ch. 014

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CHAPTER FOURTEEN

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CHAPTER FOURTEEN














Cuando los ojos de la princesa se volvieron a abrir, no se encontró a ella misma viendo el techo oscuro de Dragonstone, no, sus ojos ahora veían un cielo despejado, como si anoche jamás hubiera habido una tormenta.

Desconcertada, alzó su cuerpo, estaba en medio de un campo, viendo a la nada misma. Ante ella no había nada, solo podía percibir un aroma disgustante que la hizo hacer una mueca. Aún así, se puso de pie y buscó a alguien, quién fuera, sólo necesitaba a alguien que le diga que estaba todo bien y que eso no era nada más que una mala pesadilla.

Un suspiro abandonó sus labios, justo en el momento en que ante ella aparecía una enorme bestia negra de escamas rojas, las mismas que el huevo de piedra, exhaló aire sonoramente nuevamente, exaltada por ver aquella criatura pasarle por encima y esparcir fuego por todo el campo, dejándola en medio de un círculo.

Escuchó más rugidos, la presencia de espadas ahora se hizo fácil de percibir y podía jurar que oía el rechinar de caballos, quizá de unos cuantos en agonía por las llamas del dragón.

«¿Qué es esto..?»

─Todos consideran que al unificar los Siete Reinos, demostré cuán poderosos eran los de la sangre del dragón ─una voz se escuchó pero por más que busque el responsable, no había nadie─. Dicen que conmigo y mis hermanas, comenzó la maldición que surca entre dragones. Siendo honesto, jamás conquisté los siete reinos para demostrar nuestro poder.

Oh Dioses. Vaella musitó, intentando encontrarse con el hombre que hablaba, intentando con todas sus fuerzas, por no perder la calma en ese instante.

─No muchos entendieron mi propósito ─volvió a hablar─, y otros tantos que sí lo entendieron, no hicieron nada. Desde que dejé este mundo, no he visto nada más que cómo destruyen todo lo que hemos construido. Mis propios hijos ─su voz parecía enojada, pero realmente, le costaba distinguir─, todos aquellos que han descendido de mí. Todos han sido sangre de mi sangre, y aún así, jamás lograron entenderme. En vez de unirse como la familia que somos, han escogido tirarla abajo. Me siento un poco enojado al respecto y no debería revelar nada más.

─Oh, estoy soñando. No existe explicación más que esta.

─Vaella Targaryen ─musitaron detrás de ella, al voltear, un hombre de ojos púrpuras, cabello plateado, alto y corpulento, la miraba fijamente─. Iksā sepār hae skorkydoso Rhaenys jūndan ─la joven princesa sintió que la saliva se quedó atascada en su garganta. «Eres la viva imagen de Rhaenys» musitó el hombre─. Mi nombre es Aegon, el primero de su nombre y todo eso.

dynasty.     rhaegar targaryen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora