Dos dedos de frente

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Ahora sí que la había jodido, y bien. Siempre había sido su intención acercarse cuando dejara de rodearla tanta gente. Quería que la primera vez que Solar viera su marca, la marca que compartían, fuera especial. Quería estar a solas con ella, o todo lo a solas que pudiera dado que Irene estaba por ahí pululando, para poder decirle por fin que no podía dejar de pensar en ella y que, a pesar de que apenas la conocía, sentía que necesitaba de su presencia en su vida.

Pero la lluvia y aquellas tres chicas tan pesadas con las que había llegado lo habían echado todo a perder. Al final, en un momento de crisis al verla meterse en la furgoneta, echó a correr hacia el vehículo. A la mierda la privacidad, ya estarían a solas en otro momento...

No obstante, había reaccionado demasiado tarde. Solar se había perdido en la lejanía de la calle, y se había llevado el corazón de Moonbyul con ella.

Se apresuró a ponerse a cubierto. No había llevado paraguas, y el chubasquero no iba a servirle si se pasaba horas bajo la lluvia. Le habría apetecido irse a su casa a llorar su pena en silencio, pero el piso de Wheein estaba justo allí al lado, así que decidió ir allí, al menos para refugiarse hasta que la lluvia amainara, o para que le dejara un paraguas.

Fue en el ascensor del edificio que encendió el móvil con manos temblorosas. Lo que suponía: mensaje demoledor y bloqueo a la cuenta oficial de Mamamoo. Las lágrimas le empezaron a correr por las mejillas, y así la encontró Wheein, mojada y desolada.

Le costó un buen rato calmarse y dejar de parecer una fuente. Taehyung hizo que se quitara el chubasquero, las zapatillas y los calcetines, lo más mojado que llevaba, y encendió la estufa para que entrara en calor y el resto de su ropa se secara. Wheein le dio una manta enorme y mullida y unos calcetines suaves y gorditos para que se cambiara. Se quitó la gorra y sentó en la esquina del sofá más cercana a la estufa para que se le secara más rápido el pelo. Así, calentita y a cubierto, se encontraba un poco mejor, aunque no demasiado. Le pesaba muchísimo el móvil en el bolsillo. Sabía lo que contenía.

Para desahogarse un poco, le contó lo que había pasado a Taehyung, que no tenía ni idea de nada. No pensaba que fuera a servir de mucho, pero su rostro se iluminó cuando le dijo lo inevitable, que no sabía qué hacer para remediar aquella situación tan complicada. ¿Por qué a todo el mundo se le ocurrían siempre cosas y a ella ninguna?

—¿Por qué no la invitas a la agencia?

Por alguna extraña razón, Wheein puso los ojos en blanco y se levantó con rabia, farfullando que nadie la escuchaba en aquella casa. Se perdió por el pasillo y, por sus pasos, parecía que había entrado en el dormitorio. Taehyung y Moonbyul se miraron entre ellos con confusión. ¿Pero qué le pasaba a esa chica? A ella le parecía una genial idea.

Justamente estaban comenzando a pensar en cómo podría contactarla, ya que le había bloqueado de todos lados, Wheein se dejó caer entre ellos con el portátil sobre las rodillas y señaló la pantalla con condescendencia.

—Eres un genio —la alabó Moonbyul, y Wheein sonrió. ¡Por fin!

Destiny [MOONSUN]Where stories live. Discover now