¿Será una Ψcópata?

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Amo ésta escuela. Ya tengo amigos, mis compañeros son muy amables, las instalaciones son enormes, y los profesores también son muy comprensivos. Estoy encantada con este lugar. Creo que prepararé curry para comer. Ojalá a mis padres les guste. ¡¡¡Soy excelente cocinando!!!

-HEY, NOVATA.

¿Eh?

La joven volteó para encontrarse con Nendo, Kaidou, Aren y Saiki (el cuál estaba siendo arrastrado por los antes mencionados), quienes corrían hasta ella, a escasos metros de la entrada del instituto. La chica sonrió mientras cerraba los ojos un tanto divertida por la expresión del pelirrosa y los otros que no se daban cuenta de ello, o simplemente no les interesaba.

-¿Qué hay chicos? Iba directo a casa.

-Pero habíamos quedado de ir a comer ramen, ¿recuerdas? -decía el chico con vendajes.

-¡Cierto! Lo olvidé, perdonen. Planeaba llegar a cocinar algo de curry, pero puedo hacerlo mañana. -Karen acomodó su mochila en el hombro, luciendo de un modo más relajado.- ¿Les parece si vamos a cambiarnos y nos vemos aquí en 30 minutos? Para ir más cómodos.

-Suena perfecto. -contestó Aren, tomando del hombro a Kaidou.- En media hora.

El grupo se dispersó rápidamente. Shun y Kuboyasu en una dirección, Nendou en otra y finalmente, Karen y Kusuo caminaron hacia el mismo rumbo, en un tranquilo y para nada molesto silencio. Si, silencio. El psíquico no oía ningún pensamiento molesto o irritante de parte de la castaña, lo que era increíble, porque la mayoría de la gente siempre tenía millones y millones de pensamientos al día. Esta chica solo pensaba ocasionalmente en pequeñas palabras o frases como "lindo clima" "una nube" "vaya, una brisa" "haré la tarea a las 6".

Quizá no sea tan mala. Y se vé bastante... Normal. Planeaba fugarme para no tener que ir a comer con ellos, pero... Creo que hoy aceptaré. Y soltó una ligera sonrisa.

-¿Odín?

-¿Qué?

-¡MALDITO!

Un perro blanco y algo pequeño se abalanzó contra Kusuo, a punto de morderlo en el estómago de no ser por los reflejos de ambos jóvenes, uno esquivando y el otro atrapando a la mascota.

-¡¿Qué demonios te pasa?! ¡Encima de que te escapaste de casa, te atreves a atacar a nuestro vecino!

-MALDITO DESCONOCIDO, ALÉJATE DE MI CASA, NO TE ACERQUES A MI DUEÑA O TE MATARÉ YO MISMO, PORQUERÍA DE HUMANO.

-AY, YA CÁLLATE IDIOTA, TE VAS A QUEDAR SIN GALLETAS COMO CASTIGO.

-OH, POR FAVOR, NI QUE FUERAS QUIÉN COMO PARA CASTIGARME, HUMANA.

-SOY TU DUEÑA Y VIVES EN MI CASA, POR LO TANTO, ME OBEDECES.

Y así, perro y humano se dedicaron a ladrarse-gritarse, mientras el psíquico sólo los veía con cara de poker, sintiendo una gota de sudor bajar por su nuca.

... Ok, entiendo que yo pueda saber lo que dice el perro, pero ella está "conversando" con él... Enfrente de mi... Como si fuera algo normal...

-Perdona por ésto. A él no le gustan los extraños. En verdad lo lamento. -Karen hizo una reverencia mientras sujetaba a la mascota, obligándola a inclinar la cabeza también con la otra mano.- Te veo en un rato.

Y dicho esto, dio media vuelta, entrando por la cerca de la casa, bajando al perro y dándole una pequeña patada para hacerlo entrar mientras seguían discutiendo.

... Creo que mejor me quedo en casa.

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Las desastrosas vidas de Saiki K. y Saiki K.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora