Capítulo 6

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Sasha



Mi padre estaba subiendo las escaleras a las nueve de la noche de ese mismo día, mis hermanos sólo esperaron a que él llegara y ni siquiera dejaron que terminara de entrar para decirle un sin fin de mentiras sobre mi persona, su olor a alcohol estaba en mi olfato como si fuese un purgatorio.

Y yo, estaba sentado en la cama, esperando su llegada majestuosa ante mí presencia. Estaba sentando frente a mi escritorio jugando en mi computadora, una de las tantas sobras que mis hermanos dejaban para mí, sino me adelantaba antes de que ellos las dejaran en la basura.

— ¿Cómo es eso de que deseas dejarnos en la calle? — Ni siquiera lo miré — ¿Deseas que nos quedemos en la calle por qué no puedes estar con las patas cerradas?

— No hice nada — seguí jugando con el dinosaurio — No sé qué te dijeron tus hijos.

— Gírate — no me moví — Te lo estoy ordenando — le dio vuelta a mi silla — ¿Qué te dije sobre meterte en mis asuntos?

— No hice nada — me eché un poco hacia atrás — No sé que le dijeron Clint y Nick, pero no es mi problema.

— No sabes — rió, sarcástico — No puedo creer que me estés haciendo esto, después de que te recogí de las calles.

— Usted mató a mis padres... — mi rostro fue girado hacia el lado derecho por el golpe que me dio.

— No digas esas cosas, estúpido delta — sus dedos agarraron mi mentón — Agradéceme que le hice un favor al mundo, ¿En dónde demonios crees que estarías siendo una especie que debía de estar muerta?

— Eso no le da derecho a tratarme como si fuese una basura... si no fuera porque se meten esas pastillas su magnífico olor no sería similar al mío — Cierra la boca, Sasha, te matará — Todos son unos...

Me besó, y es la cosa más asquerosa que alguien haya hecho hacia mi persona... ese maldito anciano se había robado mi primer beso cuando tenía quince años y estaba tratando de controlar a mi otro yo... y él terminó por dominar. Casi le rompe la nariz, y ya no supe que pasó, sólo sé que desperté en el sótano con una cadena alrededor de mi cuerpo como si fuese una bestia imposible de domar.

Golpeé la parte baja de su cuello, justamente en donde estaba su manzana de Adán y corrí hacia el baño cuando estuve a salvo. Iba a violarme si dejaba que siguiera besándome de esa manera.

— En algún momento saldrás de ese miserable baño — pateó la puerta — Soy un padre con muchas necesidades y créeme que tu eres el único que puede cumplirla.

— No dejaré que me haga daño — me dejé caer en el piso — No otra vez.

— Créeme que serás el que pida más.

No le respondí, dejé que se fuera. Mi corazón latía a mil por hora, ni siquiera sabía cómo iba a salir de esa casa con ellos vigilándome día y noche.

— Déjame matarlo — puso los ojos en blanco cuando escuché a mi otro yo — Será una muerte lenta y dolorosa, Sasha.

— No, no puedes hacerlo, Seth — murmuré — Aun sigo enojado contigo por lo que pasó en la fiesta.

— ¿No te gustó el video? — Puse los ojos en blanco — Pero si hice lo que pediste...

— No hablo de eso. Te estoy hablando de que te fuiste y me dejaste a mí — ese ser miserable se estaba riendo de mí, ¿Cómo se atreve? — Esto es algo serio, y lo peor de todo es que diste mi nombre.

Perfectamente Nuestro {Gay}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora