, Charlie me hace a un lado.
Me empuja con tal fuerza que tropiezo al no tenérmelo esperado. Termino en el piso y me incorporo para verlo llevar sus manos a su pantalón mientras que tú lo ayudas.
Y ahí es cuando pierdo totalmente la compostura. Cuando mis estribos ya no están ahí. Cuando simplemente actúo por actuar sin pensar por oír su cinturón chocar contra el suelo y su orden de que digas su nombre.
Simplemente pierdo el control.
Agarro el trípode de la cámara y lo golpeó con él justo en la cabeza.
Charlie se te aleja soltando un grito. Alzo el trípode como si fuera un bate de beisbol. Me mira sorprendido mientras que tú te alejas asustada por el ruido seco del metal contra su cráneo que por milagro no se rompió ni quebró por el impacto.
Lo miro amenazantemente, él no puede mirarme a mí sino a su cámara en lo alto. Tiembla.
-Lárgate-Ordeno yo.
-Suelta mi cámara.
-Dije que te largues.
-Suéltala-Demanda indicándome. -No la puedes tocar, cuesta mucho dinero. Déjala donde estaba. Todos mis trabajos están ahí.
Y entonces hago lo que tendría que haber hecho la primera vez que él propuso esta idea. La primera vez que vio lo vulnerable e ilusos que hace el alcohol a las personas. La primera vez que sintió el sabor del poder cuando obligó a Alessia a tomar esos sedantes del botiquín de mi madre.
Arrojo la cámara con trípode y todo por la ventana.
Lo oigo gritar e intentar alcanzarla pero es inútil. La ve salir disparada por la ventana. Yo no la veo porque me encargo de cubrirte con la sábana de la cama. Oigo el ruido seco del aparato estampándose y hundiéndose en la piscina.
Charlie se queda pasmado mirando por la ventana mientras que oigo a todos nuestros amigos abajo gritar sorprendidos.
¿Dije amigos? Quiero decir víctimas.
Cielos, linda, jamás creí que tú serías una de ellas.

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MUTUAL (S.M)
FanficNo quería hacerlo. No, definitivamente no quería. ¿Por qué? ¿De verdad me lo preguntas? Es simple, es mi amigo, uno de los mejores que tengo y es tu novio. Además, estás ebria, y sé que si te beso, pensarás en él y eso terminará matándome.