❝donde rodrigo hará todo
lo posible para que matias
sea feliz primero que él.❞
♡੭ु adaptación.
↳✧.✲ beibichaeng.
↳✧.✲ todos los derechos
a su respectiva autora.
︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿ ⨾ info
. . . .│♡⃕ ˇpareja prin...
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Habían pasado dos semanas desde el encuentro de Rodrigo y Angie. Después de aquello todo transcurrió normal. Hasta la noticia de que la fecha de boda de Sofia y Matias se había adelantado.
Candia se encontraba alegremente hablando por teléfono con ahora su prometida la doctora Maure, mientras preparaba la cena.
—Oh, se me está agotando la batería— le dijo al escuchar el sonido de batería baja— ¿hola? ¿Sofi?
Rod llegó a casa y vio al de cabello bicolor correr en su dirección, arrebatandole el teléfono de las manos y marcando el número de su prometida.
—Hola, soy yo, te llamo después mi teléfono esta sin carga— dijo él— si, adiós.
El pelinegro se quedó en la misma posición en que estaba, y Matias le devolvió el teléfono como si nada hubiese pasado.
—Rodri, estoy preparando la cena— el nombrado se quitó su chaqueta y dejo su teléfono en la mesa.
—¿Cómo te fue hoy Rod?— preguntó Candia mientras le servía de comer al contrario que ya estaba sentado esperando.
—Bien— miró a su amado y este aún estaba sonriendo, Rodrigo reunió todo su valor tomando una bocanada de aire, había pensado muchas formas en como decirle a Mati que se iría y lo soltó sin más— me iré a Europa. A estudiar.
Dijo rápidamente pero entendible, sus ojos dejaron de ver el plato de comida para posarse en la reacción de Candia. Este abrió la boca para decir algo pero prefiero pensarlo mejor, aunque estaba totalmente como estatua.
—¿A estudiar?— murmuró el mitad pelinegro y a lo que el otro asintió.
—Me iré después de la boda— decir eso era realmente difícil para el mayor.
—Pero, ¿por qué? Rod, tienes un trabajo estable y eres reconocido...
—He decidido que quiero ampliar mi campo de estudio, Matias.
Rodrigo vio como Matias dejaba todo y se sentaba en la silla del frente. Al de septum le dolía demasiado mentirle a la única persona que amaba pero era necesario, él había decidido hacerlo.
—¿Cuánto tiempo te irás?— preguntó Matias, su rostro se entristeció.
—No puedo decirte— lo miró fijamente y sintió inmensas ganas de llorar. Apretó los dientes y se reprimió las lágrimas— no sé cuanto tiempo estaré allá.
Trató de darle un sonrisa para hacerlo calmar, Rodrigo sabía que estaba pensado, lo conocía muy bien y sabía que Matias no se quedaría con brazos cruzados y haría algo para que no se fuera.
—La cena se ve realmente bien, comamos— el mayor trató de cambiar el ambiente. Matias lo miró y asintió, su sonrisa volvió.
—No te dejes llevar por las apariencias, no se a que sabrá— advirtió, y Rod soltó una carcajada.
Los dos cenaron como siempre lo habían hecho, desde que Matias comenzó a vivir con Rodrigo los desayunos eran hechos por el último mencionado, mientras las cenas eran hechas por el menor de ambos. Podría decirse que era monótono pero para ellos no, Matias siempre tenía algo que contarle a Rodrigo, y Rodrigo siempre escucharía a Matias.
