Capitulo 15.

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Corrió, corrió todo lo que pudo. Todo estaba encajando en su cabeza como si se tratasen de piezas de puzle. Sentía como el corazón iba a salirse del pecho, algo en su interior ardía, y le pedía gritar.

Así que una vez que se dio cuenta de que estaba lo suficientemente lejos paró y gritó. Gritó tan fuerte que el eco le devolvió el sonido con la misma rabia, apoyó sus manos en sus rodillas y empezó a intentar controlar su respiración.

Tenía muchas preguntas, pero estaba muy enfadada, así que necesitaba tiempo, poder aclarar su cabeza, y después intentar comprenderlo todo mejor.

Las lágrimas comenzaron a salir sin darse cuenta y se dejó caer apoyando las rodillas en el suelo. Alzo la cabeza e inhaló despacio, no quería comenzar a tener un ataque de pánico.

Algo detrás de ella se movió, hizo que se incorporara rápidamente y se giró. Gabriel estaba enfrente suya, se veía el preocupación en su rostro.

El seguía con Thea e Isaac, en su caravana, en el claro, jugando con el pequeño Jason, cuando el grito de Scarlett llego a él, era casi inaudible, pero para el fue como si estuviera a unos metros.
Sin pensarlo dos veces se transformó y corrió todo lo que pudo, hasta llegar a ella.

- No te acerques.- Le dijo en un murmuro.

Gabriel frunció el ceño confuso.

- ¿Que te ha pasado?.- Pregunto dando un par de pasos al frente.

- ¡No te acerques!.- Repitió gritando.

Paró en seco, no comprendía que sucedía.

- ¿Por qué?¿Que es lo te ocurre Scarlett?.

- Se lo que eres.

- ¿De qué estas hablando?.

A Scarlett le costó por un minuto decir la palabra, pues le parecía descabellado.

- Un lobo.- Susurró.

Gabriel se quedó sin palabras, ella estaba asustada, podía oír como su corazón palpitaba de manera rápida, su respiración era acelerada, y lágrimas frías mojaban sus mejillas. No sabía que decirle exactamente, ¿Debía mentir? No, estaba cansado de mentiras, pero ¿Y si no aceptaba la verdad?, a esas alturas era un riesgo que debía tomar.

- ¡¿Tampoco vas a decir nada?!.- Preguntó gritando al ver que no contestaba.

- ¿Que quieres que diga?

- ¡Niégalo! ¡Dime que es mentira!

- Sabes que no puedo hacer eso, ya no. Pero puedo explicártelo todo, solo necesito que me escuches.

Gabriel se acercó a ella con cuidado, sintió alivio al ver que no se alejaba. Scarlett por alguna extraña razón no tenía miedo, la cabeza le pedía que corriese y se alejase del lobo, pero su corazón le decía que se quedase y le escuchase.

- ¿Vas a hacerme daño?.- Preguntó con un hilo de voz.

- Jamás haría algo que te dañase Scarlett, no podría soportarlo.

Ella asintió, realmente no podía confiar en nadie, y menos en él, pero sus ojos la decían lo contrario, Gabriel le transmitía paz y confianza, por mucho que intentara negarlo. Tal vez era porque le gustaba, tal vez era eso lo que la cegaba.

- Tengo tantas preguntas.- Admitió.

- Te las resolveré todas, puedes preguntarme lo que quieras.

- ¡SCARLETT!

Su nombre fue gritado en ese momento, la estaban buscando, y lo ultimo que quería era ser encontrada.

La luna escarlata. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora