Capítulo 3

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Sasha


Otra vez yo, mirando por mi ventana a esos hijos de... sus padres. Había pasado ya el tiempo suficiente para que se acordaran de que tenían mi número. Se suponía que Mathew había llegado anoche, y con él su esposo. Pero, no se estaban quedando en esa casa, sino en la que habían comprado justamente al otro lado de la de sus padres.

Dejé salir un largo suspiro y tomé mi mochila, pasé mis manos por mi uniforme, me coloqué los lentes y los frenos, y bajé las escaleras. Mis padres estaban con mis hermanos conversando sobre su próxima estafa y como deseaba que todo le saliera mal, para que me dejen en paz.

Lo peor de mi vida, era que ellos pretendían ser igual que yo. Un Delta, pero eran demasiados asquerosos y sedientos de sexo que no sabían cómo controlarse delante de las personas. Por esa razón es que Aiden y Frederick no soportan a nadie de esta casa, sólo a mí.

Para mi suerte, tomé las pastillas anticonceptivas y nadie en esta casa supo que hice con mis dos hombres y vecinos del a lado.

Tomé una manzana, y salí justamente cuando el señor Aiden llegó por mí para llevarme a la escuela al igual que a la pequeña Hera. Gracias al cielo no terminé por atragantarme con la manzana, porque mi sorpresa fue tan grande al verlos en la parte de atrás junto con Hera.

— B-Buenos días — fue lo único que pude dejar salir.

— Buenos días, pequeño — Aiden saludó, desde el asiento de copiloto — Parker, deja que entre.

El mencionado me observó mientras bajaba de la camioneta, y subí sin pensarlo dos veces. Éste era el momento de mi vida en el que deseaba desaparecer de la faz de la tierra por estar tan nervioso. Siempre soñé con éste momento, pero no de esta manera. Ahora sólo deseo que algo malo me pase por estar tan nervioso.

— Perdona que mis hijos estén aquí — dijo Frederick — Pero estos dos no tienen un transporte más que el mío por el simple hecho de que dejaron sus neumáticos sin aire la noche anterior o no se dieron cuenta de que estaban vacios.

— ¿Por esa razón es que están con nosotros, papá? — preguntó Hera, cruzándose de brazos — Mejor los hubieses dejado ir caminando a la universidad.

— Para nosotros también es un placer ser tu hermano, mocosa — dijo Enzo, pellizcando su brazo, y rozó mi brazo, ¡Rozó mi brazo!

— Estás asustando a Sasha — mis labios temblaron cuando dijo mi nombre y las dos miradas fueron dirigidas a mi persona.

— No se preocupe — sonreí tenso — Ya estoy acostumbrado a éste tipo de cosas que pasan con Hera.

— ¿Tu nombre es Sasha? — Preguntó Enzo, y yo asentí — Vaya, no sabía que te llamabas de esa manera.

— No hemos hablado antes — me encogí de hombros — No soy una persona que socialice con los demás.

— Se nota — dijo Parker, logrando que lo cabeza girara hacia él — No creo que seas hermano de Nick y de Clint.

— Así es la vida — desvié mi mirada hacia el frente.

Ya deseo llegar rápido, voy a morirme, sino es que ya estoy muerto. Ellos están hablando conmigo, esto es mucho mejor que ir todos los días a tener que hacer los quehaceres de la casa.

Era una camioneta familiar, pero para mi desgracia estaba en medio de ambos, abrazando mi mochila como si fuese algo que me ayudaría a protegerme. Éste día no podía ser mejor, si no hermanos se llegan a dar cuenta de lo que estoy haciendo, me voy van a matar, no quedará nada de mí. Eso seguro, pero moriré sabiendo que perdí mi virginidad con estos dos, aunque no fuera de la manera más bonita o soñada de todas las que tenía en mente.

Perfectamente Nuestro {Gay}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora