Las desastrosas vidas de Saiki K. y Saiki K.

Ψki al rescate

-Prepárense para los problemas.

-Y más vale que teman.

-Para proteger al mundo de la devastación.

-Y unir a los pueblos dentro de nuestra nación.

-Para denunciar los males de la verdad y el amor.

-Y extender nuestro reino hasta las estrellas.

-Karen.

-Kaido.

-El equipo Jet Alas Oscuras viajando a la velocidad de la luz.

-Ríndanse ahora o prepárense para luchar.

-Guau, así es.

-No admiten perros en esta institución.

Kaidou y Karen, de pie a la entrada de la escuela, vestidos con trajes de entrenadores Pochimón junto con Hikaru disfrazado de Miauth era un espectáculo que no pasaba desapercibido para nadie, hasta que el profesor Matsuda comenzó a reprenderlos por haber llegado así al colegio y tuvieron que cambiarse.

Yare yare, debí haber adivinado que dejarlos ver Pochimón durante el almuerzo de ayer no era una buena idea.

-Hey, ¿Por qué llegaron disfrazados a la escuela?

-No son disfraces, son nuestros uniformes de entrenador. Iremos a capturar algunos después de clases. - dijo muy emocionado el peliceleste mostrándole a su amigo el juego que había descargado a su celular.

-Y cuando subamos de nivel, conquistaremos todos los gimnasios que podamos de esta ciudad. - contestó alegremente la castaña, pasando un brazo sobre los hombros de su compañero.

A pesar de ser una chica, Kaidou ya se había acostumbrado a las mujestras tan efusivas de afecto que su amiga le brindaba de forma tan juguetona, aunque eso no evitó que se sonrojara levemente al sentir su abrazo. Voltearon a verse y sonrieron de forma cómplice mientras levantaban los pulgares con muchos ánimos.

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Las clases transcurrieron de forma tranquila hasta la salida, cuando ambos adolescentes regresaron a los trajes con los que habían llegado y se reunieron con el can que los había estado esperando en la entrada, escondido entre algunos arbustos. Los recibió con muchas lamidas y se dispusieron a realizar su travesía. Iban por las calles con celular en mano, paseando entre las casas y atrapando varias criaturas en el proceso, siendo guiados por Hikaru, quién les avisaba si pasaba un auto, si se acercaba una persona, o si el suelo tenía algún desnivel con el que pudieran tropezar. De igual forma, Karen estaba muy al pendiente, vigilando los alrededores de manera constante para evitar cualquier peligro.

Sigue siendo peligroso que hagan eso.

Y un par de calles, se encontraba el psíquico vigilando que no fuesen a cometer alguna tontería, o que les ocurriese algo, mostrando una gran preocupación por sus amigos.

No lo malinterpretes, por favor.

Yare yare, no puedo creer que estando en preparatoria sigan con este tipo de juegos. Sí causan alguna molestia, llamarán al colegio o a sus padres, y sólo lograrán llamar la atención.

De este modo, Kusuo dedicó 10 minutos a seguirlos hasta convencerse de que no iban a causar problemas, para luego dirigirse a casa. Ambos chicos siguieron tranquilamente su recorrido hasta que comenzó a atardecer, cuando el chuunibyou  se ofreció a llevar a su amiga hasta su casa.

-Fue un día muy productivo. Atrapamos varios monstruos nuevos y subimos muchos niveles. ¡Ya puedo sentir nuestra primer victoria cerca! - festejaba la chica cargando a su mascota para abrazarla, darle una vuelta y volver a dejarla en el piso.