dynasty. rhaegar targaryen.

ch. 007

CHAPTER SEVEN

Tras la dichosa cena con su padre y hermano mellizo, ambos fueron informados de que, durante su cumpleaños número diecisiete, sería anunciado a los Siete Reinos que ellos serían unidos como marido y mujer en cuanto cumplieran la mayoría de edad.

Si Vaella debía ser honesta, estaba completamente agradecida de que su padre espere por un año más hasta que ellos se vean listos para consumar el matrimonio. Pese a que no dudaba de la amabilidad de su hermano, quería hacerlo feliz.

Rhaegar estuvo de acuerdo con las decisiones de su padre. Pues él aún tenía que aprender bastante antes de poder esposar a su hermana. Había pocas cosas de las que él estaba seguro, y una de ellas era la idea de pasar el resto de su existencia al lado de Vaella. Podría admitir sin vergüenza alguna que era la única mujer que podía mirar y sentirse realizado, listo para gobernar.

Esa noche ambos cayeron rendidos con la idea de un futuro próspero y lleno de alegrías. De un Reino que desconozca de crueldades y carencias. Vaella soñó con el resurgimiento de las mejores épocas de los dragones, Rhaegar soñó con un hombre de ojos azules iguales al mismísimo hielo.

Dos semanas de eso y ahora la joven dragón estaba sentada frente a los huevos de dragón, escuchó a Daemon quejarse múltiples veces, haciéndola soltar suspiros de completo cansancio, pues ella sólo deseaba un momento a solas con aquellas piedras, pese a que no perdía la esperanza de que se rompería y de éstas resurgirán los dragones con los que soñaba, empezaba a sentirse totalmente decepcionada por cuánto tardaban.

─Debes darles tiempo ─Daemon dijo, hablándole como si fuera un experto en nacimiento de dragones─, han pasado mucho tiempo en la oscuridad de las Tierras Sombrías, lejos del calor del fuego y, prácticamente, dormidos. Han de estar preparándose para el momento adecuado, dales tiempo.

─Les estoy dando tiempo ─musitó ella─, solo que mi corazón no soporta esperar mucho más. Ya se siente como una necesidad verlos con mis propios ojos.

Daemon no agregó nada, no comprendía mucho de los sentimientos que ella ahora mismo experimentaba, por lo que acabó por asentir con su cabeza y decidió cambiar de tópico.

─Escuché que tú primo Orys vendrá a King's Landing junto a tu tía Rhaelle ─dijo él, Vaella sonrió levemente.

─Me alegra saber que mi tía Rhaelle venga a visitarnos junto a Orys ─musitó ella, volteando a verle─. La última vez que la ví me dijo que ella también solía soñar con dragones.

─Tendrás alguien con quién hablarlo entonces, y que comprenda las cosas que sueltas por lo bajo en Alto Valyrio ─musitó, rendido mientras la escuchaba reír. Perdió la cuenta de cuántas veces la joven se lanzaba a hablar en valyrio, y él pretendía comprender lo que decía.