Me puse colorada, profundamente ofendida. ¿A qué estaba jugando?
–Escucha, Liz: no soy un hombre común. Me gustas muchísimo, pero necesito saber exactamente quién eres antes de ir más lejos. Muy pronto descubrirás, si decides quedarte, que la relación que te propongo es un poco... especial.
No te ofendas. Ni siquiera yo sé realmente a dónde quiero llegar…
¿De qué iba? ¿Intentaba marear la perdiz o qué?
–Yo también podría necesitar saber con cuántas mujeres te... eh... te... ¡has acostado! –repliqué, desafiante.
–¿Quieres saberlo?
La idea de imaginar a otra mujer disfrutando de su cuerpo despertó mis celos y me hizo cambiar de opinión: –¡No!
–¿Alguna vez has hecho una felación?
–continuó, obviamente poco dispuesto a abandonar su lascivo interrogatorio. ¿Has tragado semen? ¿Has practicado el sexo anal? ¿Has estado con más de un hombre a la vez? ¿Utilizas juguetes sexuales? ¿Te corres con facilidad?
Se merecía una lección. Mi rostro se volvió rojo carmesí. No daba crédito y no era capaz de pronunciar una sola palabra.
¿Se había creído que yo era una cálida palomita inocente?
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ATRAPADA.
عاطفيةSu cuerpo y su alma son suyos. -La mejor novela erótica. una historia que te atrapará.