Cayendo En Tus Redes

Capítulo 2: Guía inesperado.

Después de dar vueltas por el instituto encontramos nuestro salón y están haciendo las típicas preguntas de bienvenida.

¿Cómo pasaron sus vacaciones?

¿Donde fueron en las vacaciones?

Etc... Ash odio esas preguntas y que crean que somos niños y nos traten como tal.

Estoy harta de esas estupideces sin sentido.

[...]

En estos momentos me encuentro dibujando algo en la última página de mi cuaderno, para distraer la mente y no aburrirme por completo, hasta que el sonido del timbre inunda el salón haciendo que celebre mentalmente.

Al fin... Ya moría de aburrimiento aquí, Helen está dormida en su pupitre, al parecer no escuchó el timbre.

-Helen -digo suavemente y no hay respuesta -Helen despierta -empiezo a mover su cuerpo -Helen, joder -digo al cansarme de no obtener respuesta alguna y la tumbó de su asiento.

-Aush -se queja de dolor mientras soba su nalga por el impacto del duro suelo contra su trasero-, ¿Que pasó? ¿Por qué me despiertas de esta forma idiota? -dice con cara de querer matarme.

-No tuve otra opción, no te querías despertar y ya tenemos que ir a la cafetería.

-Debiste decir comida y me despertaba sola -dice con obviedad.

-Cómo sea, mejor vamonos Helen -digo rodeando los ojos.

Nos encaminamos a la cafetería y no tenemos idea de dónde podría estar, estamos andando como si supiéramos dónde queda todo cuando en realidad no sabemos nada.

-Kate ¿Crees que encontremos la cafetería? -pregunta Helen preocupada.

-No lo sé, estoy algo confundida -digo mirando hacia todos lados.

-Debemos preguntar Kate -dice sin opciones.

-No -digo caminando a algún lugar mientras miro a Helen-, déjalo en mis manos yo me enc-ar... -impacto con algo duro y caigo al suelo, sobo mi cabeza, se sintió como una pared.

-¿Estás bien? -me pregunta una voz masculina.

-Si, estoy bien pero para la próxima fíjate por dónde vas -digo entre risas y él me extiende su mano.

Cuando tomo su mano me enfoco en su rostro y es el chico de hace rato, el de la mirada perdida y lo estaba mirando otra vez, ahora su mirada está enfocada en mi, sus ojos son más hermosos e intensos de cerca.

-¿Disculpa? Enana, la que te atravesaste en mi camino sin mirar fuiste tú y eres muy pequeña así que no te había notado, es culpa de ambos supongo -me da una sonrisa de lado.

-Eso es bullying ¿Sabias? Podría darme depresión y querer suicidarme por tu culpa -digo presionando mi dedo en su pecho en forma de regaño.

-Dios, aparte de enana eres exagerada -dice aún riendo.

-Exagerado serás tú y deja de decirme enana, yo soy una chica de tamaño normal -hago puchero.

-Enana -me giña el ojo.

-Estúpido poste -digo el primer apodo que llega a mi mente haciendo puchero.

-¿Acaso me has llamado poste? -rie desenfrenadamente - ¿No se te ocurrió uno mejor?.