Terminó la primera de mis clases, fue un poco menos aburrida de lo que esperaba. En realidad, para ser una clase de Historia se me hizo bastante interesante, apesar de que casi no me guste esa materia. Una vez que sonó el timbre, muchos de mis compañeros salieron del salón, revisé el horario escolar que tenía en mi cuaderno que usaba para dibujar, noté que siempre tenemos 10 minutos de receso entre cada clase muy aparte del receso normal a mitad del día del que todos ya conocen.
Cerré mi cuaderno y me levanté del asiento a estirarme un poco. Ángel también se levantó, guardó sus cosas y estaba por dirigirse hacía mí cuando una voz lo detuvo.
- ¡Ángel! - Gritó un chico desde la puerta -. Ven, Jeremías y yo queremos contarte algo.
- ¿No vas a ir con tus amigos? - Le dije -. Te están llamando.
Ángel me hizo una seña con sus manos, quería que esperara un momento.
- ¡Sí, ya voy! - Le gritó a los chicos, luego, se acercó a mí -. Ryan, ven conmigo, te presentaré a mis amigos.
- No lo sé, no suelo hablar mucho - Retrocedí un poco.
- Anda, ven. Te van a agradar, lo prometo - Ángel me tomó del brazo y empezó a llevarme con ellos, me puse nervioso así que forcegeé hasta soltarme.
- Está bien, sí voy - Dije.
Llegamos con los chicos. Uno parecía ser bastante alto y otro era más bajo, prácticamente de mi estatura.
- Ángel, ¿Qué tal?, tanto tiempo sin verte. - Mencionó el más alto de los chicos.
- Sí, por un momento creíamos que ya te habías mudado, ya no te comunicabas con nosotros -. Dijo el otro.
- Lo sé, estuve sin teléfono en todas las vacaciones, me fui de viaje bastante lejos de aquí y no regresé hasta que se terminaron -. Respondió Ángel
Mientras seguían charlando, yo trataba de esconderme detrás de Ángel, me sentía un poco incómodo. Poco a poco comencé a alejarme pero cuando iba a dar el paso para salir de ellos un chico me miró.
- ¿Quién es él? - Preguntó el chico más alto -. No lo había visto por aquí, supongo que también debe ser nuevo en la escuela.
Ángel me tomó de nuevo del brazo y me acercó con ellos.
- Él es Ryan, es nuevo en la escuela y también mí nuevo amigo - Dijo y me rodeó con uno de sus brazos para abrazarme.
En todo el tiempo que estuvieron charlando yo siempre tenía la mirada agachada hasta que el chico de mi estatura se dispuso a hablar conmigo.
- Hola, Ryan. Soy Emmanuel. Un gusto en conocerte - Me dijo.
Levanté la mirada a Emmanuel. - Igualmente - Respondí y chocamos palmas. Al verlo, pude ver con claridad los rasgos de cada uno.
Emmanuel era de tez clara, un poco similar a la de Ángel, sus ojos eran de dos colores distintos; el derecho era azul y el izquierdo de color miel; su cabello negro le cubría uno de ellos, específicamente el derecho. Vestía una camiseta blanca y encima de ella, una sudadera negra con mangas rojas que se ajustaba a su torso; unos pantalones de chándal negros y tenis blancos.
- Yo me llamo Jeremías - Exclamó el otro chico -. Espero que te sientas bien aquí.
- Gracias - Contesté.
Jeremías era el más alto y delgado entre nosotros; su color de piel un tanto más morena que Emmanuel, sus ojos eran de color marrón claro y su cabello castaño. Vestía una camiseta gris, debajo de ella se notaba que tenía otra camiseta deportiva negra más ajustada y de mangas largas; unos pantalones negros, y en ellos, colgaba una cadena de plata.
ESTÁS LEYENDO
Los dos caminos del amor
RomanceUn chico llamado Ryan se inscribe en un nuevo colegio privado en su ciudad, el más costoso y de lujo que existe. Allí, tendrá que luchar contra su timidez y hacer nuevos amigos, pero algo repentino sucedió. Una enorme confusión invade su cabeza cuan...