❝ Había llegado el momento de que los
dragones asciendan a los cielos, para
bien o para mal ❞
rhaegar targaryen xfem oc
historia original
portada hecha por: @FaithLion
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
CHAPTER FIFTEEN
Las noticias llegaron a ambos jóvenes de forma imprevista. Su madre, Rhaella, había dado a luz a un niño sano. Jaehaerys. Vaella sintió que su mundo entero desprendía una felicidad y un aura maravillosa, esperó ansiosamente por poder verlo, abrazarlo y protegerlo de cualquier mal. Después de tanto por lo que su madre pasó, por fin un niño sano le cayó como bendición.
Pero, la Diosa de la naturaleza sin lugar a dudas no estaba de su lado, y ese día, en las costas de Dragonstone una tormenta azotó violentamente, el cielo estaba de un gris obscuro, a Vaella le pareció que el cielo estaba por caerse. Rhaegar intentó calmar los pensamientos de su melliza, pero la presión de esa misma tormenta era demasiada. Se sintió como un mal presagio, como si estuviera advirtiéndole de algo.
Pero, ¿de qué exactamente?
Un suspiro dejó sus labios, Lyarra intentó calmar los pensamientos de la princesa e hizo un esfuerzo por distraerla. Le leyó su libro favorito, le comentó sobre las cartas que llegaron del Norte. Pero nada llamó su atención. Hasta que decidió hablarle de eso que podría cautivar totalmente a la joven dragón.
─He pensado en decírselo hace algún tiempo ya, princesa ─musitó la joven, pero aquello aún no devolvió a la princesa a ese plano. Aún estaba vagando con los Dioses─, Lord Orys ha enviado unas cuántas cartas, últimamente.
─¿Orys? ─preguntó, notoriamente curiosa al respecto. Lyarra soltó una corta risa y asintió─. Oh, eso es increíble. ¿Qué te ha escrito?
─Bueno, ha revelado algo que me pareció apropiado comentarte ─musitó─. Ha dicho que desea verme pronto. Para poder conocer al otro mejor y llegar a ser amigos.
─¿“Amigos”? ─le preguntó Vaella, con su ceño fruncido─. Esperaba que para ahora haya pedido vuestra mano ante tu padre.
Lyarra se sonrojó levemente, ocasionando una risa divertida de la princesa. A lo lejos se escuchó un estruendoso rayo que azotó sin piedad en algún lado. La loba suspiró y la joven dragón apenas pestañeó, sin haberse asustado.
─No digas esas cosas tan a la ligera, aún es pronto para considerar una propuesta de matrimonio ─musitó. Vaella solamente suspiró un poco decepcionada, realmente deseaba asistir a una boda─. Deseo conocerlo antes de contraer nupcias con él.
─Bien, sólo debes saber algo con claridad ─Lyarra arqueó sus cejas esperando que continúe─. Orys no es Robert.
Y vaya que lo sabía. Robert formó su reputación, todos sabían quién era él, qué hacía, con quién lo hacía y cuáles actividades se habían hecho sus preferidas desde temprana edad. Era el segundo vástago de Steffon, sin preocupaciones, sin ataduras, sin nada que deba hacer sentir orgulloso a su progenitor. Él lo sabía, y todas las personas de los Siete Reinos también eran conscientes de eso.
