HAPPY ENDING｡ ˖⁺ MATSQUARE

˗ ˏˋ ❝ chapter twelve ❞ ˎˊ -

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Seis años después...

Matias ahora de cabello totalmente negro y enmarañado, se encontraba en su oficina, lugar donde revisaba sus próximas composiciones. La perdida de su prometido hizo que se alejara un tiempo de su trabajo, no fue fácil aceptar la realidad en que se encontraba en ese entonces. La ayuda de Angie, en estar a su lado fue mucha, y poco a poco pudo volver a salir adelante. Candia necesitaba sacar todo esos sentimientos que quedaron dentro de él, por ello compuso varías canciones que fueron un total hit en la industria de la música. Su nombre fue reconocido y era muy solicitado por los nuevos grupos o cantantes en solitarios.

Tuvo todo lo que siempre quiso, un gran departamento en el centro de la ciudad, un auto de lujo, las comodidades al poder tener todo fácil y rápidamente. Pero él no sentía felicidad completa con todo eso.

—Ya me voy, no vemos mañana— despidió a su colegas.

Su rutina era simple, despertar, comer, trabajar y volver a casa. Frecuentemente lo invitaban a fiestas pero muchas veces las rechazaba. Hoy no fue así, una parte de él sentía que no debía ir pero la otra quería distraer su mente.

Dirigiéndose así a la lujosa casa de Martin Kovacs, quien cada viernes celebraba algo. Martin tubo mucha suerte con su estrella Parnenzini quien ahora era muy famoso y sus ingresos eran buenos.

—Creí que no vendrías— el pelinegro bajito lo saludó pasando su brazo por los hombros del chico de cabello enmarañado y guiándolo al mini-bar.

—Esta bien disfrutar de vez en cuando— Matias tomó la copa que el patrocinador le ofreció.

—Claro que si— Kovacs sonrió y chocó copas con Candia, quien tomo un sorbo con una media sonrisa.

El grito de Martin hizo a Matias asustarse. Giró para ver por quién grito. Y allí, se encontró con Pedro y Oriana.

Ambos, el chico y la muchacha se acercaron saludándose entre sí. El ánimo de Candia subió, era bueno saber que aún contaba con aquellas personas.

—¿No les importa si me llevo a Pedro a saludar a los otros invitados?—dijo Martin.

—Esta bien, ve— habló la muchacha.

Oriana le sonrió a Matias.

—¿Cómo te ha ido hoy?— preguntó.

—Lo mismo— suspiró— últimamente no he podido concentrarme— miró a su alrededor, las personas en el lugar. Conocía a muchas y otras no las había visto antes. La música era baja pero con ritmo. El ambiente era cálido.

—Creo que te estas esforzando de más. Toma un descanso de vez en cuando— Matias asintió a las palabras de Kane.

Recorrió la casa, encontrándose con personas conocidas, habló con ellos, paso un rato agradable, hasta que una chica se acercó lo suficiente como para incomodarlo.

—Hey ¿Por qué tan solo?— Matias dio vuelta a la voz que le hablo— ¿estás saliendo con alguien?— aquella chica de cabello oscuro y piercings en las orejas lo interrogó.

Matias la ignoró y fue a en busca de un trago sin percatarse que lo siguió.