Capítulo 6: Repentino Incidente

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Durante el camino hacia la cancha de básquetbol ví que todos los salones que pasamos estaban vacíos, todos habían dejado sus mochilas en su silla, uno que otro cuaderno tirado y los lápices revueltos, al parecer estaban a dónde queríamos llegar, había una gran multitud en frente, no se podía ver nada. Emmanuel se aproximó a un chico a aclarar sus dudas.

- ¿Que pasó? - Le preguntó al chico -. ¿Por qué todos están aquí?

- No lo sé - Respondió -. Yo también acabo de llegar y hay tanta gente que no puedo entrar a ver.

De pronto una chica se unió a la conversación, sonaba asustada.
- Creo que sé algo - Opinó.

- ¿Sabes lo que pasó? - Pregunté acelerado -. Emmanuel y yo escuchamos unos gritos muy fuertes y llegamos lo más antes posible.

- Yo también los escuché - Contestó la chica -. Tiene algo que ver con la pelea de Elías, estoy segura.

- ¿Alguno de ustedes ha visto a Ángel? - Le dijo Emmanuel a los dos chicos -. Se supone que debería estar aquí con Jeremías intentado tranquilizar a Elías.

Antes de que pudieran contestar, fuimos interrumpidos por una fuerte sirena. Todos volteamos a la puerta principal de la escuela que quedaba justo atrás de nosotros, vimos que el director junto con otro maestro las abrieron rápidamente.

De la puerta entraron dos camillas junto con sus respectivos camilleros. - ¡APARTENSE! - Gritaron. Corrieron lo más rápido que pudieron hasta el centro del gentío, abrieron un camino y pronto se perdieron de nuestra vista. Aprovechamos el camino que habían hecho los camilleros para adentrarnos en la multitud pero aún no podíamos mirar nada, escuchamos como ellos subían a unas personas a sus camillas. Me estaba asustando, en todo este tiempo que hemos estado aquí no había visto ni a Jeremías ni a Ángel, temía que esas personas sean ellos.

Se escuchó otra sirena, está vez era de la policía, el ambiente se puso más turbio. - "Si llegó la policía significa que alguien fue el culpable de que estas dos personas estuvieran heridas y vienen a arrestarlo" - Pensé. Dos oficiales bajaron de la patrulla y como los camilleros se adentraron al centro de la multitud con gran velocidad.

Pasó un tiempo para que la situación empezara a moverse, ví como primero salían los policías con alguien esposado, esperé a que se acercaran más y me dí cuenta que precisamente se trataba de Elías. Él no dijo nada durante su camino a la patrulla, de hecho se veía impactado.

- Les dije que era Elías el culpable de esto - Exclamó la chica.

- Sí, tenias razón, pero no es él quien me preocupa ahora - Mencionó Emmanuel. Una vez que los oficiales se fueron salieron los camilleros con toda prisa. Cada persona que veía al herido al que cargaban se asustaba, me acerqué mucho más para ver.

- ¡Ryan, espera! - Gritó Emmanuel, pero no hice caso alguno. En el momento exacto en el que había llegado estaban pasando los camilleros cerca de mí y pude notar algo terrible. La persona que estaba en la camilla era Ángel, sin camisa y con una venda envolviendo su abdomen, toda manchada de sangre. Comencé a temblar, podía escuchar a mí corazón latir a velocidad desbocada, mi respiración se volvía más rápida e intensa y mis oídos ya no percibían ningún sonido. Emmanuel se dio cuenta de esto, se acercó y me abrazó con fuerza, empecé a llorar, cerré los ojos y lo abracé tambien, no me importaba lo que los demás pensaban al vernos así, el consuelo de Emmanuel lo necesitaba.

Cuando abrí los ojos noté que a espaldas de Emmanuel nos miraban muchas personas con expresión de desagrado, los cuales solo ignoré.

- Esto me es tan familiar - Dije en voz baja.

Los dos caminos del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora